lunes, 24 de septiembre de 2012

Punta Fina


Barriles sin fondo



El tema puede verse con fondo negro o grises, mas no claros y menos blancos. Si se quiere dañar a un gobernador, basta con sacar a la luz la deuda de su estado y de esa forma se le desprestigia:

José Ureña / primercirculo@hotmail.com



 —Fulano de tal ha incrementado la deuda en tantos miles de millones —y ya está: se le verá como un manirroto, como un corrupto, como un inútil y en el más generoso de los casos como un irresponsable.
Pero si tiene partidarios, saldrán a justificar: —La culpa es de la federación. No se le regatean los recursos porque el gobernador disiente del presidente de la república… Tal retórica, empero, daña a prácticamente todo el país.
No hay entidad federativa efectiva para recaudar y sin problemas de deuda, y las 32 se han manejado con discrecionalidad hasta rebasar con holgura los 400 mil millones de pesos, según datos recientes de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
Por sus antecedentes y la celebridad de Humberto Moreira, el caso de Coahuila se ha tomado paradigmático pero, ¡oh, maravilloso país!, no es el peor.
De acuerdo a los datos revelados por Ernesto Cordero cuando era secretario de Hacienda, Moreira no nada puso en riesgo varias generaciones de coahuilenses, sino alteró documentos para llevarse financiamientos no autorizados por su Congreso.
La persecución de Humberto Moreira llegó al escándalo por razones políticas. Fue una estrategia bien conducida.
Moreira era el presidente del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y, al atacarlo, se perseguía el doble objetivo de debilitar al tricolor y a su candidato Enrique Peña Nieto, al primero para no darle mayoría calificada en el Congreso y al segundo para bajarlo a la competencia electoral.
La estrategia dio resultado.
He aquí un dato: Hacia noviembre de 2011 el PRI se enfilaba a tener mayoría absoluta en ambas cámaras, la de Diputados y la de Senadores, mientras Peña Nieto seguía por encima de los 40 puntos en la intención del voto.
Las encuestas tenían confiados a los priistas. Pero a principios de diciembre de repente vieron con alarma cómo surtía efecto el plan PAN-gobierno para debilitar al PRI.
—No nos habíamos dado cuenta. En unos días caímos cuatro puntos en unos sondeos y ocho en otros —me reveló, con cifras en mano, el hidalguense Miguel Angel Osorio Chong. Fue cuando Peña Nieto decidió el relevo de Moreira. Habló con él y, disciplinado, el coahuilense aceptó hacerse a un lado. Resultó más difícil la negociación con los diferentes actores internos para encontrarle sustituto.
Se quería postular a Manlio Fabio Beltrones para dar muestra de unidad —el sonorense fue el único contendiente de Peña por la candidatura presidencial—, pero al final de varios nombres surgió por consenso el de Pedro Joaquín Coldwell. Moreira no fue, empero, el más abusivo.
DUDOSO RESCATE
En los registros de Hacienda destaca otro nombre: Leonel Godoy. Si Humberto Moreira endeudó en seis años a Coahuila con 33 mil 867 millones de pesos, el perredista enajenó en menos de cinco años a Michoacán: 40 mil 407 millones de pesos.
Leo en los reportes de Hacienda estos datos: “Las entidades más endeudas son el Distrito Federal (gobernado por el PRD) con 55 mil 200 millones de pesos.
“Le siguen el estado de México con 40 mil 738 millones y Nuevo León (ambos gobernados por el PRI)  con 36 mil 903 millones”.
Destaca otro dato:  A Veracruz Fidel Herrera lo dejó postrado con 21 mil 499 millones de pesos porque su deuda creció… ¡78 mil por ciento!
Hacienda se fijará en priistas y perredistas, pero los panistas no son almas de la caridad y pronto sabremos cuánto costaron los Panamericanos patrocinados por Jalisco —no por Emilio González, pero sí gastado el dinero por él- y esperaremos las cuentas de Morelos, donde Marco Antonio Adame ya tiene el ojo auditor de Graco Ramírez.
Descrita esta realidad, vayamos a la noticia: El equipo económico de Enrique Peña Nieto estudia cómo resolver de fondo el problema de las 32 entidades federativas. Un borrón y cuenta nueva. O, como planteó el PRD y cabeceó Reforma, un Fobaproa para los estados.
¡A dónde nos ha llevado la irresponsabilidad de nuestros políticos y la carrera demagogia por un asistencialismo mal entendido y no redentor!
Porque al final de cuentas, usted, yo, todos nosotros pagaremos esos 404 mil millones de deuda más cuanto se acumule a 2013, cuando se instrumentaría este paquete de salvación.
Todo porque no saben cobrar y dependen hasta en 98% de las transferencias federales.  

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