¿Finanzas sanas o enfermas?
La voz de alerta la puso el gobernador electo Arturo Núñez Jiménez, apenas el viernes 21 por la noche, en una cena con correligionarios; les dijo que en materia financiera y fiscal del estado “no hay las mejores noticias”. Tal vez no quiso asustarlos, pues debió decirles: ‘debemos esperar las peores noticias’.
Fernando Hernández Gómez / fdohernandezg@hotmail.com
A tres mese de que se dé la alternancia del mando en Tabasco, las cosas se complican. En las arcas estatales ya no hay dinero para muchos gastos comprometidos; incluso, para sacar adelante el funcionamiento de instituciones que brindan servicios básicos a la población.
Los retrasos en pago de prestaciones a empleados del subsistema Cecyte y a trabajadores de campo de los centros de salud del estado, que tuvieron que parar labores para presionar a las autoridades, encendió las luces de alerta.
Si, como se afirma, las finanzas están sanas, ¿por qué se retrasan estos pagos que, suponemos, están debidamente presupuestados? ¿O estarán enfermas, anémicas las arcas estatales?
Si las condiciones no empeoran, lo único seguro hasta ahora es el aguinaldo de la burocracia —unos 11 mil sindicalizados— que cobrará en la segunda quincena de diciembre, en una sola exhibición, el sobre verde con los 80 días de esta prestación de ley.
Pero el aguinaldo de la compensación que deben recibir los empleados de confianza, ese está en veremos. Si bien les va, cobrarán cuando mucho el equivalente a 30 días de trabajo.
La información que tenemos es que los gastos se redujeron al máximo en todas las dependencias estatales, y en algunas áreas a cero, mucho antes del 30 de septiembre, la fecha que se puso como tope para cerrar las adquisiciones en todo el gobierno.
Hay nerviosismo en las áreas administrativas de muchas dependencias, pues peligran los pagos a proveedores que se había comprometido con las cámaras empresariales, específicamente la Canacintra, a saldarse antes de la partida de los actuales funcionarios.
En los centros escolares públicos no saben si les cubrirán el consumo de energía eléctrica de los dos últimos bimestres, y en hospitales comienzan a escasear medicamentos, reactivos e insumos diversos, porque los proveedores no quieren seguir dando fiado, hasta que les paguen.
El centro médico del ISSET en esta capital está a punto de colapsarse, y en los municipios la cosa es más grave; “están dejando morir a las personas, porque no hay con qué atenderlos”, según acusó el dirigente estatal del Movimiento Ciudadano, Gaspar Córdova Hernández.
MEGA-OBRAS, SIN SELLO GRANIERISTA
Desde ahora puede adelantarse que el Hospital General de Cárdenas, la Torre Oncológica del ‘Juan Graham Casasús’ y el libramiento de Villahermosa —que serían las mega-obras con el sello granierista, aunque los recursos para hacerlas sean federales— no se inaugurarán durante lo que resta del sexenio.
En su sexto y último informe, el 11 de noviembre, el titular del Ejecutivo estatal dirá que, en el caso de los nosocomios, la obra negra está terminada y sólo falta equiparlos. La causa: no hay recursos. ¿Finanzas sanas y sin recursos para equipar obras casi concluidas?
Otras mega-obras como el distribuir vial La Pigua y la red ferroviaria Estación Chontalpa-Dos Bocas ni siquiera se iniciaron, por los mismos motivos.
La misma suerte correrán las escolleras que volverían a darle dinamismo comercial al puerto de Frontera. A buena hora el subsecretario de Comunicaciones en el estado, Sergio Herrera Concha, nos viene a decir que la obra no se hizo por falta de rentabilidad del puerto. ¿Qué más de lo que prometieron no hicieron?
Estén comprometidos recursos federales o estatales, a Tabasco le quedarán a deber muchas cosas, muchas de las obras que lo transformarían.
Y no puede presumirse que se cerrará el ejercicio sexenal con finanzas sanas cuando hay un estado enfermo, con achaques y carencias por todas partes. ¿Habrá que meterlo a terapia intensiva?
¿RESISTENCIA CIVIL CON LA CFE?
Como si estuviera en resistencia civil, el gobierno estatal dejó de cubrir hasta sus responsabilidades económicas con la Federación, como ocurre con el Acuerdo Compensatorio por Tabasco, suscrito con la CFE para reducir tarifas eléctricas a consumidores domésticos de la entidad, al que ha dejado de aportar 735 millones de pesos.
Quien sacó a flote esta situación fue el gobernador electo. Reveló Núñez el 26 de septiembre: “El lunes de la semana pasada (día 17) me tomé un café con el nuevo director de la CFE (Jaime González Aguadé); me presentó un adeudo del gobierno del estado relacionado al tema de las tarifas eléctricas, que tuve oportunidad de comentar con el gobernador Granier y él me dice que es un compromiso de la Secretaría de Hacienda absorber ese adeudo, y convenimos que él va a solicitar a Gobernación se nos convoque a una reunión para que estén todas las partes y podamos esclarecer bien esto”.
Del tema habló también el gobernador en funciones. Dijo Granier el jueves 27: “Estamos esperando una reunión en conjunto el licenciado Núñez y un servidor, y el secretario de Gobernación (Alejandro Poiré) para que la Federación deposite los dineros que quedan todavía pendiente para el Acuerdo Compensatorio. No es deuda del estado; es un acuerdo que el señor Presidente (Felipe Calderón) hizo, en el cual los dineros vendrían de la Federación para abaratar la luz en Tabasco”. ¿Y por qué aparece en el recibo de luz como aportación estatal? ¿Por qué no había hablado de esa deuda? ¿Habrá más?
HABLANDO DE COSAS DESAGRADABLES
“Tabasco es vanguardia en obras públicas, trabajo permanente y arduo a pesar de adversidades”. La frase bien podría creerse, pero quien la dice le resta todo valor: Héctor López Peralta, titular de SAOP. Su ‘obra’ no está a la vista…
Indignadísimos, integrantes del Congreso local cuestionaban las compensaciones de entre 200 mil y 345 mil pesos que se auto-asignaron funcionarios del Cecyte. Y se preguntaron: ¿Pues qué se creen? ¿Diputados, alcaldes, secretarios…?
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