lunes, 22 de abril de 2013

Vulnerabilidad ante catástrofes sin precedentes


Desbordamiento de los ríos, acumulación y duración del agua en comunidades inundadas, y afectación a localidades circunvecinas son cada vez de mayor frecuencia y magnitud 

Alejandro Esquivel C. / alesquivelc@hotmail.com


La Comisión Económica para América Latina y el Caribe de las Naciones Unidas (CEPAL) y el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) elaboraron un informe sobre el impacto de las inundaciones ocurridas en el estado de Tabasco en 2007. 
Las consecuencias físicas —porcentaje del territorio inundado y ubicación de dicha inundación, desbordamiento de los ríos, acumulación y duración del agua en las comunidades inundadas y afectación a comunidades circunvecinas— no tienen precedente en la historia del estado. 
El impacto de las inundaciones fue de tal magnitud que se estima que en el momento más crítico, 62 por ciento del estado estaba cubierto de agua, afectando a cerca de mil 500 localidades (rurales en un 90 por ciento), dejó a casi 1.5 millones de damnificados (75 por ciento de la población del estado), casi seis mil 500 kilómetros de carreteras y caminos afectados (73 por ciento de la red del estado), 570 mil hectáreas agrícolas siniestradas, 123 mil viviendas con afectaciones. 
Todos estos daños y pérdidas sumaron la impresionante cantidad de 31 mil 800 millones de pesos (casi 30 por ciento del PIB estatal), costo también sin precedentes para un desastre de este tipo en un solo estado.
Según expertos, los cambios climáticos ocurren en un contexto de cambios propios de regiones con crecimiento de población, mismos que pueden exacerbar el efecto del cambio climático.
Las condiciones de vulnerabilidad están dadas entonces por una alta concentración demográfica, procesos de industrialización, incremento de vehículos automotores e incremento de población con niveles de pobreza altos, expone.

PROPENSIÓN A SEQUÍAS
A pesar de la alta precipitación, con frecuencia se presentan periodos de baja o nula precipitación que afectan a la agricultura, la ganadería y, en determinada medida, la pesca, por el impacto en los humedales costeros de la región. La propensión a sequías contribuye a la generación y propagación de incendios forestales.
Por tanto, Tabasco es considerado de alta vulnerabilidad al aumento del nivel del mar en la zona deltaica Grijalva-Mezcalapa-Usumacinta, donde las modificaciones son profundas y drásticas al cambiar aceleradamente la línea de costa por erosión e inundación de las tierras bajas, y al alterarse el uso de suelo. 
Para Lilia María Gama Campillo, profesora investigadora de la División Académica de Ciencias Biológicas de la UJAT, aunque parezca ilógico ahora, nuestro estado es bondadoso porque tenemos agua.
Estima que “en un futuro habrá quienes codiciarán habitar zonas como la nuestra, porque es más catastrófico vivir sin agua que adaptarse a las condiciones teniendo mejores viviendas, construyendo en zonas no inundables y creando políticas públicas adecuadas”.
Destacó la necesidad de que los gobiernos federal y estatal muestren su interés por generar nuevos conocimientos que contribuyan a identificar medidas de acción ante los problemas ambientales, lo que sin duda determinará el futuro de los más de dos millones de tabasqueños, así como la economía del país, pues es una de las entidades más productivas del sureste mexicano.

“INTRODUCCIÓN DEL MAR”
“El cambio climático afecta a todo el planeta, no es exclusivo de Tabasco, y, aunque todavía no contamos con la tecnología de otros países, estamos trabajando para adoptar las medidas apropiadas”, dice la investigadora Gama Campillo al hacer referencia al número de investigaciones que se generan en la UJAT sobre el tema, así como la creación del Comité Interinstitucional de Cambio Climático de Tabasco.
La zona de la costa conformada por los municipios de Cárdenas, Paraíso y Centla, se vería afectada si el mar subiera 90 centímetros, pero habría una mayor afectación a los Pantanos de Centla por la introducción del mar. Muchas actividades económicas también están en riesgo, resalta.
Aseguró que las inundaciones y los cambios de temperatura, constituyen dos factores que requieren atenderse porque particularmente sí afectarán a la entidad.
Indicó que entre los principales efectos en la entidad —cuya superficie es de 25 mil kilómetros cuadrados— están la pérdida de las costas, así como la presencia de inundaciones porque estamos en la planicie costera vulnerable a los efectos de las lluvias.

INUNDACIONES, PRINCIPAL AMENAZA
La principal amenaza para Tabasco son las inundaciones, tanto originadas por las precipitaciones pluviales, como por el crecimiento en los niveles de los ríos y lagunas, puntualiza la académica de la UJAT.
Y alerta que en el caso de un aumento considerable del nivel de los océanos, los municipios costeros quedarían devastados por la fuerza del agua, cuya salinidad también alteraría sustantivamente los suelos, la vegetación y la fauna de la región.
Respecto a las inundaciones sufridas recientemente en la entidad, subraya que también debe tomarse en cuenta la situación climatológica del estado de Chiapas, dado que también influye, así como las características del suelo en Tabasco, cuya impermeabilidad lo hace proclive a los encharcamientos.
“Estamos en una zona de suelo de rápida saturación; les cae una lluvia y de inmediato se empiezan a encharcar. Es la naturaleza de la zona por ser pantano”, indica Lilia María Gama.
Existen dos motivos para inundaciones en Tabasco: una que llueve mucho, por eso es la zona del país reconocida con la mayor precipitación, y otra, que llueve también mucho en Chiapas; entonces somos la cuenca más baja, acota.  

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