miércoles, 10 de abril de 2013

La ciencia, ausente en las aulas de la entidad


En el foro Educación de Calidad para Todos se planteó la necesidad aplicar estrategias prácticas, como la creación de laboratorios móviles 

Samuel L. Soto Giles / gi_les@hotmail.com


El inspector de Telesecundaria en Tacotalpa, Elmer Jiménez Ricárdez, expuso en el Foro Estatal Educación de Calidad para Todos, realizado el 5 de abril en el Centro de Convenciones, que hace 27 años en Tabasco surgió un proyecto de laboratorios móviles para el impulso de la ciencia, pero que el maestro Límbano Gallegos Pérez, por cuestiones de políticas de aquel entonces lo dejó fuera.
Con la participación inicial de cinco ponentes y de más de veinte maestros de diferentes niveles educativos y materias de conocimiento, se concluyó que hace falta hacer ciencia en Tabasco.
Por ello, Jiménez Ricárdez dijo que la cancelación del programa de los laboratorios móviles le dio sustento para señalar en su tesis de maestría, publicada hace diez años, que se quitaban las bases para el impulso a la ciencia en secundaria, en media superior y en la universidad.
“Hoy, los profesores que llegan a dar ciencia trabajan con el método Imagínate que…”, dijo.
Ilustró que si el maestro va a enseñar el Principio de Arquímedes, dice: “A ver hijo, imagínate que esto es una piedrita y un vasito de agua. Al meter la piedra ¿qué pasa? ¡Imagínatelo!
“Dice el niño: se hunde la piedra.
“¿Qué más pasa?, pregunta y le pueden responder: Se moja. Pero lo que el maestro quiere que le digan es que subió el agua.
“Así, el maestro de geografía, por ejemplo, no puede enseñar el Cañón del Sumidero si no conoce el de Tenosique”.
Con esa introducción, Jiménez Ricárdez propuso a los mentores que en esta administración cimenten las bases de un proyecto de ciencia “que a lo mejor no lo van a ver, como decía mi padre, al sembrar un árbol”.
Argumentó que sí es posible hacerlo en telesecundaria porque ya está la experiencia en Brasil, donde existen laboratorios móviles. “Unos carritos que cuestan alrededor de 18 mil pesos y cuando menos cada escuela tiene un carrito móvil de laboratorio”, indicó.
Para esto —observó— se capacita al maestro para que no pase lo de Enciclomedia, que el maestro tenía una computadora que no sirve o no la sabe usar.
El docente concluyó que de esa manera se reactivaría la ciencia en telesecundaria y para 10 ó 15 años se tendrían mejores resultados.

EL AULA LABORATORIO SE USA DE BODEGA
En entrevista con Clip / Reporte Semanal, Jiménez Ricárdez dijo que si el propósito es fomentar la ciencia en la educación secundaria se tendría que ver que de los proyectos menos costosos es que en cada escuela existiera algo así como un triciclo o un carrito, que tenga un microscopio, un lavabo, agua destilada, pipetas, cosas básicas con las que el maestro pueda trabajar ciencia a costos muy bajos. “Incluso, un mechero de bunsen puede sustituirse por un candil o quinqué”, señaló.
Indicó que se puede hacer un esfuerzo para que los niños puedan tener acceso a la ciencia. Se lavan los instrumentos y se llevan a otra aula y eso evitaría construir un laboratorio en cada escuela muy costoso y que a lo último no se usa.
Recordó que hace 27 años inició en Tabasco el proyecto equipando combis en las que iban a los municipios y llevaban la ciencia a las escuelas. “Era como un laboratorio rodante, llevábamos laboratorios móviles”, describió.

—¿Usted era maestro o funcionario del sector educativo?
—Era egresado del CBTIS 32, de una carrera técnica en análisis clínicos. A esa edad de 19 ó 20 años me contratan para crear el proyecto. Revisé los planes y programas, diseñamos un manual de prácticas muy sencillas, muy didácticas.
“La idea era que al niño de secundaria le guste la ciencia, comenzando por lo básico. Llegamos a tener siete combis, organizamos siete rutas y abarcamos 70 escuelas telesecundarias en aquel entonces”, dijo.
Señaló que después del periodo del gobernador Enrique González Pedrero este proyecto desapareció y hasta hoy nadie ha hecho algo al respecto.

—¿Por qué desapareció?
—Desapareció porque se empezaron a construir espacios físicos en las telesecundarias destinados a la ciencia, los famosos laboratorios, un aula con mesas, anaqueles, fregaderos y sustancias.
“Pero la investigación que tenemos es que estos laboratorios no funcionaron porque no se capacitó al maestro, se deterioraron los equipos, no hubo mantenimiento y hoy día estos laboratorios, dicho en palabras del secretario de Educación, Rodolfo Lara Lagunas, “sirven hasta de bodega.
“Las comibis-laboratorio se desmantelaron porque el que llegó a ser director de Educación Media Básica y Media Superior, el profesor Límbano Gallegos Pérez, nos manifestó que no existía presupuesto para continuar.
“Se donó el material a algunas escuelas y las combis pasaron a ser parte del transporte de la Secretaría o en su defecto fueron vendidas”, lamentó Jiménez Ricárdez.  

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