martes, 20 de noviembre de 2012

Punta Fina


Izquierda bajo subasta



Oficialmente Andrés López ya no tiene intereses en el Partido de la Revolución Democrática (PRD).Ha optado por pertrecharse en los partidos del Trabajo (PT) y Movimiento Ciudadano (MC) en tanto da vida a una organización propia garante de altas prerrogativas y manejo de candidatos a discreción


José Ureña / primercirculo@hotmail.com



Cuando eso suceda, y seguramente sucederá en las elecciones intermedias de 2015, Alberto Anaya y Dante Delgado deberán decidir si se van a otra parte con sus organizaciones para usufructuar únicamente para sí los monumentales recursos provenientes del erario, o si se suman al caudillo tabasqueño para hacer una bolsa más rendidora pero compartida.

Hay otro escenario:
Si no dan resultado las asambleas y las estructuras formadas desde las elecciones de 2006, si pese a todos los esfuerzos algo se atora y no logra el registro de su Movimiento de Renovación Nacional (Morena), entonces López repartirá con PT y MC las candidaturas y tendrán presencia en todo el país.
Es el acuerdo implícito y tanto Anaya como Delgado no ocultan su deseo de continuar al lado del Peje porque les ha dado generosos dividendos: gobernadores, senadores, diputados federales, diputados locales, regidores y posiciones administrativas.
Donde han ido en alianza todas las izquierdas o en sociedad con Acción Nacional (PAN), los mandatarios estatales son tolerantes con ellos y les conceden derechos de gestión, audiencia, recursos y algunas obras.
No ha sido en balde.
Todo eso no lo habrían logrado —por ir solo el MC ni siquiera consiguió los cinco escaños necesarios para integrar una bancada en el Senado, como tampoco lo logró el Partido Nueva Alianza (Panal) de Elba Esther Gordillo—y las prerrogativas serían escuálidas.
Hoy gracias a esa unión percibe cada uno más de 200 millones de pesos anuales del Instituto Federal Electoral (IFE) y varios milloncitos más en los estados donde mantienen su registro.

EL PEJE NO DESBARATARÁ A PT Y MC
Ese escenario está a revisión y rondará con fuerza esta semana, durante la asamblea constitutiva de Morena.
Esos días no se tendrá la radiografía futura del nuevo partido.
Habrá un grupo embrionario con afines a Andrés López, pero por acuerdo de partes no se incorporarán legisladores para no debilitar al PT y al MC en el Senado de la República y en la Cámara de Diputados.
Porque mantener las bancadas con al menos cinco integrantes tiene muchos beneficios: comisiones, viajes, encargos… y abultadas partidas para repartir a discreción entre senadores y diputados.
Gran parte de ese dinero sin presentar comprobantes, sin transparencia alguna.
Por eso los incondicionales de López seguirán con sus siglas actuales.
Vayan dos casos paradigmáticos:
Manuel Bartlett, ex priísta, ex secretario de Gobernación, autor de la caída del sistema en 1988 contra Cuauhtémoc Cárdenas, ex gobernador de Puebla y ex senador por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), seguirá al frente de la bancada del PT.
¿Cuánto tiempo?
Eso lo decidirá López.
Es el mismo caso de la es corredora Ana Gabriela Guevara.
Tal vez en 2015, en función de los resultados electorales, haya un reacomodo de personajes en la Cámara de Diputados rumbo a 2018.

TITUBEOS DEL GRUPO DURO DEL PRD
Con los perredistas las condiciones son distintas.
El ala dura de ese partido, con Martí Batres, Dolores Padierna, René Bejarano y Alejandro Sánchez a la cabeza, trata de venderse caro.
Su corazón está con Andrés López, pero su interés inmediato con el PRD.
En consecuencia, coquetean con El Peje y a la vez tratan de negociar con la corriente de Los Chuchos Jesús Ortega y Jesús Zambrano.
Salvo Batres, quien lagotea al de Macuspana para granjearse su confianza y ser el primer dirigente de Morena, los demás están a la espera de resultados de las negociaciones.
Y si negocian posiciones, cargos y prebendas, los principios pasan a segundo término.
Así seguirán un tiempo.
El propio López les facilitó las cosas cuando anunció una organización política impoluta con militantes nuevos, no viciados y tampoco desechos de los partidos tradicionales.
Ha resultado un club de cuates, pero no debiera sorprendernos porque es la constante en los partidos minucia.
Y tal vez en esa jerarquía de activismo idealizado quepa perfectamente el movimiento estudiantil nacido en la Universidad Iberoamericana (UIA) para torpedear la campaña presidencial Enrique Peña aunque haya nacido con una falsa autodescripición de apartidista.
Ellos ya son parte orgánica de Morena, los cuadros duros del PRD no.
Pero están disponibles para cuando El Peje los necesite en campaña.
Entonces dirán su precio.  

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