martes, 19 de febrero de 2013

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¡Un dineral...!


De la gama de temas que atolondran a los hombres del gobierno del cambio verdadero, el que más preocupa no es el que se refiere al momento en que soltarán la bomba mediática que representará el tema del enjuiciamiento a los saqueadores del sexenio pasado, sino el que se refiere a la falta de dinero para hacer frente a los enormes pasivos heredados —hasta ahora suman 15 mil millones de pesos, incluidos cinco mil millones de déficit presupuestal—, y a los requerimientos para atender problemas, necesidades, urgencias en todo el estado este 2013, ¡ah! y los compromisos de campaña. 

Fernando Hernández Gómez / fdohernandezg@hotmail.com


El presupuesto estatal para este año —tal como lo dejó confeccionado el régimen granierista— es de 36 mil millones de pesos, pero al hacer las cuentas de todo el recurso comprometido este año, lo que se requiere llega a 41 mil millones de pesos, lo que quiere decir que al gobierno nuñista le hacen falta cinco mil millones que no tiene y no se ve dónde los puedan conseguir.
No es cualquier cantidad. “Cinco mil millones, el déficit, es un dineral, o sea, se tiene que cubrir esa suma y no se tiene el dinero porque no está presupuestado, no lo dejaron presupuestado, además de todos los problemas por los que atraviesa el estado, está este asunto del déficit”, expresó el secretario de Planeación y Finanzas, Víctor Lamoyi Bocanegra.
En teoría, los ingresos y los egresos ascenderían a 36 mil millones de pesos; sin embargo —puntualizó—, “hay gastos no cubiertos, es decir, presiones adicionales que vamos a tener que solventar a lo largo del año. Por ejemplo, una de ella son los pagos a proveedores que quedaron de la anterior administración que se tienen que pagar este año, pero no los dejaron presupuestados”.
Hasta ahora el gobierno federal le ha echado la mano a Tabasco. No sólo por la ayuda emergente —con cargo a participaciones— que dio a fines de 2012 el gobierno de Enrique Peña Nieto, para superar la crisis hospitalaria, y a comienzos de 2013 para el pago de la primera quincena a la burocracia estatal, sino también con las partidas federales suministradas en tiempo y forma, que han permitido al gobierno de Arturo Núñez Jiménez contar con liquidez para —afirmó Lamoyi Bocanegra— “afrontar la situación de crisis heredada por la administración anterior y atender los temas sociales en esta difícil etapa”.
El secretario de Finanzas mencionó que se harán ajustes en materia presupuestal. Por ahora, expuso, “estamos haciendo todos los estudios necesarios, esperando las modificaciones reglamentarias, y en función de eso iremos trabajando”. Pero no se ve a qué rubros o áreas puedan meterle tijera, ni se esperan grandes cosas de la recaudación tributaria estatal.
Dentro de poco se anunciará un plan de austeridad, pero ¿cuánto puede sacársele de ahorro reduciendo las percepciones de funcionarios de primer nivel, disminuyendo gastos en combustibles, telefonía, viáticos, adquisición de insumos no básicos y pago de alquiler de inmuebles? ¿Servirá de algo que se reduzca, otra vez, la plantilla de burócratas?
¿O será Peña Nieto el salvador de Tabasco y de su gobierno?

¿‘A VOLAR’, LOS VUELOS PRIVADOS?
Uno de los rubros en el que el ex gobernador Andrés Granier Melo dilapidó el dinero de los tabasqueños, fue en el arrendamiento de aeronaves para su traslado a diversos puntos del país y el extranjero, para atender compromisos oficiales y asuntos personales, de su familia y sus más altos funcionarios.
Desde que su gobierno decidió vender las aeronaves de su propiedad —un learjet, un turbo commander, una cessna y un helicóptero—, Granier Melo optó por utilizar aviones privados para sus traslados fuera de territorio tabasqueño.
Hoy que no hay dinero en las arcas —porque se las dejaron vacías—, Núñez Jiménez analiza la posibilidad de su antecesor de continuar arrendando un learjet, o viajar en línea comercial, como lo ha hecho el mes y medio que lleva ya de gestión.
“Yo cancelé cualquier alquiler. Me han prestado aviones, en algunos casos que he tenido que salir: Está en revisión el del gobierno del Estado para ver si está en condiciones que lo use; de no ser así, será con vuelos comerciales”, dijo el mandatario estatal.
Y es que el avión propiedad del gobierno estatal —el learjet bautizado como ‘El Chipilín’— es modelo 1979, y aunque se le cambiaron las turbinas y éstas tienen una vida promedio de 80 mil horas de vuelo, el gobernador no quiere correr riesgos, por lo que solicitó se le hiciera un diagnóstico integral a la aeronave que fue utilizada por primera vez por Leandro Rovirosa Wade. “De ahí tomaré la decisión de usarlo o no”, indicó.
Y es que es un avión casi tan viejo como aquel en que viajaba la cantante Jenny Rivera cuando perdió la vida.

“LA CULPA HA SIDO MÍA”
Vaya, el secretario de Salud, Ezequiel Toledo Ocampo reconoció —aunque no del todo— que pudo haber incurrido en una equivocación al haber designado a su antecesor Carlos de la Cruz Alcudia como director del Centro de Salud de Tierra Colorada.
Y es que el doctor Toledo expresó ahora sus dudas de que haya sido “una decisión correctamente pensada”.
—O sea, se equivocó usted —le increparon reporteros el jueves 14.
“Puede ser, puede ser: Todos estamos expuestos a equivocarnos”, contestó un tanto titubeante.
Confesó además que la decisión de invitar al ex  funcionario granierista “no fue consultada con el gobernador”.
Y cuando el escándalo se armó a raíz de que los empleados del Centro de Salud de Tierra Colorada se opusieron terminantemente a que De la Cruz Alcudia fuese su director, el gobernador Núñez le pidió a su secretario de Salud que “reflexionara ese tipo de decisiones”.
Como colofón, el viernes 15, los reporteros hicieron a Ezequiel Toledo otro planteamiento incómodo:
—Señor secretario, ya lo ‘enfermaron’ hoy.
“Caray, ya ven: no lo estoy tanto”, les respondió soltando una leve sonrisa.
Pero su entrevistador no se dio por vencido. Le insistió:
—Que va a dejar el cargo…
“Son rumores, son rumores”, dijo.
—¿Está firme en el cargo?
“Sí, vamos trabajando adecuadamente. No podemos ir más rápido… estamos apenas en el proceso del cambio”, contestó quien lleva mes y medio en el cargo.
—¿No le preocupa el hecho de separarlo del cargo?
“No, no hay ninguna razón para eso”, replicó.  

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