La larga ruta de Andrés López y Morena para 2013
La ruta de Andrés López está marcada para un año. Martí Batres la ha iniciado en su nombre con la solicitud de registro del Movimiento de Renovación Nacional (Morena) ante el Instituto Federal Electoral (IFE), aunque ninguno de los dos ni sus seguidores crean en esa organización de estirpe ciudadana y vocación democrática.
José Ureña / primercirculo@hotmail.com
Es una paradoja: acuden a una de las instituciones generadas por el sistema democrático mexicano, quieren acogerse a este mecanismo en aras de acceder a las prerrogativas millonarias —algo reducidas en 2015, generosas a partir de 2016, pero siempre millonarias—, aunque descalifican a sus integrantes y desconocen sus decisiones.
Nada nuevo en ellos.
Lo hicieron en 2006, repitieron en 2012 y seguramente será su constante cuando participen en los procesos electorales con organigrama propio.
Eso lo veremos.
El primer paso está dado y ya preparan el segundo.
Este consiste en organizar asambleas estatales y/o distritales a fin aglutinar seguidores suficientes para acreditar su padrón y alcanzar el registro.
La legislación exige tener por lo menos 0.26 por ciento de los ciudadanos empadronados, más o menos 242 mil en la actualidad.
Pocos, dada la capacidad de convocatoria de López.
ATENCIÓN ESPECIAL A LAS BASES DEL SUR
El problema no es el número, dicen los integrantes de la cúpula de Morena.
¿Realmente tiene algún dirigente diferente a Andrés López?
Ni Martí Batres.
Empero, El Peje ha ordenado a su escudero —antaño fiel seguidor de René Bejarano— los preparativos y dar la cara porque él pretende mantenerse como el guía moral, áurea hasta hoy conseguida en la izquierda sólo por Cuauhtémoc Cárdenas.
El prestigio del michoacano se percibe al interior del Partido de la Revolución Democrática (PRD), donde mora políticamente, en el ámbito político nacional y trasciende las fronteras mexicanas.
López va tras esa estela y, sin embargo, aparecerá en eventos estatales y regionales para mostrar fuerza convocante hacia el futuro partido.
Se tienen programadas poco más de cien reuniones, la mayoría en ciudades de cierto peso y con influencia en varios distritos.
Se necesita demostrar presencia en gran parte del territorio y así lo hará Morena, con singular fuerza en el sur del país y donde gobierna el perredismo: el natal Tabasco del Peje, el Distrito Federal, Guerrero, Morelos, Chiapas y en menor medida Michoacán y Zacatecas.
¿Por qué no todo el territorio?
Porque la fuerza de la izquierda es endeble en gran parte del centro y norte y en algunos lugares resulta testimonial.
LOS GOBERNADORES SE QUEDAN EN EL PRD
Cada acto, cada concentración, cada asamblea será supervisada por representantes del IFE, pero eso no bastará.
Andrés López, Martí Batres y Morena elaborarán listas en cada entidad con los datos de los ciudadanos asistentes: nombre, número de credencial de elector, distrito al cual pertenecen, domicilio…
En diciembre de 2013 concluirá este trabajo y lo entregarán en enero de 2014 al Instituto de Leonardo Valdés para alcanzar el registro.
Entonces esperarán la instrucción del IFE para iniciar su participación electoral en procesos locales y prepararse para las votaciones intermedias de 2015.
Hay metas para todo: El Peje aspira a acreditar al menos 2.5 millones de militantes en el padrón de enero, diez veces más de los requeridos de acuerdo a la ley.
Y para 2015 el propósito es colocarse como la primera fuerza de izquierda, muy por encima del PRD, del Partido del Trabajo (PT) y de Movimiento Ciudadano (MC), aunque con estos últimos habrá alianzas de facto en las primeras elecciones federales de Morena.
Todo eso se reflejará en cargos y, por supuesto, en cientos de millones de pesos en prerrogativas.
Las ambiciones son muchas y la esperanzas de los seguidores también.
Empieza la prueba porque el PRD de Los Chuchos, René Bejarano y las principales tribus perredistas también preparan su contraofensiva y en ella están contemplados los cuatro gobernadores de izquierda —Miguel Mancera, del Distrito Federal; Ángel Aguirre, de Guerrero; Arturo Núñez, de Tabasco, y Graco Ramírez, de Morelos—, donde están el poder y el dinero.
Y ninguno de ellos, como en el pasado Marcelo Ebrard o Ricardo Monreal, es incondicional del Peje.
Esa es la principal diferencia con el sexenio anterior.
El INM está en manos de una funcionaria cesada
Pasada la luna de mil, como la definiera el presidente Enrique Peña, empiezan a aparecer los pendientes de la nueva administración.
Uno de ellos está donde más dolores de cabeza se generaron para el país y para el panista Felipe Calderón, y donde se espera un cambio radical en el nuevo gobierno: la política migratoria.
Es un compromiso del nuevo jefe de Estado.
Las condiciones no son favorables, salvo si parte de cero.
Durante todo el sexenio de Calderón los medios se saciaron de noticas nacidas de los abusos contra extranjeros, fueran o no en tránsito hacia Estados Unidos.
Histórico fue el escándalo internacional por los 72 migrantes asesinados en San Fernando, Tamaulipas, pero hubo otros muchos para nutrir una abultada antología criminal.
A cada hecho se reproducían los compromisos de purgas en el Instituto Nacional de Migración (INM), lo cual supuso el despido de cientos de funcionarios de nivel bajo y medio.
Una de esas remociones fue la de Ángeles Ocampo, quien se desempeñaba como coordinadora de Control y Verificación, a raíz de abusos documentados por el sacerdote Alejandro Solalinde por agentes de migración en el trayecto del tren conocido como La Bestia, que corre por Chiapas, Oaxaca y Veracruz.
A raíz de aquellas denuncias se suspendieron los operativos pero, sorpréndase:
Hoy Ángeles Ocampo es la encargada del INM.
UNA TERRIBLE HERENCIA DE GUSTAVO MOHAR
Por lo investigado, no hay intención de nombrar comisionada a Ángeles Ocampo.
Sin embargo, no está claro por qué regresó y alcanzó tanto poder.
Seguramente tenía la confianza de los dos comisionados calderonistas, Cecilia Romero y Salvador Beltrán del Río, aunque ambos fueron muy cuestionados.
Bajo su mando se dieron los escándalos y por ellos ese órgano desconcentrado es cuestionado en su transparencia y actuación.
Ella se fue tras el crimen de los 72 migrantes conocido el 25 de agosto de 2010, y a Beltrán del Río se le acusa de tener una mano muy temblorosa para actuar.
Por esa razón no habría cumplido las promesas presidenciales de limpia y reestructuración.
Adelante daremos más datos.
Ahora la pregunta es: ¿por qué regresó Ángeles Ocampo?
Respuesta: ante la falta de liderazgo de Beltrán del Río, alguien recomendó al subsecretario Gustavo Mohar Betacourt la reinstalación de Ocampo y dio la instrucción al comisionado.
Regresó ella y con ella las denuncias por abusos y maltratos de los agentes, por supuesto a cargo de Ocampo, contra quienes cruzan el país en busca de una vida menos pobre y más digna.
Fuentes del Instituto dan otro dato:
Ocampo hace mancuerna con gestores carentes de cédula profesional para ejercer como Raquel Sevilla, lo cual está a disposición de los órganos de control del nuevo gobierno.
Como fuente de investigación tienen los nuevos señalamientos de maltrato y las denuncias de corrupción como lo ha señalado el padre Alejandro Solalinde, cuyo Premio Nacional de Derechos Humanos fue entregado por el propio presidenteEnrique Peña.
Es decir, las prácticas del INM no encajan en los propósitos del mandatario.
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