Arrastrados por el efecto Peje, sin experiencia política en las “grandes ligas” y con pugnas internas por la coordinación de la bancada tabasqueña, los seis diputados federales enfrentan el reto de abonar al gobierno de Arturo Núñez
Luis Enrique Martínez / luisenriquemarh@hotmail.com
La representación federal de Tabasco en la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión está flaca, imberbe y sin experiencia política para cabildear un presupuesto digno para la entidad como es la propuesta del gobernador electo Arturo Núñez Jiménez.
Ante ese panorama, Juan Manuel Fócil Pérez ofrece sus servicios como diputado federal plurinominal electo para coordinar la fracción parlamentaria tabasqueña a partir del próximo 1 de septiembre y hasta el 31 de agosto de 2015.
La experiencia posterior al primer efecto López Obrador, que ocurrió en la elección presidencial de 2006, no es nada grata para la ciudadanía: la representación federal estatal falló incluso en la algidez de la inundación 2007.
En los hechos, la camada de políticos como Mónica Fernández Balboa, Silbestre Álvarez Ramón, Rafael Elías Sánchez Cabrales, Fernando Mayans Canabal, Francisco Sánchez Ramos y Julio César Vidal Pérez, salió “puque”.
Así lo interpretó el electorado que tres años después, en julio de 2009, tachó cruz a favor de los candidatos de la alianza encabezada por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) en cuatro distritos electorales federales. La coalición coordinada por el Partido de la Revolución Democrática (PRD) sólo retuvo dos representaciones.
Tal es el fantasma que persigue a los ganadores del segundo efecto López Obrador que, de no ser así —según criterios familiares, de amigos, correligionarios y hasta personales—, no habrían podido ganar la elección del domingo 1 de julio por sí mismos. A la fecha, hay quienes aún no creen haber salido airosos de la jornada electoral.
Pero ganaron. Ahí están. Se preparan para la toma de protesta como legisladores federales en la última semana de este mes. Ellos son Claudia Elizabeth Bojórquez Javier, Tomás Brito Lara, Lorena Méndez Denis, Antonio Sansores Sastré, Marco Rosendo Medina Filigrana y Gerardo Gaudiano Rovirosa.
De ellos y nada más que de ellos, dependerá si con sus actos la ciudadanía recuerda la camada de 2006 o aquella de 1985-1988 cuando Tabasco incrementó la participación federal gracias a los buenos oficios de quien era el presidente de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión: Nicolás Reynés Berezaluce.
Y desde ese periodo a la fecha, el presupuesto federal ya no es igual. El último gobernador que disfrutó o aplicó la ventaja de esos recursos fue Enrique González Pedrero.
EL CABILDEO
Tras recibir su constancia de mayoría, el gobernador electo Núñez Jiménez viajó a la capital del país con doble propósito: sumarse al equipo de defensa jurídica poselectoral de López Obrador y utilizar sus relaciones políticas en el Congreso de la Unión y con altos funcionarios del gobierno federal. Incluso con el empresario Carlos Slim.
A nivel local, empezó a reunirse con los ganadores de las seis diputaciones federales a propósito de conminarlos a pugnar por un presupuesto federal digno para Tabasco. El compromiso fue común pero…
Es inobjetable que los seis diputados federales electos para integrar lo que será la Legislatura 62 carecen de palmarés político como para negociar con los grandes lobos legislativos que resultan ser los coordinadores parlamentarios de los partidos políticos o aquellos que saltan de una Cámara a otra como el caso del priista Manlio Fabio Beltrones Rivera.
Tres de los seis representantes populares citados, apenas es la primera vez que obtienen un cargo de elección popular: Sansores Sastré, Medina Filigrana y Gaudiano Rovirosa. Son políticos de nuevo cuño aunque con carreras universitarias dentro y fuera del país.
