Máquinas tragamonedas y casinos invaden Tabasco
Alejandro Esquivel C. / alesquivelc@hotmail.com
Si hay un mercado que crece silenciosamente en Tabasco es el de los juegos de azar y los casinos; unos operan en forma supuestamente regular amparándose en lagunas legales, pero también muchos lo hacen en la ilegalidad, y por ello es un segmento económico donde hay más preguntas que respuestas sobre su dinamismo financiero.
Berta “N” —nombre ficticio por el anonimato solicitado— tiene 10 años de manejar 15 máquinas tragamonedas en los alrededores del mercado ‘José María Pino Suárez’. Ella es propietaria del local, pero no de las máquinas, pues alquila el lugar a particulares cuyos nombres prefiere no revelar.
A Berta no le va mal en ese negocio, como a veces sí ocurre a los comerciantes que están apiñados en los alrededores de ese popular centro de abasto, donde trabajan formal e informalmente alrededor de cuatro mil personas.
Los días de pago es cuando mejor le va. La gente se acumula —cuenta— en los alrededor de doce sitios de esa zona donde hay máquinas tragamonedas, con la esperanza de duplicar sus ingresos, difícilmente mayores a los dos mil pesos mensuales.
De hecho, cada uno de los sitios donde hay tragamonedas conoce muy bien a su clientela que crece y crece a diario, aunque la probabilidad de obtener un premio mayor es mínima.
La última vez que Juan “X” —quien también cuenta con máquinas en su negocio— entregó un premio de mil pesos fue hace dos años. “Es muy rentable este negocio, aunque también a veces las ganancias semanales se reducen”, expresa.
ADICTOS A LAS APUESTAS
Y es que el segmento de los juegos de azar en Villahermosa crece ante la mirada complaciente de las autoridades que no sabe a qué nivel lo hacen porque no llevan un registro. De hecho, cuando se trata de investigar sobre ese negocio, la mayoría de los cuestionados se muestran esquivos y dicen no saber nada.
Para nadie es un secreto que no solamente en el mercado ‘Pino Suarez’, sino en la mayoría de las colonias y centros comerciales existen ese tipo de ‘maquinitas’ en las que diariamente se puede ver a ciudadanos ‘probar su suerte’ o, típico, siendo utilizadas masivamente por estudiantes a la hora de salida o entrada a clases.
Se tienen registros de que al menos dos mil 500 tabasqueños mayores de 30 años son ludópatas y viven con la adicción patológica a los juegos de azar, cuya oferta ha crecido en pocos años.
LA ‘INDUSTRIA DE LA ILUSIÓN’
La llamada ‘industria de la ilusión’ se incrementó en Tabasco, principalmente en la capital. El centro de apuestas ‘Caliente’, propiedad de Jorge Hank Rhon, fue de los primeros en la entidad y posteriormente se establecieron ‘Palmas’, ‘Yak’, ‘Play City’, ‘The Magic’, ‘Mio Games’, ‘Taj Mahal’ y otro recientemente inaugurado a un costado del hotel Camino Real.
El crecimiento en el número de casinos en la entidad es un reflejo de la necesidad que tienen muchos adultos de apostar, aunque quienes no cuentan con la posibilidad de ir a estos lugares sienten el mismo placer en lo clandestino, con sólo jugar la ‘lotería’ entre amigos, carreras de caballos, peleas de gallos, o la legal compra del ‘cachito’ de la Lotería Nacional.
TODO UN ‘NEGOCIO REDONDO’
De acuerdo a un informe presentado por la Lotería Nacional, los tabasqueños que destinan parte de su ingreso a los juegos de ese organismo, con la esperanza de obtener riqueza espontánea, han ganado entre 2007 y 2011 alrededor de 214 millones de pesos.
No obstante, la compra de los billetes para participar le generan a esa institución ventas por 221 millones 944 mil pesos durante un año, como en 2011 cuando que vendió 443 mil 888 billetes.
Es decir, la compra de billetes de la Lotería Nacional se incrementó 44 por ciento en Tabasco, ya que en 2011 fueron 135 mil 294 billetes más sobre los 308 mil 594 que los ciudadanos jugadores adquirieron en 2007, siendo 2010 el mejor año, cuando se vendieron 513 mil 699, lo cual representó a ese organismo ingresos por 256.8 millones de pesos.
Dicho monto de venta total surge del hecho de que cada serie está formado por 20 fracciones o ‘cachitos’ que en promedio tienen un costo de 25 pesos, por lo que si fueron 10 millones 273 mil 980 de vigésimos que se vendieron en 2010, fueron 256 millones de ingreso a la institución por ventas. Negocio redondo.
La Lotería Nacional da cuenta de que fueron 533 los tabasqueños ganadores en esos cinco años, con un monto en premios de 214 millones de pesos.
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