Vivimos en una economía petrolizada y para rematar los tabasqueños mantienen un pleito histórico con la CFE que les provee electricidad a precios impagables
Alejandro Esquivel C. / alesquivelc@hotmail.com
Para nadie es un secreto que en Tabasco no existe un esfuerzo coordinado por institución pública alguna que pueda dar viabilidad al uso de energías renovables y con sostenibilidad ecológica, económica y social.
El problema en sí es que vivimos atrapados en una economía petrolizada; sin embargo, con base en el afán de diversos investigadores nacionales y estatales, se tiene claro que lo mejor es empezar a alejarse del uso del combustible fósil.
Las razones sobran y sus índoles también, pero no son pocos los obstáculos para la transición hacia la explotación de fuentes de energía renovables, las cuales son urgentes y traerían cambios positivos no sólo desde una perspectiva ambiental, sino también económica, política y social.
Con base en la necesidad del cambio del uso del petróleo como energético, la Federación ha establecido la Estrategia Nacional para la Transición Energética y el Aprovechamiento Sustentable de la Energía.
Dicha estrategia, de acuerdo con el artículo 22 de la Ley para el Aprovechamiento de las Energías Renovables —publicada en el Diario Oficial de la Federación el 28 de noviembre de 2008—, establece cómo impulsará políticas, programas, acciones y proyectos encaminados a conseguir un mayor aprovechamiento de fuentes de energías renovables y tecnologías limpias, promover la eficiencia y sustentabilidad energética, así como la reducción de la dependencia de México de los hidrocarburos como fuente primaria de energía.
AÚN NO SE DAN LOS PRIMEROS PASOS
Para Julio César Macario, quien es consultor en la materia, la realidad es cruda, pues hasta la fecha en Tabasco no ha existido intención gubernamental, particular ni de alguna institución académica para establecer los cauces necesarios que nos lleven siquiera a una sensibilización sobre la urgente necesidad de empezar a transformar —“aunque esta palabra ya esté muy devaluada”, acota—, empezar con la conversión de las formas de producción y el uso de energías renovables y aportar con ello a la protección del medio ambiente.
Señala que en Tabasco se consume más energía que en otras entidades debido a los aspectos climáticos y ambientales que caracterizan al trópico húmedo, lo que aunado a la marginación, desempleo y falta de información y de transparencia respecto de las altas tarifas eléctricas cobradas por la Comisión Federal de Electricidad (CFE), han propiciado una deuda impagable, “pues se hacen acuerdos que se firman populosa y mediáticamente, pero que se tienen que invalidar ante el persistente cobro excesivo por parte de la paraestatal y el silencio cómplice del gobierno”.
Por la falta de interés e inoperancia de las instituciones gubernamentales, no se ha establecido siquiera un programa de reducción del uso de energía eléctrica o uno de conversión, cuando menos en el ámbito familiar para la generación de electricidad barata y renovable, lamenta Julio César Macario.
HAY 45 MIL SIN LUZ ELÉCTRICA
En el mundo existen mil 600 millones de personas que aún no tienen acceso a la electricidad y dos mil 400 millones —más de las dos terceras partes de la población mundial— que todavía cocinan y se proporcionan calor con fuentes de combustibles tradicionales como la leña o el estiércol, lo cual propicia contaminación del aire en espacios cerrados y al aire libre.
Según cifras del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), el 2% de la población de Tabasco —unas 45 mil personas— carece de energía eléctrica. Se trata de gente de comunidades demasiado apartadas donde las familias gastan hasta el 40 por ciento de sus ingresos totales en energías sustitutas, como petróleo, velas y pilas alcalinas.
El resto de los habitantes está supeditado a recibir la electricidad bajo un riguroso esquema de tarifas caras, nada preferenciales, ante el consumo que se efectúa de la misma debido a la situación climática del estado, donde la temperatura promedio anual es de entre 37 y 38 grados Celsius, lo cual ha derivado que alrededor de 300 mil familias se mantengan en ‘resistencia civil’ desde hace 17 años.
UNA NECESIDAD, NO UN LUJO
Como consecuencia, se ha establecido una lucha social contra la CFE que, escudada en la discrecionalidad institucional y en el complicado procedimiento técnico-legislativo para la disposición de las tarifas con sugerencia supervisora de la Secretaría de Hacienda, no ha permitido a los tabasqueños obtener una tasa justa y mucho menos una solución al adeudo de luz, que según se dice ya supera los tres mil millones de pesos.
Ante ello, el diputado federal Gerardo Gaudiano Rovirosa solicitó que sea la Secretaría de Energía la facultada para establecer y revisar las tarifas eléctricas y no la de Hacienda como actualmente sucede. Así lo dio a conocer al presentar una iniciativa que reforma y adiciona diversas disposiciones de la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, la Ley de la Comisión Reguladora de Energía y la del Servicio Público de Energía Eléctrica.
Al reconocer que la energía eléctrica es una necesidad básica para las familias mexicanas y no es un lujo, el legislador perredista indica que la imposición de las tarifas de alto consumo doméstico “está fuera de los subsidios que ofrece el Gobierno Federal y se aplican, a partir de los 251 kilowatts por hora, que representan un pago de al menos 900 pesos mensuales de energía eléctrica, por lo cual las familias llegan a pagar hasta más del doble en sus recibos de luz, en comparación de quienes viven en países más desarrollados”.
Señala que en Tabasco existe un conflicto histórico con la CFE que involucra a cerca de 300 mil familias, quienes han dejado de pagar sus recibos debido al monto exorbitante que se les pretende cobrar.
El recién nombrado presidente de la Comisión de Recursos Hidráulicos apunta que como tabasqueño busca que se otorgue certeza de transparencia y observación ciudadana en los costos de las tarifas eléctricas, y dice que seguirá pugnando por que éstas sean justas y equitativas; “en ese ánimo, buscamos ser congruentes; pido que asumanos juntos el compromiso en este sector tan importante, a favor de México y de Tabasco”.
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