martes, 18 de septiembre de 2012

Avalar o no fraude sobre edificio del IEPCT, dilema del Congreso local


La decisión que tomará esta legislatura saliente tiene ante sí la presión de la próxima alternancia partidista, que supuestamente tendrá como tarea desterrar la corrupción, complicidad y formas arcaicas del quehacer político 

Roberto Barboza Sosa / rbarbozasosa@hotmail.com



Ahora el dilema del Congreso local —principalmente la fracción mayoritaria del Partido Revolucionario Institucional—, es si reprueba o no la cuenta pública de los consejeros del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Tabasco (IEPCT), a quienes sin excepción el propio priismo encumbró.
La decisión que tomará esta legislatura saliente tiene ante sí la presión de la próxima alternancia partidista, que supuestamente tendrá como tarea desterrar la corrupción, complicidad y formas arcaicas del quehacer político, para responder a claros fines de la sociedad.
El jueves 11, la Comisión Inspectora de Hacienda del Congreso local visitó el inmueble de cuatro plantas que adquirió en la avenida Periférico Carlos Pellicer Cámara —ahora denominado Circuito Interior—, número 1206 de la colonia Tamulté de las Barrancas, a un costo de 32.6 millones de pesos, más los pagos de avalúo y notariales.
Previo a la calificación de la cuenta pública del IEPCT correspondiente al 2011, año en que se realizó la transacción de compra-venta, la comisión legislativa “supervisó” el edificio a petición de una fracción parlamentaria.
Lo que allí constataron los legisladores fue un vetusto inmueble de reducidos espacios, inadecuado para un organismo electoral y oficinas públicas, deficiente material de construcción, incluso una planta completa sin mosaico, la mayor parte de falso plafón, una parte hundida, y principalmente que el predio lo atraviesa un arroyo y cuya corriente deslava el terreno.
El gasto que se realizaría casi para reconstruir el edificio, se llevaría una suma importante de recursos. Pero a como están las cosas, resultaría incluso más económico derribar el cuestionado inmueble y erigir uno mejor.
Ante ese panorama, sólo queda la conclusión de la nula visión política y falta de sentido común de los consejeros electorales del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Tabasco (IEPCT), que los llevó a incurrir en el garrafal, costoso e inútil gasto de la compra de un inservible inmueble.
El camino más fácil, claro y adecuado era primero la compra de un terreno, el concurso de un proyecto ejecutivo para un edificio inteligente y digno de una institución garante de la legalidad democrática, así como la licitación de su construcción.
Peritos calculan que el costo de construir un nuevo edificio, con auditorio, salón de sesiones y con toda la infraestructura de primera para albergar al IEPCT, llegaría a la mitad de los 32.6 millones de pesos que se erogó en el edificio que desde hace más de un año se encuentra inservible.

NADIE SABE, NADIE SUPO
En época de elecciones, el personal se incrementa, equipo y oficinas aumentan considerablemente, que difícilmente podrían entrar en el costoso pero inadecuado edificio localizado en Periférico.
Durante la visita a lo que serían las instalaciones del IEPCT, la presidenta de la Junta de Coordinación Política de la 60 Legislatura, Marcela de Jesús González García, explicó que el Congreso del Estado espera el dictamen de la Contraloría Interna del IEPCT, sobre la estructura del edificio adquirido en 2011, para que con base en ello y a la inspección física realizada por los diputados, se analice el tema en el seno de la Primera Comisión Inspectora de Hacienda.
En la “supervisión” física hecha por esa Comisión legislativa —de la cual forma parte—, González García mencionó que la inspección del inmueble fue incluida por acuerdo de sus integrantes, porque fue adquirido con recursos públicos del IEPCT durante el ejercicio fiscal 2011.
Al termino de la visita al edificio, a la que asistió el presidente provisional del órgano electoral, Gustavo Rodríguez Castro, la legisladora enfatizó que “el recorrido fue muy ilustrativo”, dado que por un lado fueron informados sobre los trabajos que realizan como parte del dictamen técnico solicitado por la Contraloría Interna del IEPCT.

