martes, 12 de marzo de 2013

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“Saqueo infame” 


Lo peor que pudiera pasarle al régimen del cambio verdadero es que fracasara en su intento de que —como comprometió Arturo Núñez Jiménez en su rendición de protesta como gobernador, el 31 de diciembre último— a quienes hayan hecho privados en su beneficio los recursos públicos de los tabasqueños, “a esos no les espera el disfrute de rentas mal habidas, les espera todo el peso de la ley, les espera la cárcel”.

Fernando Hernández Gómez / fdohernandezg@hotmail.com


Desde aquel momento en que confirmó el saqueo de recursos públicos y la caótica administración que le heredó Andrés Granier Melo, comenzó a germinar la idea que el ex gobernador sería llamado a cuentas por la justicia, dado que a diario se han ido descubriendo más y más irregularidades que van desde la desaparición de mil 900 millones de pesos de fondos federales, el sospechoso hurto de documentación justificante de mil 300 millones, pasivos por 18 mil millones y un déficit presupuestal por seis mil millones.
Pero a medida que pasan los días, parece irse desvaneciendo la posibilidad de que sobre el ex mandatario estatal —quien hoy estaría en pleno disfrute de riquezas mal habidas, junto a su familia, en el extranjero— caiga todo el peso de la ley, se obligue a él y a quienes resulten responsables reintegrar el dinero fruto de su latrocinio y, como consecuencia de su indebido proceder, pase un largo rato tras las rejas.
Luego que se escuchó a Núñez Jiménez reconocer que no se ha podido imputar responsabilidad directa alguna a su antecesor, dado que “no hay prueba documental o firmada” por él, como que hubo un mal sabor de boca en una ciudadanía que por primera vez en la historia de esta entidad espera que un mal gobernante sea sentado en el banquillo de los acusados.
En ningún momento el mandatario estatal ha dicho que ésta sea una batalla perdida —pese a que Granier y sus compinches crean estar blindados a causa del desvanecimiento de pruebas o la falta de firmas que los comprometan—; al contrario, ha explicado Núñez que mencionar a su antecesor en las denuncias “por simple sospecha” o por no tener al momento las evidencias, sería incurrir en una pifia que pudiera dar al traste con el interés de que se sancione a quien sería el principal responsable del mega-saqueo.
La posición del gobernador es correcta; lo que ha fallado es la estrategia para hacer llegar su mensaje a los ciudadanos, en cuyas mentes no permean las explicaciones del procurador de Justicia estatal, Fernando Valenzuela Pernas, ni la cerrazón de la contralora del gobierno, Martha Patricia Jiménez Oropeza, que el viernes 8 salió con un comunicado en el que anuncia que no habrá más información oficial sobre el caso Granier, sino la aclaración que hizo el procurador general de la República, Jesús Murillo Karam, quien expresó que Granier Melo “no fue mencionado” en la querella que el gobierno estatal interpuso ante la PGR.
Y ese ‘no fue mencionado’ fue leído por muchos como un ‘no le van a hacer nada’, ‘lo están encubriendo’, ‘van sólo por chivos expiatorios’... ‘es su compadre’.
Núñez Jiménez ha planteado con énfasis que de manera reiterada, año tras año a lo largo de todo el sexenio, hubo prácticas dolosas en el manejo de recursos públicos, como el jineteo de dinero federal que se utilizaba en cosas distintas para las que venía etiquetado, hasta que llegaron al punto que no pudieron justificar, al cierre de 2012, un faltante por mil 900 millones de pesos.
“No era cuestión de que en la contabilidad hubo un error y se perdió, y nadie supo. Esto era todo un programa premeditado, deliberado”, sostuvo el 6 de marzo, en entrevista con Carlos Loret de Mola, para Primero Noticias.
Ese dinero, que era para los rubros de salud, educación y seguridad pública, no sabe qué destino tuvo: “O se lo robaron o lo agarraron para campañas políticas”, llegó a sugerir el jefe del Ejecutivo estatal.
Núñez no oculta la falta de recursos. “Tengo una situación muy crítica”, admitió. Y planteó que ante ello “necesitamos hacer una revisión integral de las finanzas, el ingreso, gasto, deuda, hacer ajustes a todas partes y, desde luego, seguramente necesitaremos el apoyo del gobierno federal”.

“NO SÉ NI DÓNDE ESTÉ…”
—Me dijo Arturo Núñez que el ex gobernador Granier dejó Tabasco y el país desde el 30 de diciembre, o sea, prácticamente dos días antes de terminar su gestión —le planteó Joaquín López Dóriga al titular de la PGR, el 7 de marzo, al entrevistarlo en su noticiero de Grupo Formula.
“Eso no sé”, le contestó Jesús Murillo Karam, sin tantos rodeos.
—Eso me dijo aquí —le insistió el también conductor de El Noticiero, de Televisa.
“Yo, la verdad no estoy… no sé dónde esté; ni siquiera puedo perseguirlo mientras no tenga elementos”, le remarcó el hidalguense.
—¿En caso de necesidad se citará al ex gobernador Granier?
“Y en caso de necesidad también se le buscaría”, le especificó el procurador. 
Mientras, seguramente Granier Melo “estará de vacaciones, porque prófugo, definitivamente, aún no es”, según se recalcó en la columna Trastienda, del diario 24 Horas.

UNA DEPURACIÓN SÚPER-CABRONA
En medios políticos y periodísticos de la capital del país, Arturo Núñez tiene fama de ser un hombre inteligente, pero también se le reconoce por su buen humor, su fino humor. Sólo que ahora pasó de la broma a la seriedad, según observación que hace el analista Francisco Garfias, en la columna Arsenal, que escribe cotidianamente para Excélsior.
Núñez conversó con reporteros y columnistas del DF mientras subía las escaleras eléctricas del hotel Presidente Intercontinental de Polanco, el 5 de marzo, cuando acudió a una reunión de una comisión de la Conago. Narra Garfias: Lo abordamos con el tema de la bancarrota que dejó el ex gobernador Andrés Granier. Núñez sacó su legendario humor: “Como dijo aquél: ‘Oye, nada más me dejaste 20 mil pesos en la caja…’. ‘Te juro que no los vi’, respondió el otro. No’mbre, fue un saqueo infame. Desorden y  corrupción. No hay frontera…”. ¿Y cómo le va a hacer? “Está en chino. Estamos revisando qué cosas podemos depurar de la deuda. Tengo que dar una racionalización al gasto súper-cabrona”. ¿Granier? “Habrá que ver que se le acrediten responsabilidades”, concluyó.

PIEL DE LAGARTO… ¿O DE DINOSAURIO?
El jueves 7 reapareció en Tabasco un prominente integrante del equipo de Andrés Granier: el senador Humberto Mayans Canabal, quien fue secretario de Gobierno más de dos tercios de su sexenio.
Las preguntas que le hicieron reporteros que cubrieron el Foro del Agua, fueron sobre los señalamientos de que es ‘corresponsable’ del saqueo al patrimonio del estado.
“Toda mi vida he actuado honestamente y nunca he desviado un centavo a mi favor”, sostuvo Mayans, quien al declararse con la conciencia tranquila a su pasado por la administración de granierista dijo que esos señalamientos no le hacen mella, pues “tengo piel de lagarto”.
Su hermano Fernando Mayans Canabal, senador igual que él pero por el PRD, manifestó que “quien haya saqueado a Tabasco, tiene que pagar”. Y su cuñado, el también senador perredista Adán Augusto López Hernández, advirtió que más allá de fueros constitucionales se pueden fincar responsabilidades a quienes hayan malversado recursos públicos del estado.  

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