Entusiasmados por el éxito del club Xoloitzcuintles de Tijuana, algunos promotores estarían coqueteando con allegados al gobernador electo para conseguir el apoyo del gobierno estatal
Redacción / clip.redaccion@gmail.com
¿Están dadas las condiciones para que haya equipo de primera división de fútbol en Tabasco?
Muchos dicen que sí. Y ponen de ejemplo a los Jaguares de Chiapas.
Nada más que no ven las entrañas del Jaguar. A éste se le ven en los intestinos parte de la hacienda estatal del gobierno chiapaneco.
Tampoco se sabe a ciencia cierta si es redituable el equipo en la entidad vecina. Se supone que sí.
En Tabasco, el gobierno lidia con el equipo de beisbol Olmecas, con más fracasos que con algún sabor alegre para la afición.
Sólo ostenta un campeonato, el de 1993. De ahí, puras vergüenzas.
Regresando al fútbol, que se supone es el deporte más popular en el país, el punto no es propiamente si el gobierno le entra al “toro”, sino más bien si hay la capacidad organizativa por parte de los empresarios para que corra la pelota del máximo circuito en césped tabasqueño.
El primer punto para que haya fútbol es que los empresarios interesados en entrar al ruedo se pongan de acuerdo y miren hacia el horizonte, no que piensen cómo se joden unos a otros.
Sin esa fórmula no hay avances y menos apoyo.
Y el segundo tema a tratar radica en la no politización del negocio, tal como ocurre con el rutilante club Xoloitzcuintles de Tijuana, cuyo proyecto es, además de deportivo, eminentemente político.
El equipo de futbol que tras ascender a Primera División hace tres torneos ya se encuentra en la antesala de la final por el campeonato de la ahora llamada Liga MX.
De obtener el título habrá un gran triunfador: Jorge Hank Rhon, cuya popularidad le dará para retar a su partido, el PRI, a fin de contender por una segunda candidatura para gobernador de Baja California en los comicios de 2013.
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