martes, 12 de marzo de 2013

Émulo tabasqueño de Elba Esther Gordillo también iría a parar a la cárcel


Aunque el dirigente del Sicobatab promovió un amparo de la justicia federal, a cuya solicitud del juez dio respuesta la PGJ, la solicitud le será negada pues aún no existe orden de aprehensión su contra

Roberto Barboza Sosa / rbarbozasosa@hotmail.com


El remedo tabasqueño de Elba Esther Gordillo Morales —utiliza como patrimonio propio las cuotas de los trabajadores y recursos públicos, y se considera jefe de la institución educativa—, José Ramón Díaz Uribe, dirigente del Sindicato de Trabajadores del Colegio de Bachilleres de Tabasco (Sicobatab), igual que la defenestrada lideresa magisterial, podría alcanzar la cárcel ahora que existe una denuncia penal en su contra.
Luego de ser encumbrado en el cargo, donde le otorgaron superpoderes, al grado de estar por arriba de los directores generales del Cobatab, y utilizado como brazo político-electoral del PRI por los gobernadores Manuel Andrade Díaz y Andrés Granier Melo, finalmente parece haber llegado el ocaso de su poderío.
La Dirección General del Cobatab, a través su área, jurídica interpuso ante la Procuraduría General de Justicia del estado (PGJ), una denuncia por hechos de posible carácter delictuoso, entre ellos enriquecimiento ilícito, en contra de Díaz Uribe y quienes resulten responsables.
El titular de la PGJ, Fernando Valenzuela Pernas, señala que dentro de la averiguación previa integrada contra el líder sindical, solicitaron a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) investigar y abrir todas las cuentas de quien se creía  ‘propietario’ del Cobatab, así como también se revisan sus propiedades adquiridas en el estado.
Aunque el dirigente sindical promovió un amparo de la justicia federal, a cuya solicitud del juez dio respuesta la Procuraduría, la solicitud le será negada pues aún no existe orden de aprehensión su contra.
Además de colocar a maestros con licencia sindical como directores de los 101 planteles del Cobatab, que son puestos de confianza, y obtener dinero de la institución para su beneficio personal, el líder del Sicobatab tenía colocados en diferentes puestos administrativos a sus parientes, entre éstos: hijas, esposa, cuñados y hermanos.

EL PODER TRAS EL TRONO
Incluso, la esposa de José Ramón Díaz Uribe, Verónica Hernández Medina, tenía igual de poder tanto en el Cobatab como en el Sindicato del Colegio de Bachilleres de Tabasco, para disponer de cargos, dinero y plazas.
La señora cobra un salario de 25 mil pesos mensuales como maestra, pero desde hace 12 años goza de licencia sindical, pues está comisionada al sindicato dirigido por su cónyuge. 
Con el membrete inventado de coordinadora del ‘Movimiento Siempre Mujer’ del Sicobatab, la esposa del dirigente dispone de recursos de las cuotas sindicales y de la institución educativa. Tan sólo en febrero y marzo de 2012, se asignaron las sumas de 28 mil 511 pesos y 56 mil 692 para organizar el ‘Día Internacional de la Mujer’.
En el mismo 2012, para celebrar el 20 aniversario de la fundación del Sicobatab, la pareja sindical erogó un millón 337 mil 574 pesos.

EL COBATAB DABA PARA TODOS
Los cuñados de José Ramón Díaz Uribe y hermanos de su esposa, Roldán y Adriana Hernández Medina, cobraban 40 mil pesos y 19 mil pesos mensuales, como coordinador de área y maestra del Cobatab, respectivamente.
Igual a su hija Jessica Daniela, a pesar de estudiar en el colegio particular Jean Piaget, la designaron presidenta del ‘Movimiento Siempre Joven del Cobatab’, y le organizaban eventos y festivales de todo tipo con recursos públicos.
Se llegó al colmo de que el hermano del dirigente del Sicobatab, Óscar Díaz Uribe, era el director de Control Escolar del Colegio de Bachilleres de Tabasco.
Del mismo modo, su sobrina Karina Díaz Valencia, es la jefa del Departamento de Bibliotecas del Cobatab.

EN EL CAMPESTRE, BUENOS VECINOS
Entre las 16 propiedades adquiridas por el líder del Sicobatab, organización en la que cambió los estatutos para erigirse en líder vitalicio —como era Elba Esther Gordillo en el SNTE—, destacan un predio que inscribió en el Registro Público de la Propiedad el pasado 3 de enero de 2003, a nombre de su suegra Úrsula Medina Flores, con una superficie de 638 metros cuadrados en el fraccionamiento Campestre, de Tabasco 2000.
Aunque lo °puso a nombre de su suegra, el líder del Sicobatab tiene el derecho de uso, usufructo y habitación vitalicio; es decir, es el dueño. Se trata del lote número 32 de la manzana II del fraccionamiento Campestre. Aunque declaró la operación en un millón de pesos, que significaría a mil 600 pesos el metro cuadrado, el valor de compra supera esa cifra.
En el mismo fraccionamiento residencial Campestre Tabasco 2000, Díaz Uribe adquirió 457 metros cuadrados, en un millón 200 mil pesos, precio declarado en escritura 5998, volumen 122, el 5 de septiembre del 2011. Ese predio urbano es el lote 5-A, manzana 10.
La pareja sindical del Cobatab adquirió a nombre de sus hijas Karen Paola y Jessica Díaz Hernández, de 16 y 19 años, respectivamente, los cuatro predios, de 58 metros cuadrados, de mil 870 metros cuadrados, de tres mil 651 metros cuadrados y de cuatro hectáreas, en la ranchería Ixtacomitán Tercera Sección.
También, el líder del Sicobatab adquirió el predio urbano lote 359, manzana 25 en villa Playas del Rosario, de 267 metros cuadrados; un solar urbano de 451 metros cuadrados, en el lote 17, manzana 30, en el poblado Medellín y Pigua.
Compró otro predio rústico de 600 metros cuadrados en la ranchería Boquerón Primera Sección. Igual, se le atribuyen otros dos predios de dos hectáreas y mil 893 metros cuadrados en la ranchería Plutarco Elías Calles.
A nombre de su cuñada Adriana Hernández Medina, aparece el predio de 160 metros de cuadrados, en el lote 4, manzana 10 del fraccionamiento Real del Ángel.

HASTA PUSO SISTEMA DE ENSEÑANZA
El lunes 25 de febrero, el director general del Cobatab, Jaime Mier y Terán Suárez, también acusó al líder sindical de establecer un sistema de educación de preparatoria abierta, sin cumplir los requisitos académicos exigidos por la Secretaría de Educación, además de cobrarles a la mano al menos a tres mil usuarios, y cuyo dinero se fue al Sicobatab.
Ese dinero Díaz Uribe lo manejó a su antojo y sin rendirle cuenta a nadie, además de manera fraudulenta, pues expedía recibos membretados a nombre de la institución.  

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