* La gran estafa
* Las mentiras de Mitofsky
Luis Felipe Graham Zapata lo supo siempre: si aceptaba la postulación para la alcaldía de Centro, después de pelear denodadamente para convertirse en el candidato a la gubernatura, hacerlo sería tanto como su tumba política. Y aceptó correr el riesgo.
Javier Marín Hernández / clip.marin@gmail.com
Él, por lo tanto, redactó su propio epitafio.
Cuando aceptó competir por la presidencia municipal de Centro, así por determinación (imposición) del CEN del PRI emulando lo que tanto había criticado una semana antes de la gran decisión, lo convirtió en cómplice de un proceso viciado de origen.
El resultado de tan absurdo acuerdo propio de jóvenes que se quedaron con la mentalidad del pasado y con anhelos de revancha, es ahora inapelable y fue más que contundente.
Existen pruebas sólidas de la advertencia realizada al ex secretario de Salud cuando se supo del ofrecimiento para competir por la alcaldía de Centro para que no aceptara la candidatura.
Graham Zapata lo reconoció recientemente en una entrevista donde admitió su derrota electoral, pero a pesar de las pocas voces que se lo dijeron en su oportunidad, al final terminaron imponiéndose los mismos de siempre, embarcándolo en una aventura sin rumbo ni destino claro.
Todo su equipo festejaba por adelantado, con la excepción de una de sus colaboradoras que tres semanas antes de la elección manifestó su preocupación por el cierre que estaba teniendo el candidato del PRD en Centro, Humberto de los Santos Bertruy.
Y una más: la de un personaje cercano al equipo de Evaristo Hernández Cruz en la elección de 2006 y en el pasado proceso incorporado totalmente a Graham Zapata, quien el día de arranque de la campaña electoral confió al reportero: “yo no me creo eso de que vamos a arrasar; es posible que sí, pero todos parecen muy confiados, yo conozco cómo opera la estructura de nuestro rival, parecen hormiguitas y al final cuando menos te lo esperas, te hacen colapsar los maderos”.
Y no se equivocaron en sus percepciones… Si tan sólo los hubieran escuchado.
EL VERGONZOSO CASO DE MITOFSKY
Ahora bien, ¿podrá alguien volver a encargar mediciones electorales a Roy Campos, de Consulta Mitofsky, en futuras elecciones?
Esa empresa, ahora tan desprestigiada a nivel nacional, fue la encargada de realizar las encuestas para Luis Felipe Graham en el proceso interno del PRI para la elección de su candidato al Gobierno de Tabasco.
Ahí por cierto también mintieron.
Y lo fue también en el proceso electoral constitucional para el ex candidato a la alcaldía del PRI. Nunca lo bajaron de la barrera de los 20 puntos por encima del perredista Humberto de los Santos.
La experimentada y amplia conocedora del tema de las encuestas de medición y ex vocera de Roberto Madrazo, Ady García López, quien operó una parte de la relación con los medios para Arturo Núñez Jiménez, en una reunión con el reportero un par de semanas antes de la elección constitucional todavía creía que la ventaja de Graham sería de más de 20 puntos.
Aunque escuchó atentamente la percepción del reportero respecto a lo que se podía apreciar en los recorridos de campaña y en las diferencias notables en el trato al momento del recibimiento de los habitantes de este municipio hacia Graham y Bertruy, aún así se mantuvo en su posición de incredulidad hacia la posible derrota del ex secretario de Salud.
Y de hecho lo plasmó así en un documento donde se consignaba la victoria de Núñez Jiménez y de Graham Zapata.
Por supuesto que el tamaño de estos errores no es atribuible ni al ex candidato ni a los que creyeron a ciegas y no se tomaron el tiempo de medir, aunque fuera por curiosidad, cómo estaban sus rivales electorales. La mentira más grande fue la de Consulta Mitofsky.
La tarde-noche del 1 de julio alguien mandó pedir los mariachis para el festejo del “triunfo electoral” del priista a su casa de campaña, otro más le recomendó salir a los medios y agradecer el “voto mayoritario” por el que a partir del día siguiente trabajaría para todos como el próximo alcalde de Centro.
Y así lo hizo.
Alrededor de las 10 de la noche fue llamado de emergencia a la Quinta Grijalva en donde se le informó que “había perdido la elección para la alcaldía de Centro y el ganador era el candidato del PRD”.
Los mariachis callaron y comenzó la mayor discusión.
Graham Zapata reclamó airadamente al enviado de la empresa encuestadora de Roy Campos y al propio “experto electoral” quien le había dicho por teléfono después de las seis de la tarde que tenía una diferencia de 17 puntos sobre el PRD y que era por lo tanto el ganador de la contienda.
Aunque usted no lo crea.
Algún día se conocerá la otra historia, no menos interesante en el tema de los resultados de las encuestas, la del PRD.
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