Después del gobierno de González Pedrero inició la etapa más nefasta en este rubro en el estado; renacen esperanzas en el sexenio que comienza
Samuel Soto Giles / gi_les@hotmail.com
En políticas públicas sobre cultura el modelo a seguir es el del gobierno de Enrique González Pedrero. De 1983 a 1987 fue el centro de servicios culturales más importante del Sureste con el desarrollo de la cultura comunitaria, el Teatro Campesino e Indígena y la estación Radio Chontal.
González Pedrero construyó la biblioteca “José María Pino Suárez” y la Casa de Arte “José Gorostiza”, estableció el Centro de Educación e Investigación de las Bellas Artes (Ceiba), y la Comisión de Radio y Televisión de Tabasco (Corat). También se editaron 69 títulos con 191 mil ejemplares.
Sin embargo, esta proeza en inversión y en el despliegue de promotores culturales fue socavada desde el inicio del sexenio siguiente, el del gobierno nemista, por el entonces titular del Instituto Estatal de Cultura, Francisco Peralta Burelo, como sucedió con el Laboratorio de Teatro Campesino e Indígena al que denostó mediante reportajes parciales del reportero Rodulfo Reyes que estaba en la nómina de esa institución.
De ahí que el Laboratorio de Teatro Campesino e Indígena, fundado por la maestra María Alicia Martínez Medrano, empezara a decaer hasta que en agosto de 2010, sin recursos, Norma Cárdenas Zurita lo declarara desaparecido al sugerir a los pocos maestros que quedaban, que se reorganizaran a través de la Dirección de Cultura Popular, en donde serían capacitados para la ejecución del proyecto “Guardianes de Tradición”. Fue también en esa época en que fue cerrada la estación Radio Chontal.
Sin embargo en este sexenio (1989-1994) se construyeron cerca de 60 edificios para bibliotecas, mediante el programa salinista Solidaridad, de los que, cuando menos, 15 de esos de esos locales fueron destinados a otros servicios porque no había presupuesto para el pago de personal.
Con el gobernador interino Manuel Gurría Ordóñez y su sucesor Roberto Madrazo Pintado (1995-2000) no hubo inversión a Cultura más que la nómina porque todo el presupuesto fue para obra pública.
DE INSTITUTO A SECRETARÍA
Manuel Andrade Díaz (2002-2006) cambió el Instituto de Cultura de Tabasco a Secretaría en que quedó incluida la Recreación y el Deporte a cargo de Máximo Evia Ramírez, presentó una serie de compromisos que al final no cumplió, pero sí creó el Festival CEIBA.
Entre las propuestas andradistas estaban la de crear los museos estatales de Arte Moderno, Museografía, Literatura, Ciencia y Tecnología; reactivar los museos comunitarios y propiciar la creación de circos, abrir la Escuela Juvenil de las Artes, revitalizar el Teatro Campesino e Indígena e instalar de Módulos comunitarios de internet.
En ese quinquenio iniciaron las protestas de los creadores del arte contra el nulo desempeño de algunos de los funcionarios de esa Secretaría.
Los pintores Ramón Briones, Javier Pineda, Leonardo de Dios Gerónimo y la extinta Xóchitl Balcázar reclamaron mediante un escrito enviado a Máximo Evia el que hubiera ratificado en la Coordinación de las Artes a Bertha Ferrer.
Los motivos, expusieron, por el desinterés e incapacidad para gestionar y aprovechar los apoyos que organismos culturales a nivel nacional e internacional otorgan a los gobiernos estatales; por su falta de servicio y buena voluntad para velar por los intereses de los artistas plásticos y por su falta de ética y capacidad de diálogo e ineficiencia para resolver los problemas relacionados con el gremio de pintores.
CIERRE DEL COLEGIO DE ARTE
Fue en 2007, en el primer año de gobierno granierista, cuando la creación plástica sufrió un golpe letal. Pasada la inundación de Villahermosa, el Colegio de Arte denunció el 12 de diciembre que el Instituto Estatal de Cultura había iniciado el proceso para el cierre de esa otra institución creada en el gobierno de González Pedrero.
El final del IEC a cargo de Norma Cárdenas Zurita fue de caos. Los mismos trabajadores la insultaron en su ausencia cuando fueron a cobrar su aguinaldo y despensa. Las palabras altisonantes fueron cimentadas con el orín que “en casita” dejaron en el edificio de la cultura.
NUEVOS PROYECTOS
Ahora con Núñez Jiménez, aunque fue sacrificado Ramón Bolívar para que llegara Gabriela Marí al Instituto Estatal de Cultura, y no hubiera la acusación de nepotismo por el hermano de Audomaro Martínez, titular de Seguridad Pública, se espera un repunte en las actividades culturales.
Hay la propuesta de que se reorganice el Colegio de Arte Tabasco, la edición de un paquete mínimo bibliográfico para masificar la lectura, iniciar la modernización de las bibliotecas públicas tanto tecnológicamente como en los servicios y mejorar la calidad de la educación en el Centro de Educación e Investigación de las Bellas Artes, así como intensificar la promotoría de las actividades artísticas.
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