Más de 150 desarrollos habitacionales fueron construidos en el municipio de Centro sin cumplir con las normas establecidas, ante la complacencia de autoridades estatales y municipales; ahora esos asentamientos carecen de servicios e infraestructura de calidad
Roberto Barboza Sosa rbarbozasosa@hotmail.com
Aunque ni las propias autoridades tienen exacta la cifra (oscilan de los 150 a 280), el alcalde electo del municipio de Centro, Humberto de los Santos Bertruy, asegura que en su administración municipalizará todos los fraccionamientos construidos con una serie de deficiencias que afectan a los moradores de las viviendas allí localizadas.
Por omisión o corrupción de las propias autoridades estatales y municipales, en connivencia con empresarios inmobiliarios, se realizaron desarrollos habitacionales sin el cumplimiento mínimo de los servicios y la infraestructura urbana indispensable y de calidad.
Los miles de habitantes de esos fraccionamientos, edificados en la última década —ubicados en avenidas privadas, así como predios pequeños medianos y grandes—, sufren por la carencia y deficiencia de servicios, desde drenaje sanitario y pluvial, agua potable de calidad y suministrada con regularidad, alumbrado público, calles, áreas verdes y comerciales, cárcamos, servicios educativos y de salud, entre otras irregularidades.
De los Santos Bertruy, quien asumirá la alcaldía el 1 de enero próximo, sostiene que la población afectada no tiene la culpa de sufrir tantos problemas por la falta de municipalización de los fraccionamientos donde adquirieron sus casas.
La solución es que el ayuntamiento realice ese trámite legal de reconocerlos oficialmente como parte del municipio, y dejen de ser privados, “entre comillas”, para que ya se solucionen todas las deficiencias que registran, y que correspondía a constructores entregar en buenas condiciones.
El político ex priista y ahora sin militancia política, pues no está afiliado a ninguno de los partidos que lo postuló (PRD, PT y MC), dice que contabilizará el gasto que se invierta en cada fraccionamiento, y el ayuntamiento buscará a las empresas para cobrárselos.
AUTORIDADES NO CUMPLIERON
El también ex secretario del Ayuntamiento durante la administración del priista Evaristo Hernández Cruz, asevera: “Nosotros vamos a municipalizar los fraccionamientos”, y califica que el problema es que se volvió un “círculo vicioso”, donde la autoridad municipal le dice al empresario que no le ‘municipaliza’ porque incumplió con un trabajo de calidad y dotación de servicios.
“Y al ciudadano, igual, se le responde: ‘no te ayudo porque no está municipalizado’. Y finalmente el que pierde es el ciudadano”, subraya.
De los Santos Bertruy admite que, en realidad, los responsables y culpables de esa situación que padecen miles de habitantes de la capital tabasqueña, fueron las autoridades que incumplieron con su obligación, por corrupción y omisión, de evitar la construcción desordenada, que se contraviniera el cumplimiento de la ley y que se hicieran trabajos de pésima calidad.
Todo eso —se ufana quien fue subsecretario de Gobierno en el régimen de Manuel Andrade Díaz y antes subprocurador de Justicia en Chiapas y contralor de Tacotalpa—, se erradicará en la administración municipal que encabezará, pues “se tiene que hacer presente el cambio verdadero”.
SE TRANSGREDIÓ LA LEY Y SE HIZO NEGOCIO
Las autoridades no hicieron cumplir y los fraccionadores no respetaron el Reglamento y la Ley de Desarrollo Urbano y Ordenamiento Territorial del estado de Tabasco, normatividad que regula el desarrollo correcto de la construcción de ese tipo de asentamientos.
Por ejemplo, en el caso de fraccionamientos habitacionales de nivel popular, los empresarios inmobiliarios vendieron las casas y efectuaron su negocio, pero trasgredieron la mayoría de los requisitos legales de construcción.
Por citar, el artículo 108 del Reglamento de la Ley de Desarrollo Urbano y Ordenamiento Territorial del Estado de Tabasco define las normas básicas que se debieron acatar en ese tipo de fraccionamientos.
En esos desarrollos inmobiliarios donde hoy sus moradores viven verdaderos viacrucis, los fraccionadores desobedecieron la norma de dejar áreas de donación de nueve metros cuadrados por cada vivienda debidamente urbanizados a favor del municipio, ubicada en una sola fracción.
Tampoco dejaron para áreas verdes de 15 metros cuadrados por cada vivienda debidamente urbanizados a favor del municipio, preferentemente ubicada en zonas de mayor aprovechamiento.
Entre las principales violaciones —y son las que más afectan a la población—, destacan que los constructores viviendísticos dejaron de construir o fueron de mala calidad, obras de urbanización como la red de distribución interna de agua potable hasta las tomas domiciliaria, sistema de drenaje pluvial, y red interna de drenaje sanitario.
Igual, la red interna de distribución de energía eléctrica alta, media o baja tensión conforme a las bases de proyecto emitidas por la Comisión Federal de Electricidad, y alumbrado público conforme a las bases de proyecto de la CFE.
Tampoco existen guarniciones y banquetas de concreto, con accesos para personas con discapacidad, ni pavimento de concreto en arroyo de vías incluyendo las áreas para estacionamientos.
Mucho menos obras de jardinería y reforestación en calles, banquetas, áreas verdes, glorietas y demás; ni placas de nomenclatura en los cruces de calles y señalamientos viales, y caseta de vigilancia, en caso de que se requiera.
TOTAL IMPUNIDAD
Aunque son leyes y reglamentos vigentes desde 1984 y 2006, respectivamente, las autoridades y constructores de fraccionamientos las desobedecen con total impunidad.
Igual quebrantan y pisotean la legislación, que afectan a quienes compran las casas, al pasar por alto la obligación de que todo fraccionamiento deberá plantar dos árboles por vivienda, de preferencia, de la región y altura mínima de 2.0 metros.
“Todo fraccionamiento deberá entregar al ayuntamiento sus áreas verdes debidamente forestadas y equipadas con el inmobiliario urbano compatible con las actividades recreativas, de acuerdo con las características y necesidades del tipo de Fraccionamiento”, establecen las normas en la materia.
SE APROVECHARON DE LA NECESIDAD
En entrevista, el presidente municipal electo de Centro reconoce que los fraccionamientos son negocios de particulares que debe estar regularizados por la autoridad, “pero como todo negocio, el fraccionador se aprovecha de la demanda que existe de vivienda y se aprovecha de la necesidad de la persona”.
“Y el ciudadano —expone— acepta esa venta mala o en malas condiciones, por la necesidad que tiene de la vivienda. La gente compra y piensa que después a ver cómo se arregla el problema del drenaje, lo del agua, y compra la casa”.
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