lunes, 29 de octubre de 2012

Es “letra muerta”, la ciencia y tecnología en Tabasco


Pese a su economía petrolizada, Tabasco registra enormes rezagos: 7.22% de su población no sabe leer ni escribir, y 53.83% vive en condiciones de pobreza; en contrapartida, es penúltimo lugar en inversión para el desarrollo del capital humano y sólo 0.3% del PIB se invierte en ciencia y tecnología 

Alejandro Esquivel C. / alesquivelc@hotmail.com



La experiencia de los países avanzados, los que tienen los mayores índices de bienestar social y económico, revela que su progreso es proporcional a la inversión que han hecho en educación, ciencia, tecnología e innovación. 
Por ende, la lección es clara: si queremos progresar social y económicamente, tenemos que promover el desarrollo educativo, científico y tecnológico.
No obstante, en el caso de México, cada una de sus 32 entidades federativas presenta grandes y variados problemas y limitaciones, que hablan de un rezago en bienestar social y económico. Desgraciadamente, Tabasco ha sido uno de los ejemplos más claros en ese sentido.
Por tanto, es necesario que las autoridades estatales instrumenten estrategias en el corto, mediano y largo plazos, orientadas a abatir dicho rezago mediante la aplicación del conocimiento, la tecnología y la innovación, toda vez que en esa materia nuestro estado se mantiene cercano al lugar 30 nacional.
De acuerdo a un diagnóstico efectuado entre 2004 y 2011 por el Foro Consultivo Científico y Tecnológico (FCCyT), mediante el que se evaluó el desempeño de las políticas públicas y los principales indicadores de la administración estatal, el sector petrolero es el que más injerencia tiene en las actividades económicas del estado, pues en 2009 su participación fue de 51.1 por ciento en relación con las demás actividades. 
Por ello, afirma que es un estado dependiente de la producción de petróleo, ya que comparado con otros sectores, el comercio sólo aporta 8.9 por ciento del PIB, la construcción 7.7 por ciento y la industria manufacturera 4.2 por ciento. 
No obstante de contar con una economía petrolizada, sus indicadores de tipo social registran enormes rezagos; por ejemplo, ocupa la posición 20 en el número de años promedio de escolaridad; 7.22 por ciento de su población no sabe leer ni escribir y 53.83 de los tabasqueños vive en condiciones de pobreza, de acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
Aunque según el padrón de investigadores del SIN, ha aumentado el número de investigadores en una tasa promedio anual de 13.11 por ciento —lo cual representa haber pasado de 24 a 43 investigadores por millón de habitantes, cuando el promedio en los países avanzados como Finlandia es de 3 mil 462—, lo cierto es que Tabasco requiere hacer un esfuerzo titánico en la materia para posicionarse, por lo menos, nacionalmente.

NI 1% A CIENCIA Y TECNOLOGÍA
Para el director del Consejo de Ciencia y Tecnología del Estado de Tabasco (CCyTET), Alejandro García Muñiz, es de vital importancia convencer a los sectores privados, gubernamentales y académicos, que invertir en ciencia y tecnología trae diversos beneficios como ingresos económicos, empleo y desarrollo, entre otros.
“Hace falta inversión en ciencia y tecnología; en México apenas se brinda el 0.4% del producto interno bruto (PIB) a este sector; en Tabasco se da el 0.3% cuando la ley marca que lo ideal es el uno por ciento de inversión. Por eso es importante innovar y crear estrategias de vinculación que incrementen estas cifras, los resultados serán en beneficio de todos”, precisa.
Existe también un importante rezago en el acceso a las tecnologías de la información y la comunicación, pues sólo 20.96 por ciento de las viviendas cuentan con computadora y en el 21.87 por ciento hay servicio telefónico.
En síntesis, el estudio revela que Tabasco es de los seis estados que aún no logran consolidar una comisión específica de ciencia y tecnología para atender los problemas del desarrollo científico y tecnológico, sin contar que se ubica en último lugar en materia de infraestructura empresarial y en la penúltima posición como formadora de recursos humanos.

‘HONROSOS’ PENÚLTIMOS LUGARES
Por si ello fuera poco, la entidad ocupa el lugar 30 en el indicador de investigadores por cada 10 mil habitantes de la población económicamente activa (PEA), penúltimo lugar en materia de inversión para el desarrollo del capital humano y en becas vigentes del Conacyt por cada mil estudiantes de posgrado, y lugar 30 en cuanto a la participación en el total de posgrados del país.
Luis Manuel Cordero, investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México, indica que en la medida que un estado cuente con una infraestructura científica y tecnológica completa estará en la posibilidad de desarrollar proyectos que promuevan el desarrollo.
No obstante, el director del CCyTET señala que por falta de recursos, proyectos e infraestructura, en Tabasco y en México hay fuga de ‘cerebros’ en el rubro, los cuales prefieren irse a otros países o estados.

