Ya son dos comicios en que a Luis Felipe Graham le toca ser víctima del ‘Efecto Peje’. Y en ambas ocasiones perdió con abanderados de bajo perfil
Roberto Barboza Sosa / rbarbozasosa@hotmail.com
La evaluación del ex precandidato a la gubernatura y ex candidato a la alcaldía de Centro, Luis Felipe Graham Zapata, sobre el ‘tsunami’ ciudadano que aplastó al Partido Revolucionario Institucional, el 1 de julio, es también devastadora.
El tricolor se encuentra en estado “comatoso”, donde si no se empieza a trabajar de cero y de inmediato, será un camino sin retorno.
Diagnostica que son multifactoriales las causas que llevaron al PRI a experimentar la peor derrota de su historia:
Desde el manoseado proceso de postulación de candidato a la gubernatura, engaño a la militancia y a la sociedad, dejar heridas políticas, falta de oficio político y el incumplimiento de las tareas de la dirigencia del tricolor.
También, la desatención gubernamental, desestimar el fenómeno del paisanaje del ex candidato presidencial tabasqueño, minimizar el tamaño del candidato a gobernador adversario, la homologación de fechas de la elección y acumulación de resentimiento social.
A Graham Zapata, con la elección del domingo 1, ya son dos comicios en los que le toca ser víctima del ‘Efecto Peje’. La primera fue en 2006, cuando el PRI perdió también en Tabasco todos los cargos de elección federal en disputa y él era candidato a diputado federal.
Y en las dos ocasiones, perdió con abanderados de bajo perfil ante su candidatura considerada la más competitiva. La primera vez fue ante la teapaneca Mónica Fernández, y ahora contra el ex priista Humberto de los Santos.
SE VOTÓ CONTRA MUCHAS COSAS
“Independientemente de que en el sector salud se registró una inversión histórica cuando estuve al frente de la Secretaría, pero la gente evaluó en general. La gente salió a votar y en la urna tomó la boleta como un instrumento para rechazar muchas cosas”, agrega.
El también ex diputado local admite que a pesar de una campaña muy intensa de 45 días de recorrido en el municipio de Centro, con foros ciudadanos, reuniones con cámaras, y a pesar de haber alcanzado la votación más alta de un priista, casi 135 mil votos, “la gente no nos dio el triunfo. Entonces tenemos que hacer un alto si queremos realmente recuperar los espacios perdidos”.
Graham Zapata afirma que si “no aceptamos en qué fallamos, con sensibilidad, humildad y madurez, veo difícil que podamos recuperar los espacios que hemos ido cediendo”.
TENEMOS QUE EMPEZAR DE CERO
“Las cosas en retrospectiva se ven diferentes, pero si queremos verlas en prospectiva tenemos que hacer un cambio radical. En todos los sentidos. La gente nos dijo ¡ya no!, y ahora tenemos que empezar de cero”.
No fue poca la derrota. Se perdieron 18 de 21 diputaciones locales de mayoría, las seis diputaciones federales, las senadurías por más de 170 mil votos y diez municipios incluyendo la capital, donde nunca el tricolor había sido derrotado.
El ex director del Hospital del Niño y del DIF-Tabasco admite que en el municipio de Centro también le toca asumir esa responsabilidad de la derrota.
Subraya que ante el panorama en que quedaron los priistas, se tiene que reiniciar el trabajo político. Dice estar en desacuerdo en que se diga que el PRI sacó la votación más alta, histórica del PRI. “¡No, perdimos! Así de fácil. Es como cuando jugamos un partido de futbol y dices ‘metí cinco goles¿; sí, pero nos metieron ocho, finalmente perdimos. O jugamos bien pero perdimos.
“En esto hay que tener la suficiente madurez para reconocer cuando las cosas no salen bien”, exclama Graham Zapata al reafirmar que siempre ha militado en el PRI, en las buenas y en las malas, y demanda volver a tomar la vida partidista a nivel local.
“En el proceso faltó oficio, sensibilidad y coordinación de los priistas. Y repito, espero que así lo pongan en la entrevista, asumo mi tramo que me corresponde. También faltó comunicación”.
UNA EVALUACIÓN EN TODO EL PROCESO
Recuerda que sólo se efectuó una sola evaluación en toda la campaña de 45 días, si es que le puede llamar evaluación a lo que hubo, comenta.
“¿Cuándo —pregunta el propio entrevistado— se había visto que en el partido faltaran los representantes de casilla? Nunca se había visto”.
Denuncia que en Centro faltaron como 170 representantes de casillas, titulares y suplentes. “Y tengo entendido que en todos los municipios fue lo mismo. No es posible que no se designen a nuestros representantes”.
Como candidato a alcalde, tuvo una reunión con los representantes de casilla 48 horas antes de la elección. “Ante eso qué más se puede hacer”, lamenta.
Igual el PRI falló en su estrategia de comunicación con su militancia y la ciudadanía sobre la forma de sufragar.
“Hubo confusión sobre las famosas coaliciones. Yo pierdo por la coalición. En votos entre PRI y PRD, yo ganó, por pocos votos pero ganó. En cambio la coalición Movimiento Progresista sí manejó bien ese renglón. A nuestra gente no la capacitaron bien o faltó capacitación. No fue suficiente lo que hicieron”, dice.
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