Tan sólo en la contingencia de 2007 se perdieron 31 mil 800 mdp, casi el 30% del PIB estatal, cifra sin precedentes para un desastre de este tipo en un solo estado
Alejandro Esquivel C. / alesquivelc@hotmail.com
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe de las Naciones Unidas (CEPAL) y el Centro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED) elaboraron un informe sobre el impacto de las inundaciones ocurridas en el estado de Tabasco en 2007.
Las consecuencias físicas —porcentaje del territorio inundado y ubicación de dicha inundación, desbordamiento de los ríos, acumulación y duración del agua en las comunidades inundadas y afectación a comunidades circunvecinas— no tienen precedente en la historia del estado.
El impacto de las inundaciones fue de tal magnitud que se estima que en el momento más crítico, 62 por ciento del estado estaba cubierto de agua, afectando a cerca de mil 500 localidades —rurales en un 90 por ciento—, dejó a casi 1.5 millones de damnificados (75 por ciento de la población del estado), casi seis mil 500 kilómetros de carreteras y caminos afectados (73 por ciento de la red del estado), 570 mil hectáreas agrícolas siniestradas y 123 mil viviendas con afectaciones.
Todos estos daños y pérdidas sumaron la impresionante cantidad de 31 mil 800 millones de pesos (casi 30 por ciento del PIB estatal), costo también sin precedentes para un desastre de este tipo en un solo estado.
De acuerdo con información del Centro de Investigación en Geografía y Geomática (Centro Geo), ya en el siglo pasado se registró un aumento en el número de huracanes de gran intensidad que tocaron tierra en la región del Golfo de México: en las primeras cuatro décadas no se registraron huracanes de categorías 4 y 5, pero en los últimos diez años el total de huracanes en cada una de esas categorías fue de más de cinco.
ALTERNANCIA CON PROYECTO
Dentro de los proyectos del gobierno que tomará las riendas de Tabasco a partir de enero próximo, es vital iniciar un programa de reforestación en la zona serrana del estado, para recuperar la pérdida y degradación de los suelos, que es lo que ha propiciado en buena medida las inundaciones en Tabasco los últimos años, así como preservar la riqueza ecológica que desapareció con el desmonte generalizado de la selva.
Otra de las propuestas es promover el aprovechamiento integral de los recursos silvícolas comerciales con integración a la industria, aumentando la producción de las especies preciosas y blandas, así como apoyar la organización de los productores rurales bajo condiciones colectivas para el desarrollo agropecuario y forestal con programas de capacitación y otorgamiento de créditos.
Del mismo modo, incentivar las plantaciones forestales comerciales, considerando alcanzar una meta de 10 mil hectáreas anuales, y establecer aserraderos y promover y gestionar la instalación de plantas productoras de celulosa y papel, así como de tableros de fibra de mediana densidad.
Asimismo, se prevé constituir un fondo estatal de garantías para apoyar a los plantadores que decidan solicitar créditos para financiar los costos de mantenimiento durante el período de maduración del cultivo, y estimular la inversión en instalaciones y equipamiento que requiera cada grupo de productores para poner en marcha el nuevo Programa de Silvicultura en Tabasco, así como tramitar apoyos necesarios para obtener asistencia técnica de calidad, en programas de por lo menos dos años, con indicadores de resultados.
Otro proyecto es impulsar la integración de cadenas productivas que complementariamente a la actividad silvícola primaria generen un valor agregado a la materia prima que se produzca, con el objeto de producir artículos manufacturados que permitan la creación de empleos permanentes.
Y finalmente, establecer plantaciones de diversos géneros que tengan la factibilidad de producir biocombustibles como alternativa ambientalmente responsable para la generación de energía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario