Los candidatos de la coalición Movimiento Progresista se llevaron el “carro completo” al Congreso de la Unión; ganaron la gubernatura, la mayoría de las alcaldías y el Congreso local
Luis Enrique Martínez / luisenriquemarh@hotmail.com
Este verano será inolvidable para los paisanos de Andrés Manuel López Obrador. Lo que en 1988 Carlos Monsiváis definió como el “monstruo ontológico” apareció en la jornada electoral de este domingo para disolver una hegemonía de 83 años del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en Tabasco.
Aquellos que especularon sobre el efecto “López Obrador”, ahora no aparecen ante el inobjetable triunfo electoral del candidato presidencial de “las izquierdas” en la entidad: 628 mil 188 votos contra 338 mil 014 del priista Enrique Peña Nieto.
Con el impulso paisano, los candidatos de la coalición Movimiento Progresista por México arrasaron, como en 2006, en la elección de senadores y diputados federales. Igual camino tomó la contienda de gobernador en la cual Arturo Núñez Jiménez terminó con el octogenario bastión electoral del PRI.
El aluvión López Obrador también hizo ganar a la alianza PRD-PT-MC, la mayoría de las alcaldías en disputa (10 de 17) y, por si faltara, 18 diputaciones de mayoría relativa, de un total de 21. Después del periodo 2004-2007, la oposición por segunda vez será primera fuerza partidista en el Congreso estatal.
La información anterior resulta de los cortes del Programa de Resultados Preliminares (PREP) del Instituto Federal Electoral (IFE) y del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana (IEPCT) a las 09:00 horas de ayer martes.
La tendencia prácticamente irreversible evoca el lenguaje coloquial utilizado por la oposición a la dictadura porfirista y actualizada desde 1988 por López Obrador en Tabasco: “Si el PRD hubiese postulado una vaca, también gana…”.
EL AVISO
Después del triunfo del PRI en la elección intermedia de 2009, el partido en el gobierno se relajó y dio pie al nacimiento de lo que Humberto Mayans Canabal calificó como “intereses mezquinos decisorios”. La sospecha de la traición cayó, sin embargo, en el autor de esa frase impuesta al caló político estatal.
En la elección federal de aquel año, los priistas recuperaron cuatro de las seis diputaciones federales perdidas en 2006 por lo que se conoce ya como el “efecto López Obrador”. Asimismo, redujo a lo mínimo la presencia de la oposición en los 17 ayuntamientos y el Congreso local.
Las diferencias internas entre la clase política priista empezaron a conocerse en 2010. Por la incondicionalidad de la mayoría de los medios de comunicación, el origen de las desavenencias la ubicó la opinión pública en la aspiración del poderoso secretario de Gobierno a suceder en la titularidad del Poder Ejecutivo a su amigo Andrés Granier Melo.
La primera en abrir fuego contra los adversarios de Mayans Canabal fue su aliada la diputada local Lorena Beaurregard de los Santos. Lo hizo el 14 de octubre de 2010 durante una entrevista que concedió al conductor del noticiario radiofónico Tabasco Hoy Radio, Juan Urcola.
Luego de que la legisladora hizo un crudo análisis de la administración estatal, el locutor soltó la siguiente pregunta: “¿Se podría perder la gubernatura, el PRI podría perder, si sigue, si sigue así el gobierno o está a tiempo?
“Mira —contestó la entrevistada—, yo creo que esa elección (la de gobernador de 2010 que perdió el PRI en otros estados) es una campanita, un llamado de atención para todos los estados que tendremos elecciones para los próximos dos o tres años. Creo que hay una tendencia que no falla, la prospectiva de escenarios como se hace en política, va en función de indicadores reales, y creo que en Tabasco es posible que la alternancia esté tocando la puerta”.
Por efecto del rumor, las declaraciones de Beaurregard de los Santos, que había salido de la administración pública estatal para ocupar una curul local, provocaron un escándalo mediático que duró no días, semanas o meses.
En medio del linchamiento de sus correligionarios, la legisladora volvió a tocar la alternancia en el sistema político local casi un mes después. Ahora con el comunicador Emmanuel Sibilla Oropeza, el viernes 12 de noviembre:
“¿Podemos decir que hoy más que nunca —planteó el jefe de información del noticiario Telerreportaje ante los nuevos cuestionamientos de la diputada a la administración estatal—, la oposición tiene la oportunidad de llegar al poder por este gobierno, porque no se han tomado las decisiones Lorena?
“Sí. Yo creo que hoy más que nunca existe el riesgo de que haya una alternancia de un partido distinto al que hoy gobierna”.
A pesar de los acres cuestionamientos que recibió, Beuarregard de los Santos publicó íntegramente el contenido de las entrevistas señaladas en su “Informe Legislativo 2010-2011” cuando pugnaba por obtener la candidatura priista al Senado de la República. Incluso el lema de su campaña ya era pregonado por sus colaboradores y asesores: “Experiencia política al Senado”.
El infortunio político la dejó en la banca, en tanto que su padrino político temporal, Mayans Canabal, negoció la postulación del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) al Senado tras renunciar a conseguir la postulación a gobernador por el PRI.
LA DERROTA
Ocho meses después de la voz de alerta de Lorena Bearruegard a sus correligionarios, la fuerza de los votos mandó literalmente de vacaciones de verano a la mayoría de los candidatos del PRI en los comicios federal, estatal y municipal.
En medio de la inminente y avasalladora derrota electoral, una vez más los priistas ubican a Mayans Canabal —que a pesar del contundente fracaso del partido al que regresó tras militar en el PRD será senador— como autor de la propuesta de homologar la elección federal con la estatal.
La concurrencia de elecciones fue disuelta por el gobernador Mario Trujillo García en la década de los setentas para evitar la presencia de dos gobernadores como ocurrirá ahora hasta el 1 de diciembre de 2013: durante seis meses habrá un mandatario en funciones y otro electo.
Es por demás evidente que quien sea el autor de la homologación referida es igual de culpable como quien la impulsó o quienes la aprobaron en el Congreso local. Es decir, la bancada del PRI y sus aliados del PVEM y Panal.
Con arrogancia, soberbia y altanería, la cúpula priista olvidó la elección federal de 2006. Impuso candidatos de bajo perfil, incluso cuestionados por la base militante apelando al efecto que podría originar en Tabasco la candidatura presidencial de Enrique Peña.
Hicieron a un lado la tabasqueñidad y el paisanaje por respaldar “intereses mezquinos decisorios”. No escucharon voces críticas como las del ex gobernador Roberto Madrazo Pintado y “el monstruo ontológico” tienen en estado de coma al PRI.
Y no sólo pierden la gubernatura, también dos de sus orgullos intocables por la oposición hasta el segundo domingo de este verano caliente de 2012: los ayuntamientos de Centro y Tacotalpa.
—¿Está fuerte el paisano, verdad? —preguntó el reportero este lunes a Roberto Madrazo durante el pronunciamiento que leyó a la prensa su hijo Federico Madrazo tras la tendencia irreversible de la elección de diputado local por el sexto distrito que prácticamente lo tiene en la lona.
—Sí, mucho…
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