AL CCYTEC, 0.04% DEL PRESUPUESTO ESTATAL
Luego de reconocer que en otras entidades existen mayores oportunidades de desarrollo para esta rama del conocimiento, sobre todo en especialidades como la robótica o aéreo-especial, García Muñiz recalcó que “sí hay salida de intelectuales de México, no nada más por falta de recursos sino también por falta de infraestructura científica y tecnológica”.
Ello es entendible también porque según el estudio del Foro Consultivo Científico y Tecnológico, Tabasco es el lugar 27 en cuanto a becas, ya que en 2010 la entidad agrupó apenas el 0.28 por ciento del total de becas nacionales administradas por el Conacyt.
En 2011 el presupuesto asignado al CCyTET fue de 12 millones de pesos, lo que representó 0.04 por ciento del presupuesto público estatal. Y aunque los recursos han incrementado desde 2009, dichos aumentos han sido de alrededor de un millón de pesos por año, y en términos relativos prácticamente su participación en el presupuesto total no se ha movido. 
Por eso, Tabasco ha ocupado lugares nacionales cercanos al 30 en la cantidad de recursos que las entidades federativas le asignan a las actividades científicas y tecnológicas.
El funcionario considera que el presupuesto que permitiría que el CCyTET volviera a tener la fuerza de hace algunos años sería de 30 millones de pesos anuales, solamente de recursos públicos, porque “debe haber un incremento sustancial de casi el doble de lo que se ha manejado en este año”.

EL PEOR ESTADO EN COMPETITIVIDAD
Pese a la recomendación de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), de la cual nuestro país es miembro desde 1994, la inversión en ciencia y tecnología en México aún sigue siendo limitada, pues apenas alcanza el 0.4 por ciento del PIB.
El actual Plan Estatal de Desarrollo se encuentra estructurado en nueve ejes, de los cuales el eje quinto ‘Formación de capital humano para la transformación de Tabasco’, contiene los objetivos, estrategias y líneas de acción en materia de “ciencia y tecnología para mejorar la vida”. Sin embargo, para nadie es un secreto que ese documento es letra muerta.
Señala el estudio que Tabasco es una de las entidades menos competitivas del país, toda vez que ocupa la posición 29 en el Índice de Competitividad Estatal del IMCO, la posición 24 en el Índice de Uso de Recursos de Coparmex y la posición 26 en el Índice de Potencial de Innovación Estatal. 

SE VAN POR FALTA DE OPORTUNIDADES
Para el economista del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), César Menéndez, debido a las pocas oportunidades que ofrece, Tabasco es una entidad donde emigra la población y donde el número de unidades económicas es limitado.
Las empresas son el principal motor de crecimiento de una economía, son las generadoras de empleo y de riqueza, y una de sus principales funciones es decidir qué producir y cómo combinar los factores productivos de la mejor manera. De ahí la importancia de las empresas en una economía de mercado, señaló el especialista.
Según el Sistema de Información Empresarial (SIEM), en 2010 Tabasco agrupó 1.22 por ciento del total de empresas registradas en este sistema a nivel nacional, pues destaca que en 2010 la mayor participación de las empresas del estado se encuentra en el sector comercio.
Y aunque dichas empresas representan el 58.83 por ciento del total de las existentes, a nivel nacional nuestra entidad ocupa la posición 24 en el número de empresas de este sector de actividad.
El análisis efectuado por el Foro Consultivo Científico y Tecnológico se divide en cinco apartados. En el primero se realiza un análisis del entorno económico y social del estado, destacando variables como el producto interno bruto, el PIB per cápita, la población económicamente activa (PEA), la tasa de desempleo, indicadores de competitividad estatal, tasa de migración, escolaridad e indicadores de pobreza, entre otros.
Asimismo, analiza los recursos destinados a ciencia y tecnología, tales como investigadores pertenecientes al Sistema Nacional de Investigadores (SNI), la matrícula con licenciatura universitaria y tecnológica, y estudios de posgrado; los centros de investigación con los que cuenta el estado, los programas de estudios certificados por el Consejo para la Acreditación de la Educación Superior (COPAES) y los posgrados pertenecientes al Programa Nacional de Posgrados de Calidad (PNPC).
Del mismo modo, se describe la forma como participan las instituciones del gobierno estatal y las políticas que se han implementado para el fomento de la ciencia y tecnología, así como de la cantidad de recursos que se han destinado para el financiamiento del sector.  

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