Además de ocupar el primer lugar nacional en muertes por contagio de Sida, también se incrementó el índice de embarazos en muchachas en 8.7% en menos de cinco años… Y los programas de ayuda se obstruyen desde el gobierno estatal
Alejandro Esquivel C. / alesquivelc@hotmail.com
Pese a que las autoridades estatales de Salud y de Educación minimizan el problema de los embarazos en adolescentes en edad escolar, el Instituto Mexicano de Sexología registra que, aunque está en la media nacional, Tabasco ocupa el primer lugar en el Sureste en cuanto a ese tipo de situación.
Para la psicóloga Alejandra Pérez Rivas, la tabasqueña es una sociedad mojigata, pues “muchas señoras critican a la hija del vecino porque ya sostiene relaciones con el novio, pero no pueden aceptar que tal vez las suyas están en la misma situación; la realidad es otra y no hacen nada por proporcionarles educación sexual, porque ‘la niña es buena, no hace eso’ ”.
Por si no fuera suficiente el hecho de que Tabasco ocupa el primer lugar nacional en muertes por contagio de Sida, también se incrementó el índice de embarazos en adolescentes en un 8.7 por ciento en menos de cinco años, indica la especialista.
Según datos de la Secretaría de Salud, de enero a junio de este año, a través de sus unidades médicas se atendieron seis mil 620 nacimientos de madres cuyas edades no rebasan los 20 años de edad. Lo grave es que en la adolescencia esa situación es de alto riesgo debido a que el cuerpo de la mujer aún no está preparado para los cambios que ocurren a lo largo de la gestación.
Por tanto, los embarazos en adolescentes en la entidad son un problema de salud pública, toda vez que alrededor del 25 por ciento son ‘no planeados’. Inclusive, el registro da cuenta de casos que se dan en niñas de nueve, 10 y 11 años de edad.
Aunque es difícil determinar las causas que llevan a las jóvenes a convertirse en madres a tan temprana edad, existen referencias sobre la falta de información sobre sexualidad y cuestiones culturales familiares.
Para la ginecóloga de la Universidad Nacional Autónoma de México Florentina Álvarez Larios, las adolescentes no están preparadas para asumir la responsabilidad de cuidar un hijo, sin contar que el embarazo a esa edad condiciona el riesgo de muerte materna, que es lo que se quiere evitar.
Según estadísticas oficiales, existe una gran cantidad de embarazos de adolescentes, un alto índice de infecciones de transmisión sexual, altos casos de violencia de género en el seno de la familia y, también, violencia intrafamiliar que podrían ser evitados.
La falta de información y educación de la sexualidad son las causantes de este tipo de problema, porque al no haber educación lo que predomina son los mitos, prejuicios y estereotipos de género, que son finalmente los que detonan estas situaciones, y más cuando no existe entendimiento institucional o existen problemas políticos.
GOBIERNO OBSTRUYÓ PROGRAMAS
Es ya sabido por todos que hace algunos años la ex secretaria de Educación, Rosa Beatriz Luque Green, se negó a firmar el acuerdo mediante el que se permitiría poner en marcha en ocho planteles de educación media superior el programa ‘Jóvenes de Centro, por una juventud responsable y sana’, propuesto por el ex alcalde de Centro, Evaristo Hernández Cruz, quien denunció la obstrucción de sus programas.
En aquella ocasión, Hernández Cruz señaló que a pesar de que contaban con 40 millones de pesos para construir y equipar gimnasios, pagar honorarios de los profesionales que impartían los talleres de orientación e instalar máquinas despachadoras de condones en escuelas de bachillerato, la Secretaría de Educación se negó a firmar el acuerdo.
“No basta con querer transformar Tabasco sólo con palabras. Hay que transformarlo con hechos, sobre todo porque es alarmante la cifra de embarazos no deseados entre las adolescentes tabasqueñas”, denunció aquella vez el ex alcalde.
Además, acusó a las autoridades estatales de poner poco interés para abordar un problema que convierte a Tabasco en uno de los estados de la República con un gran índice de embarazos en adolescentes.
NO HAY ORIENTACIÓN ESPECIALIZADA
En México se registran cada año más de 400 mil embarazos en mujeres adolescentes; es decir, de alrededor de cien partos diarios 60 corresponden a jovencitas cuyas edades fluctúan entre 13 y 19 años.
El sexólogo Moisés Caudillo refiere que una de las alternativas que como especialista considera pertinente ante esa problemática, es formar cuadros técnicos entre los docentes para que sean adiestrados como especialistas y maestros en el ámbito de la educación sexual.
Destaca como una de las causas del problema, que desde el nivel preescolar no hay una orientación especializada a los niños, lo cual en su adolescencia los lleva a querer experimentar sin limitaciones una vida sexual activa, trayendo como consecuencia enfermedades de transmisión sexual y embarazos no deseados.
Para orientar a los adolescentes, no sólo hay que brindarles información, sino que ésta vaya acompañada de un proceso que genere cambios de actitudes que lleven como resultado entre los jóvenes la utilización del condón durante las relaciones sexuales, indica.
Dice que el embarazo de adolescentes se relaciona con factores como iniciar precozmente las relaciones sexuales, familias donde la autoridad moral es débil, ausencia de la figura paterna o padres que viven en unión libre, y cuando personas distintas a los padres cuidan o crían a las adolescentes.
Sin embargo, es difícil determinar con exactitud las razones de la preñez de las adolescentes. Las causas son múltiples y se relacionan entre sí, explica.
Una de las principales podría ser que la madre encabeza la mayoría de las familias de bajos ingresos, asume el rol de administradora del hogar y se convierte en la proveedora principal de los alimentos; por tanto, desatiende aspectos significativos de su casa y a menudo no tiene en quien delegar esas responsabilidades.
MATERNIDAD COMO ‘ÚNICA OPCIÓN’
En la mayor parte del mundo son el resultado directo de la condición inferior de la mujer, cuyo papel en la sociedad está devaluado, señala la socióloga Esmeralda Sánchez, quien dice que es característica de todas las sociedades que la mujer tenga menos acceso o ejerza menos control de los recursos de valor que el hombre.
Por ejemplo, explica, en los países en vías de desarrollo, generalmente a ellas se les niega la educación y las habilidades para competir. Así, la maternidad se presenta como el único modo de alcanzar un lugar en la sociedad.
Por tanto, muchas adolescentes de comunidades pobres y reprimidas, que poseen pocas oportunidades para educarse y mejorar económicamente, con frecuencia ven la maternidad como una forma de aumentar su propio valor y poseer algo, expresa.
Asimismo —prosigue— se ha comprobado que conforme aumenta el nivel económico son mayores las opciones; por eso son más frecuentes el aborto, la adopción, tener soltera al hijo o casarse.
De tal modo que si la mujer se casa, muchas veces la pareja adolescente no puede establecer un hogar independiente por penurias económicas, y si la joven permanece soltera, continúa el embarazo con grandes carencias y dificultades.
La especialista manifiesta que una madre adolescente es causa posible del embarazo de su futura hija adolescente, ya que existe la reincidencia generacional de embarazos adolescentes.
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