DE LO PERDIDO, LO QUE APAREZCA
Durante la estancia de la comisión legislativa en ese lugar, Rodríguez Castro les informó que han tenido acercamientos con la persona que vendió el edificio, quien ha mostrado disponibilidad para recibir el dictamen con los señalamientos, sí los hubiera, sobre adecuaciones y reparaciones del mismo.
González García manifestó que una vez concluido el dictamen técnico del IEPCT, el propio órgano electoral lo deberá hacer público, independientemente de que sea remitido al Congreso local.
En el informe rendido a los legisladores por el OSF del Congreso local, de la cuenta pública del IEPC del 2011, sobre la revisión de la compra del edificio, realizó varias observaciones.
Detalla que mediante póliza de egreso No. 00018 del 11 de abril de 2011, se registró pago por adquisición de un bien inmueble, edificio y terreno ubicado en anillo periférico Carlos Pellicer Cámara 1206, Col. Tamulté de las Barrancas de Villahermosa, Tabasco que será sede de las oficinas centrales del IEPC.
Según la escritura pública 34501 del 11 de abril del 2011, por un importe de 32 millones 600 mil pesos, se integran de la manera siguiente:
Terreno: 23 millones 172 mil pesos y el edificio: 9 millones 428 mil pesos.
El Órgano Superior de Fiscalización define que la Constitución establece que las compras que realice cualquier ente público debe efectuarse con eficiencia, eficacia y honradez, y tiene que haber procedimientos como licitaciones y todo esto para encontrar las mejores condiciones en cuanto a precio, calidad, financiamiento.

A QUIÉN LE CAE LA PAPA CALIENTE
El OSF le observó al IEPCT que no presentó evidencia documental de los procedimientos que debió realizar la Dirección de Administración, el secretario ejecutivo, el Comité de Compras, la Coordinación Jurídica y la Junta Estatal Ejecutiva.
La compra del edificio fue aprobada por los siete consejeros electorales después de analizar todos los expedientes técnicos y porque reunía las cualidades para ser sede permanente de las oficinas centrales de dicho organismo.
Así lo establece la escritura 34501 elaborada por el notario sustituto de Adán Augusto López Hernández, Adela Ramos López, con fecha de 14 de abril del 2011.
Se destaca la decisión de comprar el edificio ubicado en el anillo periférico Carlos Pellicer No. 2206 de la Col. Tamulté, con una superficie de mil 906 metros 87 centímetros cuadrados, que fuera propiedad de Gilberto Galassi Ceballos, originario del vecino estado de Veracruz, y en su momento fue aprobada por los siete consejeros del órgano electoral, según consta en una minuta de trabajo del 4 de abril a las 11:05 horas de ese día.
En dicha minuta que obra en poder de este medio, al igual que una copia de la escritura del inmueble, se refiere que el 4 de abril se reunieron los consejeros: Alfonso Castillo, Antonio Ponce, Elidé Moreno, Gustavo Rodríguez Castro, Rosendo Gómez, Héctor Aguilar y Jorge Montaño, con el propósito de analizar la viabilidad para la adquisición de un inmueble propio, que albergará sus instalaciones.
En la reunión, los integrantes de la Comisión Especial para la adquisición de un inmueble propio, integrada por los consejeros Héctor Aguilar, Gustavo Rodríguez y Jorge Montaño, manifestaron que después de analizar todos los expedientes técnicos, ponían a consideración del resto de los consejeros la adquisición del inmueble, que consta de estacionamiento, sistema de aire acondicionado y cableado para red de voz y datos en los cuatro niveles, iluminación con sistema de ahorro de energía, instalación para sistema de seguridad por medio de cámaras, así como elevador panorámico por encontrarse en una de las avenidas mejor ubicadas de la ciudad, así como reunir las cualidades para ser la sede del IEPC.
En la reunión también se les precisó a los consejeros por parte de los integrantes de la Comisión especial para la adquisición del inmueble, que habrían de considerarse la construcción de áreas ejecutivas y operativas, de acuerdo a la necesidad del instituto, para lo cual, el inmueble contaba con el espacio suficiente y en lo que también estuvo de acuerdo la totalidad de los consejeros, confirmándose al estampar su firma en dicha minuta, en donde no se señala que alguno haya mostrado inconformidad o negativa a la compra.  

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