lunes, 24 de septiembre de 2012

De Alto Nivel


* El nombramiento pasó por Cáceres 
* Mensaje hacia afuera y a los suyos 
* Vendió Compañ “Las dos naciones”



IEPCT. No se entiende por qué los Consejeros electorales del órgano electoral dejaron crecer la bola nieve que los ponen en el desprestigio con la compra del edificio que será su sede.

Antonio Caraveo Maldonado / a_caraveo2001@hotmail.com



Antes de ir al tema, un resumen en lo que fue la llegada de Alfonso Castillo, al igual que han sido la de todos los consejeros anteriores, tanto en lo nacional como lo estatal, en una gran farsa de todos, montada por los partidos políticos quienes los avalan. 
La propuesta de Castillo por el ala del PRI se complicaba, pues no tenía todos los votos para ello. 
La negociación tenía que ser con el PAN, vías el entonces diputado Juan Cáceres.
A cambio de dejar pasar a Castillo, el legislador panista pidió la Dirección Administrativa del IEPCT para Carlos Íñiguez, junto a otras prebendas.
Llegó el joven Castillo con la molestia del PRD, pero llego.

LA COMPRA
Al ir por la compra del edificio, se acuerda que Íñiguez se encargue del asunto, se supone que junto con la comisión, integrada por Héctor Aguilar, Jorge Montaño y Gustavo Rodríguez, para ver la compra de lo que sería la nueva casa del IEPCT.
Íñiguez tenía la instrucción que antes de cualquier decisión habría que llevar el visto bueno de la Secretaría de Gobierno, pero sólo quedó en eso. 
Todo bien hasta ahí. Se complica el asunto, cuando sale a relucir que los consejeros Aguilar y Montaño, quienes mantenían serias deferencias con Rodríguez, que habían pedido incrementar el precio en la compra del inmueble ubicado en la avenida Sandino para llevarse una tajada. Y se cae la operación.
Al final los consejeros electorales, de acuerdo a los documentos presentados ante el Órgano Superior de Fiscalización del Congreso local, no encontraron irregularidad alguna.
El punto fue en los vicios ocultos, que de acuerdo a Gustavo Rodríguez Castro ya subsana el ex propietario.
Si es así, no se entiende por qué dejaron correr el carrete y con ello la suspicacia, de que realmente hay irregularidades en la compra-venta de lo que será la sede del órgano electoral.

LA LEY
Será el sereno, pero algo no cuadro al gobernador electo Arturo Núñez en lo que sucedió la semana pasada. Tuvo que salir a retomar el tema de aplicar la ley donde haya que aplicarla, al tiempo de mandar un mensaje a sus futuros colaboradores.
Lo hace, al comenzar su gira de agradecimiento. Fue en el municipio de Emiliano Zapata, donde expuso que no emprenderá ajustes de cuentas ni personales ni partidistas, “pero que nadie se confunda, pues para los saqueadores de Tabasco no habrá amnistías ni amnesia”.
Y repartió para quienes le acompañarán en su administración: “quienes supongan desde nuestras filas, desde el equipo que vamos a integrar, que ahora será nuestro turno para robarle a los tabasqueños, desde ahora les digo que se confunden, no es nuestro turno de saquear a Tabasco, sino la oportunidad de servirle”.
Núñez dejó ver que no es su postura la revancha o el “cobro de facturas”, pero para los que le han hecho daño al estado no habrá indulto.

GALLETA DE TOÑO
Habrá que preguntarle al ex alcalde de Centro, Antonio Compañ, si su empresa familiar de galletas “Dos Naciones” ya la vendió. No se dudaría.
El asunto es que si fue así, se habla en el mundo de las transacciones que fue adquirida por tres funcionarios actuales. Uno de ellos se apellida Vázquez. A menos que sea el director administrativo de la Secretaría de Salud.
Falta que confirme ‘Toño’ Compañ la venta de “Dos Naciones” y si efectivamente fueron funcionarios los compradores.

DE BAJADA
a) Si bien no hay lista para ver quiénes serán los encargados de llevar el tema de entrega-recepción, Arturo Núñez ya tiene visto varios cuadros.
b) Carlos Payró Ruiz, director administrativo de la Secretaría de Gobierno, anda inquieto. El haber ordenado quemar documentos oficiales no es normal. Algo ha de temer y más en todo lo que ocurrió en los primeros cinco meses de 2011. Por cierto, Payró es una gente cercana a Silvia López Hernández y de ahí se entiende por qué está en esas oficinas.  

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