La segunda triada, sin embargo, tiene una experiencia administrativa y legislativa pero de bajo perfil. El caso más notorio es el de Brito Lara, cuyas cuentas públicas del ayuntamiento de Cárdenas abrieron las puertas al regreso de la alternancia política en ese municipio.
Después de protagonizar diferencias internas de la fracción parlamentaria del PRD en el Congreso estatal, Lorena Méndez Denis y Claudia Elizabeth Bojórquez Javier se reencontrarán como diputadas federales al Congreso de la Unión. Algo que quizás jamás soñaron.
Ni duda cabe que Núñez Jiménez no estará solo. Esto es innegable. Sin embargo, los representantes de Tabasco en la Cámara de Diputados no tienen experiencia política ni de cabildeo legislativo. No es lo mismo legislar en la ex Casa de Piedra que en la capital del país.
Bojórquez Javier, por ejemplo, es de las que aprenden rápido. Al Congreso local llegó en enero de 2010 como parte de la bancada del PRD. Y de ahí no pasó hasta que transcurrió el tiempo y fue tomando fuerza para enfrentar el pánico escénico. Eso le dio la oportunidad de concluir como coordinadora parlamentaria. Pero nadie desconoce que su postulación fue de rebote; una candidatura de género cuando en la lista original de su partido no aparecía.
Como los casos de Méndez Denis y Bojórquez Javier están los de quienes estrenan un cargo de elección popular.
Marcos Rosendo Medina Filigrana llega a la segunda ocasión que disputó la diputación federal del quinto distrito. Después de realizar estudios superiores en La Sorbona de París, regresó a Tabasco para renunciar a su militancia en el PRI. De ahí pasó a ser el vocero y animador del PRD. Ahora enfrenta el reto de brillar con luz propia o…
Lo mismo se puede decir de Gerardo Gaudiano Rovirosa. Al terminar su licenciatura en ciencias políticas y administración pública en la Universidad Iberoamericana, el nieto del ex gobernador Leandro Rovirosa Wade ingresó como becario del gobierno del Distrito Federal al equipo de López Obrador.
En 2006, participó en la campaña presidencial de su paisano y desde entonces decidió iniciar su carrera política en Tabasco. De tal suerte que, afiliado a la corriente política de los hermanos López Hernández, fue candidato a diputado federal en 2009 y después de perder la elección, asumió la dirigencia del PRD en el municipio de Centro.
Antonio Sansores Sastré es la sorpresa. Un profesional de la medicina que hizo trizas los pronósticos que daban como ganador al candidato del PRI en el sexto distrito electoral federal. Pero ni con todo el dinero del sindicato petrolero José de Jesús Aguilera pudo vencer el efecto López Obrador.
Y Sansores Sastré es de los nuevos representantes populares de Tabasco en el Congreso de la Unión. Particularmente en la Cámara de Diputados donde se aprueba el presupuesto de la federación a los estados. En donde las buenas intenciones sólo engrosan el anecdotario legislativo federal.
LA COORDINACION
Esta por demás claro que López Obrador no impondrá al coordinador parlamentario. Así parece que será la actitud del gobernador electo Núñez Jiménez. De ahí el interés de Fócil Pérez por encabezar la bancada con el apoyo de Los Chuchos.
Por su paso en el ayuntamiento de Cárdenas, Tomás Brito Lara está eliminado aunque promueva una cercanía con Núñez Jiménez desde cuando ambos eran militantes del PRI.
La elección del coordinador de la representación federal de Tabasco será en el transcurso de los próximos días. Medina Filigrana la quiere pero al igual que la mayoría de sus correligionarios carece de experiencia legislativa. Y también Fócil Pérez.
Todo apunta a que una negociación entre las corrientes internas del PRD imponga la coordinación rotativa con Gaudiano Rovirosa como primer presidente.
Mientras tanto, Núñez Jiménez ofrece el beneficio de la duda a sus correligionarios, a pesar de la opinión pública que vislumbra resultados legislativos en claroscuros igual como ocurrió con la bancada del primer efecto López Obrador.
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