Vecinos del fraccionamiento Santa Fe de Parrilla acusan que las viviendas que recibieron presentan serios deterioros en su estructura. Las 800 casas resultaron un fraude; “solamente aguantaron la entrega”. El invitab se hizo de la vista gorda
Alejandro Esquivel C. / alesquivelc@hotmail.com
Cuando les entregaron sus casas en 2006, los más de dos mil habitantes del fraccionamiento Santa Fe, ubicado en la villa Parrilla, nunca se imaginaron el fraude del que estaban siendo presas por parte de la constructora ‘Solución Productiva S.A. de C.V.’, misma que en la edificación de las más de 800 viviendas utilizó material de pésima calidad y no respetó las normas y especificaciones legales.
Vecinos del lugar señalan que al poco tiempo de haber recibido sus casas, éstas empezaron a sufrir serios deterioros en su estructura, como cuarteaduras en paredes, filtraciones en el techo y fracturas en el piso, sin contar que los sistemas de agua y alcantarillado, así como el eléctrico fallaron al mes, pues “solamente aguantaron la entrega”.
Así lo denuncian habitantes del fraccionamiento ubicado en el kilómetro 11 de la carretera Villahermosa-Teapa, quienes manifiestan que fueron “engañados vilmente”, por la compañía ‘Solución Productiva S.A. de C.V.’, poniendo en riesgo con ello la vida de quienes con esfuerzos lograron adquirir una de las fraudulentas casas que ahí se vendieron.
Para Lorenzo de la O, quien vive en la calle Tinto, la empresa constructora les mintió, pues “mucha casas han registrado cortos circuitos, cuarteaduras serias en paredes y fracturas en pisos, así como roturas en ductos de agua”.
Tras seis años de haberse cambiado a su ‘nueva’ vivienda, pensando que todo estaría bien, pues acababa de adquirir una casa recién construida, se topó con la sorpresa de que lo que les entregaron “es una porquería; están hechas al ‘madrazo’ y aunque contábamos con un seguro, nos dieron largas para que venciera la vigencia y después nos atendieron de mala manera, sólo para decirnos que el seguro ya había vencido y que le hiciéramos como quisiéramos”.
Otro de los vecinos, Enrique Méndez, declara que también acudieron a interponer denuncias al Instituto de Vivienda de Tabasco (Invitab), “pero era obvio que había contubernio entre autoridades y empresa constructora, porque nunca, irónicamente, nunca nos dieron una solución, pese a llamarse Solución Productiva”.
CONTUBERNIO PARA ESTAFAR
En un recorrido efectuado por el fraccionamiento, se constató que muchas viviendas que, pese a haber sido impermeabilizadas por sus propietarios, siguen registrando serios deterioros que prácticamente son impagables para sus moradores, toda vez que el fraccionamiento Santa Fe es de interés social y la mayoría de sus habitantes son asalariados de clase media-baja.
Para el ingeniero civil por la UNAM Raúl Antonio Rodríguez, constructor y consultor, la venta de casas en ese fraccionamiento se trata claramente de un fraude a sus propietarios, a quienes les vendieron las casas más sencillas, de un dormitorio, en 180 mil pesos —las de dos recámaras costaban 230 mil pesos— en créditos a 15 ó 20 años, con un enganche de alrededor de 18 mil pesos.
Según el especialista, en estos casos siempre la autoridad debe verificar que los materiales con que están siendo construidas las viviendas sean de la calidad que se especifica, y en caso de haber alguna inconformidad atenderla inmediatamente, pues se trata de casas que se encontraban dentro del programa de vivienda anunciado por el entonces gobernador Manuel Andrade Díaz.
Sin embargo, a todas luces se nota que había contubernio para estafar, señala el ingeniero Rodríguez y cuestiona: “No sé de qué autoridad dentro de Invitab o la ex Secretaría de Asentamientos de Obras Públicas (SAOP), pero lo hubo, pues no se puede entender cómo hasta las calles —que habían dicho serían de concreto hidráulico— solamente les pusieron asfalto y las que de verdad fueron construidas del material especificado, ya se encuentran ahorita completamente destruidas”.
LA EMPRESA, ‘A SALTO DE MATA’
Se trató de localizar al gerente de la empresa ‘Solución Productiva S.A. de C.V., cuyas oficinas se nos mencionó están ubicadas en la colonia Indeco; empero, nunca pudo ubicarse el domicilio de la constructora, misma que al principio tenía sus instalaciones en el mismo fraccionamiento Santa Fe, pero debido a las constantes inconformidades, decidieron marcharse hacia el fraccionamiento Arboledas, y de ahí ya no se supo más de la misma.
Para doña Teresita de Jesús López, quien compró una casa de dos recámaras, pues cuenta con tres hijos adolescentes, la diferencia entre las viviendas tipo ‘A’ y ‘B’ es que las primeras son de una recámara y piso rústico, mientras que las segundas cuentan con dos dormitorios y piso de loseta.
El terreno es el mismo: 150 metros cuadrados; lo que cambia es la superficie de construcción, “pero de nada sirve, porque en mi caso, que me salió más cara, el piso se empezó a despegar al poco tiempo y las filtraciones y goteras son incontables”, manifiesta la ama de casa.
A EXPENSAS DE MALEANTES
Romeo López, dueño de una tienda de abarrotes ubicada en la calle principal del fraccionamiento, señala que cuando les entregaron las casas les dijeron que iban a tener alumbrado público, “y a la fecha tenemos más de cinco años sin luz; debido a ello, ya me han asaltado dos veces a mano armada”, y menciona que debido a ello las autoridades descubrieron una ‘casa de seguridad’ de unos secuestradores hace como un año.
Caminando por las calles del fraccionamiento de noche se respira peligro, sobre todo porque está rodeado de zonas arboladas y lagunas; sin embargo, esto a ‘Solución Productiva S.A. de C.V.’ no le interesa. Ellos ya cobraron su dinero por el ‘desarrollo viviendístico’ edificado y ahora se desentiende de su responsabilidad.
Las tapas de los registros parecen de papel; los tinacos de agua están rotos, las calles desechas… En tiempo de lluvias, el drenaje —pese a ser zona alta— no se da abasto y las calles parecen ríos, la luz inexistente, la seguridad también, las caras son de enojo, la basura es mucha y la impunidad también.
Ahora los vecinos del lugar hacen un llamado a las nuevas autoridades de Invitab para que determinen si hubo fraude en la venta de las casas —ellos están seguros de eso— y se finquen responsabilidades a las que haya lugar, se les dé una respuesta a sus demandas y se resuelva la afectación al patrimonio de más de 800 familias que ahí viven.
“Para el que conoce, desde un principio te hubiera dicho que olía a fraude, pero se logró engañar a varias personas desgraciadamente, no sólo a colonos pobres, académicos y estudiantes universitarios que hicieron el esfuerzo de comprar aquí, sino también a personas asalariadas que hicieron un esfuerzo para juntar su dinero para enganche y se mantienen con problemas para pagar las mensualidades, mientras que otros vivales ya se deshicieron del compromiso y andan muy felices con el fraude consumado, como muchos otros de la pasada administración”, concluye el ingeniero Raúl Antonio Rodríguez.
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