jueves, 22 de noviembre de 2012

Tabasco es quinto lugar en mujeres maltratadas


En la entidad no existen proyectos a fondo orientados a promover acciones de prevención, detección y difusión de la violencia contra este grupo poblacional y los esfuerzos para la atención del tema de género son endebles 


Roberto Barboza Sosa / rbarbozasosa@hotmail.com



Durante sus 33 años de casada, doña Juana Julia Ramírez soportó estoica la violencia verbal de su marido, quien siempre la insultaba con mentadas de madre, mayormente cuando se emborrachaba. Incluso, llegó a soportar hasta amenazas de muerte.
Finalmente, la señora Juana, con domicilio en Cerro Blanco 5ª Sección, Tacotalpa, se capacitó en violencia de género. “Conocí mis derechos ciudadanos, podemos decidir y no dejarnos que nos discriminen”, expresa.
Ahora, su pareja con quien se casó desde los 14 años, ya sabe que tiene que respetar y ha dejado de violentar verbalmente a su mujer, incluso sabe que si su esposa está ocupada con otras tareas, él puede servirse su comida, entre otras actividades.
Esta mujer tacotalpense formó parte del proyecto ‘Consolidación y fortalecimiento de las promotoras para la equidad de género y la conservación de la biodiversidad en los municipios de Macuspana, Tacotalpa y Tenosique, Tabasco’.
Promovido por la Secretaría de Recursos Naturales y Protección Ambiental (Sernapam) y Petróleos Mexicanos (Pemex) en coordinación con la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), el proyecto lo desarrolló un equipo de expertos conjuntamente con las agencias de Desarrollo Sustentable de los municipios de Macuspana, Tacotalpa y Tenosique.
Dicho proyecto abarcó las micro-regiones de Agua Blanca, La Sierra y el Cañón del Usumacinta, pertenecientes al Corredor Biológico Mesoamericano en Tabasco.
Su creación fue enfocada a grupos de mujeres en comunidades rurales como Cerro Blanco —donde habita doña Juana— y los recursos fueron aportados conjuntamente por la Sernapam y Pemex.
El trabajo se desarrolló durante seis meses y se dividió en cuatro etapas que incluyeron dos talleres con los temas: Ciudadanía y liderazgo; Empoderamiento; Evaluación del medio ambiente; Análisis de las instituciones socializadores de los roles de género; ¿Cómo elaborar denuncias sobre violencia de género y daños ambientales?, y ¿Cómo realizar un taller y elaborar un plan de trabajo?
Se realizó un plan de acción en el que las promotoras impartieron pláticas en sus comunidades sobre los temas de violencia, derechos de las mujeres y cuidado del agua, asimismo realizaron actividades de recolección de basura y limpieza de sus comunidades.
Sin embargo, en Tabasco los esfuerzos para la atención del tema de género son endebles y con dispersas políticas públicas en esta materia, a pesar de la gravedad de este problema.
No existen proyectos a fondo orientados a promover acciones de prevención, detección y difusión de la violencia contra las mujeres, dirigidas a la población en general, pero priorizando a los grupos en situación de riesgo y vulnerabilidad.

FEMINICIDIO, LA PEOR EXPRESIÓN
Este 25 de noviembre se celebra el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, y será motivo para destacar y reflexionar sobre este problema que afecta a gran parte de la población y que se agrava hasta llegar a su peor expresión: el feminicidio.
En un estudio financiado por el Instituto Nacional de Desarrollo Social con recursos otorgado por el Programa de Apoyo a las Instancias de las Mujeres en las Entidades Federativas (PAIMEF) para el proyecto ‘Atención y Prevención de la Violencia de Género en el Estado de Tabasco’, se destaca que la proporción de mujeres maltratadas a lo largo de su relación es de las más altas en el país, al ocupar el quinto lugar después del Estado de México, Jalisco, Colima y Durango (ENDIREH, 2006).
De acuerdo a los resultados del estudio, de las 420 mil 833 mujeres casadas o unidas de 15 años y más que se encuestaron en Tabasco, 221 mil 213, que constituyen el 52.5 por ciento, manifestaron haber sufrido violencia por parte de su pareja a lo largo de su relación, y de ellas, 188 mil 919 (85.4 por ciento) expresaron que la padecieron en los 12 meses previos a la aplicación de la encuesta.
En el año 2005 se registraron 285 violaciones de mujeres, de las cuales 26 por ciento se perpetraron en el municipio del Centro; de éstas, una de cada 100 fueron hechas por un hombre (Procuraduría General de Justicia, 2005 y ENDIREH, 2006).
Lo peor del caso es que del total del conjunto de agresiones-violaciones a la mujer, sólo un poco más del 25 por ciento denuncia a su agresor.

VIOLENCIA EMOCIONAL, LA MÁS FRECUENTE
Los incidentes de violencia hacia las mujeres por parte de su pareja suelen agruparse en cuatro tipos: emocional, económica, física y sexual. La violencia de tipo emocional suele ser la más frecuente, tanto a lo largo de la relación con 84.3 por ciento, como en el último año con el 78.9 por ciento.
Las agresiones de tipo sexual son las menos frecuentes: el 14.5 por ciento de las mujeres dicen haberlas sufrido a lo largo de su relación y 13.4 fueron víctimas en los últimos 12 meses (ENDIREH, 2006).
Las manifestaciones de la violencia de tipo emocional que sufren la mayoría de las mujeres permiten mantener la relación de poder del agresor sobre ellas en la dinámica de pareja. Entre dichas manifestaciones se encuentran las siguientes: al 54.3 por ciento de las féminas que sufren de violencia emocional su pareja les ha dejado de hablar, y el 30.8 dice que su pareja se enojó porque no realizó completos los quehaceres del hogar, entre otras.
Respecto a las manifestaciones de violencia física, en el 47.1 por ciento de los casos las señoras dicen que su pareja las empujó o les jaló los cabellos, mientras que un 32.9 por ciento de las féminas declararon haber sido golpeadas con las manos o con algún objeto.
Y en lo que respecta a la violencia económica, el 31.9 de las mujeres dijeron que han sufrido reclamos por cómo gastan el dinero (ENDIREH, 2006).  

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