Hasta ahora, únicamente el gobernador y su secretaria de Contraloría, aunque ella con algunos matices, publicitaron los detalles del patrimonio con el que inician el sexenio; su antecesor Granier omitió presentar su declaración de conclusión
Roberto Barboza Sosa / rbarbozasosa@hotmail.com
Con apenas dos meses y 12 días, a la actual administración estatal aún no se le puede evaluar en materia de transparencia, pues excepto el gobernador Arturo Núñez Jiménez que decidió hacer pública su declaración patrimonial inicial, el resto de los funcionarios parecen que optarán por una política de opacidad en este rubro.
Hasta ahora, sólo el gobernador de Tabasco y su secretaria de la Contraloría —aunque la funcionaria con algunos matices—, publicitaron los detalles del patrimonio con el que inician el sexenio.
Tampoco, el ex gobernador Andrés Granier Melo, cumplió con lo establecido con la Ley de Responsabilidades de Servidores Públicos, quien tenía un lapso de 30 días naturales después de concluir con el cargo, para presentar su ‘declaración de conclusión’, donde indicaría su situación patrimonial existente a la fecha en que culminó la gubernatura.
El gobernador de Tabasco, Arturo Núñez detalló que inicia en el cargo con una cuenta de ahorro por un millón 41 mil pesos y dos residencias: una en el Distrito Federal y otra en esta ciudad.
En su declaración entregada a la Contraloría del estado y publicada en el sitio de internet de esa dependencia, Núñez Jiménez sólo dio a conocer el costo de adquisición en el año en que compró sus dos residencias.
La casa adquirida en 1991, en la Privada Los Macayos, colonia El Recreo, con un terreno de 362 metros cuadrados y 300 metros cuadrados de construcción, la adquirió en 400 mil pesos.
En tanto, su residencia ubicada en la calle Francia, colonia Florida, delegación Álvaro Obregón de la Ciudad de México, fue comprada en el 2011, con una superficie de terreno por 329 metros cuadrados y 793 metros cuadrados de construcción.
Contrario a su antecesor Andrés Granier Melo, quien no dio a conocer públicamente su declaración inicial, ni la de su terminación —por esto incurriría en violación a la ley de transparencia—, Núñez Jiménez transparentó el patrimonio con el que inicia como gobernador.
El gobernante tabasqueño precisa que el millón 41 mil pesos que tiene en una cuenta de cheques del banco Scotian Bank, procede de sus ingresos cuando fue senador del 2006 al 2011, pues en el último año pidió licencia para competir para la gubernatura.
También entra como gobernador con una cuenta de 200 mil pesos en inversiones en banco, y es propietario de un solo coche Honda sedán 2007.
QUÉ POCA… TRANSPARENCIA
Núñez también publicitó todos su datos personales, contrario a la secretaria de la Contraloría, Martha Patricia Jiménez Oropeza, quien protegió sus datos personales, con fundamento en el artículo 50 de la ley del ramo.
La contralora dio a conocer que cuenta con dos casas, un departamento y tres terrenos; seis cuentas de ahorro, una cuenta para pago de nómina y “otra”, pero no dio ningún detalle de domicilios, montos de los costos de sus propiedades ni de sus finanzas bancarias.
Respaldada en artículo 50 del Reglamento de la Ley de Transparencia y de Acceso a la Información Pública del estado, la funcionaria decidió considerar información clasificada como ‘reservada’ o información confidencial, y optó por no hacer público el monto del valor de su patrimonio.
Jiménez Oropeza, ex senadora suplente de la titular Rosalinda López Hernández —la cubrió sólo de marzo a agosto de 2013—, optó por no dar a conocer sus ingresos netos que tiene por actividad industrial, comercial, financiera y otros.
Tampoco precisa el valor de la contraprestación y moneda en bienes inmuebles, bienes muebles, vehículos, ni el saldo de inversiones, cuentas bancarias y otro tipo de valores, ni de adeudos, menciona el monto original, el saldo y el monto de los pagos realizados.
En situación similar está el resto de los funcionarios.
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