Roberto Barboza Sosa. / rbarbozasosa@hotmail.com
Por ser estafadas nuevamente en sus derechos políticos, mujeres priistas con años de militancia y trabajo partidista han decidido terminar con la sumisión y rebelarse contra la línea de la cúpula del Partido Revolucionario Institucional (PRI), pues llevarán ante los tribunales al tricolor, con lo cual otra vez estará en riesgo de una nueva felpa jurídico-política.
Así lo sostiene un grupo de féminas del tricolor como Rosario Arias Hernández, Nira Pérez Garduza, Sandra Ramos, Elsy Magaña, Ana Luisa Acosta, Margarita Isidro y Carmita Vázquez, entre otras militantes del tricolor, que se sienten burladas.
La ebullición femenina en el PRI se registra en plena recta final de las campañas proselitistas, a menos de 15 días de los comicios más competitivos que enfrenta y en víspera de la tercera visita del candidato presidencial Enrique Peña Nieto.
Pero algunas de ellas no se quedarán sólo con externar su malestar de manera verbal, sino que han determinado acudir a los tribunales para defender sus derechos políticos partidistas.
Las enfadadas señoras preparan los documentos para interponer una batería de impugnaciones contra las decisiones del PRI en el caso de la sustitución de candidatos varones por mujeres, pues aseguran se violaron sus derechos políticos.
Reconocen que en el proceso interno de selección para los cargos de elección popular que están en juego en estos comicios —en donde su partido no respetó el 40 por ciento de la cuota de género—, se mantuvieron sumisas cuando las hicieron a un lado.
La gota que ha derramado el vaso, sostienen, es la burla de que han sido objeto por segunda ocasión en este proceso interno cuando el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), obligó al PRI para que cumpliera con la ley, a fin de dar espacio a sus militantes mujeres.
Sin cumplir con la normatividad interna, nuevamente, para tratar de acatar la sentencia, la dirigencia tricolor “apresuradamente” nominó desde jóvenes sin talacha ni vocación partidista, a panistas y hasta la esposa de uno de los candidatos a diputado que quitaron.
Ésta última, Claudia Vasconcelos Segura —esposa de Cristóbal Álvarez Brown— “es una respetable ama de casa, pero desconoce completamente las tareas que tiene que realizar, y sólo serviría de parapeto para el marido”, sostienen.
Los dirigentes del PRI, aseveran las quejosas, no les dieron oportunidad de ocupar esos espacios a los que tienen el derecho y optaron por desplazarlas olímpicamente, aunque para ello, nuevamente, hayan pasado por encima de las normas estatutarias y leyes electorales.
Afirman que se burlaron de este grupo de experimentadas militantes por segunda ocasión, al no tomarlas en cuenta para la asignación de candidaturas a diputadas, pues el tricolor postuló unilateral y discrecionalmente a quien se le ocurrió.
“No respetaban nuestros derechos y nosotras nos quedamos calladas”, por eso se acabó la “lealtad e institucionalidad”, señala el grupo de féminas inconformes con las decisiones de la dirigencia del PRI.
“EL PARTIDO NOS HIZO CRECER…”
Nira Pérez Garduza, ex secretaria de Finanzas del CDE del PRI y del sector popular, expone: “Muchas veces la mujer se atreve a levantar la voz y no se vale que no se respete el trabajo partidista, la militancia y los años que uno le ha dedicado al partido”.
Agrega: “Ya tenemos experiencia; el partido nos ha capacitado, nos hizo crecer, pero a la hora de dar los espacios no toman en cuenta todo ese trabajo, experiencia y todo el cúmulo que traemos las mujeres que hemos participado siempre en esta organización política”.
“Y como en este caso el TEPJF le ordena al PRI que tiene que cumplir con la cuota de género, se les hace muy fácil tomar a determinadas personas que no cumplen ni con los estatutos del partido ni con la militancia ni con el trabajo partidista”, expone.
“Ya no estamos dispuestas a que eso siga sucediendo”, advierte la también secretaria de Comunicación Social, Logística y Relaciones Públicas del Foro de Profesionales y Técnicos de Tabasco.
Deduce que las seis mujeres que sustituyeron a los hombres que eran candidatos fueron designadas tal vez por convenir a los “intereses personales” de la dirigencia y de quienes tomaron las decisiones dentro del partido.
SIN ÉTICA, DESIGNACIÓN DE VASCONCELOS
Sobre el emblemático caso de la nueva candidatura en el distrito XVIII, en el municipio de Macuspana, donde Claudia Vasconcelos Segura relevó a su marido Cristóbal Álvarez Borwn, priista que había buscado la alcaldía pero logró la postulación para legislador y finalmente se quedó sin nada, Pérez Garduza comenta:
“Tampoco —subraya— eso es honesto ni ético, pues si a esta persona le dice el partido que por instrucciones del Tribunal a él no le corresponde la candidatura, sino que tiene que ser una mujer, cómo es posible que ponga a su esposa, si su cónyuge es una respetable señora, ama de casa, que no tiene trabajo partidista ni la experiencia ni nada, no cumple con los estatutos del partido”.
Entonces, agrega, en la diputación es Álvarez Brown quien va a decidir a través de su consorte. “Eso es una burla para las mujeres que tenemos tanto trabajo dentro del partido”, enfatiza.
En este caso, ejemplifica, el tricolor sólo le da la vuelta a la sentencia de la autoridad jurisdiccional electoral, pues la determinación del Tribunal es que se debe sustituir para cumplir con la cuota de género.
“Bueno el partido dice: ‘poniendo a la esposa ya cumplimos’. No, creo que eso no se vale; es una burla para las mujeres que hemos militado tanto tiempo dentro del PRI”, señala la también contadora pública de profesión y empresaria independiente.
“EN SU VIDA LA HABÍAMOS VISTO”
Rosario Arias, ex dirigente de las mujeres del sector popular y responsable del área política-electoral del X distrito electoral local, coincide con Pérez Garduza, en el sentido de que en este tipo de cuestiones donde pasaban por encima de ellas, “siempre nos ganó la institucionalidad y lealtad hacia el partido, en realidad”.
“Nosotras —justifica— somos mujeres muy leales y debido a eso, aunque exigíamos espacios, nos decían ‘no, porque es fulanita’, aunque fulanita en su vida la habíamos visto, y esos es una práctica continua en el PRI”.
Y remarca: “Pero hoy decimos basta. Basta a quienes les falta experiencia y sobre todo militancia, trabajo partidista”.
“Si ya traemos una larga trayectoria de cargarle la mochila a gobernadores, a presidentes, a diputados, a senadores, y cuando más lo que nos dan son suplencias, ya basta”.
El grupo de mujeres priistas inconformes afirma que es el momento de decir “aquí estamos y exigimos. Y hoy exigimos respeto, que el partido respete nuestro trabajo”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario