martes, 3 de julio de 2012

Honra el magisterio al poeta Teodosio García Ruiz


La Biblioteca del Centro de Maestros 2707 lleva el nombre del destacado escritor tabasqueño

Samuel L. Soto Giles. / gi_les@hotmail.com


A propuesta de la coordinadora general del Centro de Maestros 2707, Elizabeth Nieto de la Cruz, desde el pasado 26 de junio la biblioteca de esa institución de formación magisterial lleva el nombre de uno de los poetas contemporáneos más destacados de Tabasco.
La biblioteca “Teodosio Romero García Ruiz” tiene un acervo de cuatro mil 756 volúmenes de géneros literarios e informativos al servicio de maestros, investigadores y público en general.
Antes de cortar el listón, García Ruiz dijo que soñando, ensoñándose o evaluándose, se dio cuenta hace unos meses que ha sido un hombre de lenguaje, como lo dice la investigación educativa acerca de las competencias comunicativas de las personas que es hablar y oír, leer y escribir, “y eso se me dio desde pequeño”.
“Yo cantaba, escuchaba, imitaba los sonidos de la naturaleza, de las aves, de la petroquímica de La Venta, y a medida de que podía hablar y escuchar —no es que fuera un chismoso, todavía era pre ágrafo— me di cuenta que era fácil adaptarme de una condición a otra”, expuso.
Relató que en una ocasión en que llegó a un taller literario en que se empezó a formar, al revisar sus trabajos “me rechazaron, aunque me di la oportunidad de volver”. 
Dijo que en la tardecita fue a la biblioteca de un amigo y se encontró de pura chiripada a Efraín Huerta, que leyó dos o tres poemas y se dijo: este modelo de poemas está fácil. 
Contó que fue cambiando palabras, el título y lo llevó al taller al día siguiente.
—¡Oh, maravilla! ¡Qué poeta, qué grande! —me dijeron. Explicó que con ese recurso se estaba adaptando en la construcción de significados. 
“Poco a poco me di cuenta que a medida que leía, la lectura me iba formando y no al revés. Cada libro me formaba, me decía cómo debía de escribir, es lo que muchos llaman influencia. Después tuve que detener esa avalancha”, comentó.
El poeta confió en que si no hubiese aprendido a leer se hubiese muerto muy pronto porque si alguien no lee es como si no pudiera respirar, comer, “algo se atrofia”.
Recordó que afortunadamente la lectura quedó en él como un hábito, “no estoy hablando de la primaria, la secundaria o la prepa, porque ahí nunca se me motivó a leer”.
Expuso que se motivó a leer “por el amor, el corazón, la sensibilidad, por los otros poetas que externaban lo que yo quería, esto fue de una manera alterna al proceso formativo de la escuela”.
Dijo que gracias al complemento básico del taller literario y de los amigos aprendió a ser lector de otra naturaleza, que ahora es lector, más lector de lo que fue antes.
“De tal modo que lo que hacen en reconocimiento a mí, se los agradezco, pero agradezco más a la extrañable comunidad de gente ignorante, lectora; de maestros, bibliotecarios, periodista, intendentes que desde su formación y acervo cultural externan un cocimiento o sensibilidad , con la que nos comunicamos.
“Lo que quiero decirles a final de cuentas es que gracias al lenguaje estamos vivos y nos podemos comunicar; nos roban elecciones pero nos podemos comunicar; nos roban en el comercio pero nos podemos comunicar”, indicó. 
Acotó que sabemos leer quién es el malo, quién es el bueno y quién es el feo; si actuamos o no, eso es otra cosa.
“Gracias al lenguaje podemos saborear el comportamiento social y actuar en consecuencia y comprar a nuestros autores preferidos, leerlos o releerlos y sobre todo externar una opinión”, destacó un sonriente Teodosio García Ruiz.  

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