Tras la pasarela con la grey católica, los tres aspirantes a la gubernatura se pronunciaron a favor de una relación respetuosa entre la Iglesia y el Estado, pero evadieron los temas espinosos
Luis Enrique Martínez / luisenriquemarh@hotmail.com
SEGUNDA Y ÚLTIMA PARTE
El clero católico, la jerarquía evangélica, los partidos y sus candidatos juegan al gato y al ratón.
Como nunca antes, unos y otros venden y compran el botín político que significa el rebaño cristiano en una elección concurrida y competida que pone en riesgo la menguada estabilidad política y social de Tabasco.
Convertido en mercado electoral la superficie territorial de Tabasco que equivale a 24 mil 747 kilómetros cuadrados, el martes 12, el obispo Gerardo de Jesús Rojas López escuchó la oferta de gobierno de los tres contendientes a la elección de gobernador.
Al encuentro realizado en el Colegio “Villahermosa y María Teresa A.C.”, Arturo Núñez Jiménez y Gerardo Priego Tapia acudieron acompañados por sus respectivas esposas Martha Lilia López y Mónica González. Y aunque la señora Gabriela Fojaco es de las que mayor proselitismo realiza a favor de su cónyuge, Jesús Alí de la Torre llegó solo en compañía de un puñado de colaboradores.
En privado y en horarios distintos, el jerarca católico presidió el “Encuentro del Presbiterio, Vida Consagrada y Seminario Diocesano” al que acudieron los 182 sacerdotes y 150 religiosas que conforman la Diócesis de Tabasco.
Tras el inusual cónclave en el que se abordó el tema “Políticas sociales: diagnóstico, propuestas, formas y tiempos”, cada uno de los protagonistas ofreció entrevistas de banqueta, mientras que Rojas López hizo declaraciones en una conferencia de prensa realizada en el interior del Santuario Guadalupano, ubicado en la colonia Primero de Mayo, a una distancia de un kilómetro de la sede de aquel evento.
“La intención era escuchar sus propuestas, conocer sus plataformas. La misa es para hablar de la palabra de Dios y en la eucaristía se dan recomendaciones para nuestras vida, fe y moral, pero la iglesia no usa para esto (la elección)”, indicó el obispo Rojas González pero no dejó de advertir que “pronto se emprenderán acciones para conminar a los fieles para ejercer su derecho al voto”.
Por su parte, a la salida del auditorio del colegio Villahermosa, los candidatos coincidieron en expresar que, en caso de ganar la elección del 1 de julio, la relación Estado-Iglesia será de respeto, siempre en estricto apego a la ley.
“Las asociaciones religiosas en general coadyuvan a la forja de valores, y si hoy tenemos una crisis de inseguridad pública pues necesitamos atacar las causas de fondo para rescatar los valores perdidos”, dijo el candidato de la coalición Movimiento Progresista por Tabasco.
Por su parte, el abanderado del Partido Acción Nacional (PAN) reveló que en la reunión se abordaron temas relacionados con la pobreza, programas sociales y libertad religiosa.
De ganar la elección, Priego Tapia afirmó que el respeto a las creencias religiosas será total: “No existirán desplazados simplemente por tener una religión diferente”, puntualizó quien está confeso de profesar la religión católica.
Mientras tanto, el aspirante de la alianza Compromiso por Tabasco dijo que la grey católica expuso su vocación de atender a los más necesitados “y generar condiciones de libertad… la relación entre Iglesia y Estado debe ser de respeto con base en la ley…”, puntualizó.
En resumen, candidatos y clérigos aparentemente no abordaron temas considerados como tabús como el aborto, el matrimonio entre personas de un mismo sexo y la adopción de menores por dichas parejas como ya se legisló en el Distrito Federal donde, desde 1997, gobierna el Partido de la Revolución Democrática (PRD).
Y quizá nadie se refirió a la obra negra en que se encuentra la Catedral de Tabasco desde 1990.
NO AL ABORTO
Dos días después al encuentro con la Diócesis de Tabasco, otros candidatos de la coalición Compromiso por Tabasco participaron en el foro regional “Compromisos con asociaciones religiosas”. En este evento acudieron representantes de 132 agrupaciones evangélicas.
Además de los candidatos a las alcaldías de Cárdenas y Centro, respectivamente, Armando Beltrán Tenorio y Luis Felipe Graham Zapata, en el encuentro participaron el candidato a diputado federal por el VI Distrito Electoral, José Carlos Ocaña Becerra, así como Humberto Mayans Canabal, aspirante al senado de la república en primera fórmula.
Religiosos y candidatos abordaron temas como “Análisis técnico de posibles reformas a la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público”, “Apoyo Institucional para el mejoramiento de la economía de las asociaciones religiosas”, “La voz de la Piedra Angular en México”, “Labor social y espiritual de las asociaciones religiosas”, y “La defensa de valores, las buenas costumbres y el derecho a la vida”.
En éste último tema destacó la intervención del candidato a diputado local por el III Distrito Electoral, Arturo Córdova Córdova. Aquí extractos de su intervención:
“…la buena política y la labor religiosa que practican ustedes (los religiosos) coincide en mucho en la búsqueda de ver una sociedad justa e igualitaria.
“Cuando un político tiene vocación de servicio no puede cerrar los ojos ante el dolor y necesidad que aqueja a una sociedad y mucho menos ante un mundo que ha ido perdiendo sus valores y van ganando terreno día a día la delincuencia, las drogas, el alcohol y en las raras costumbres de la sexualidad.
“Ante ello, tiene que haber la solución y el compromiso de los que queremos un nuevo tiempo para México y Tabasco. Por ello es que me comprometo para que, si el voto popular me lleva a ocupar el cargo de diputado, desde el Congreso del estado habré de salvaguardar los derechos que se tienen ganados en la Constitución, las asociaciones religiosas en los artículos 24 y sexto de nuestra carta magna, así como responder con un no rotundo a cualquier ley que le dé paso al libre ejercicio del aborto porque esto es atentar en contra de la vida…”.
¿Y LOS VOTOS?
Carlos Martínez, investigador, escritor, periodista especializado en el tema de la religión en México publicó hace ocho días en el periódico de circulación nacional La Jornada, lo siguiente:
“Quien diga que la tendencia del voto evangélico será abrumadora en favor de alguno de los candidatos (presidenciales) desconoce las complejidades y diversidad de la población protestante en México. “Estamos hablando de más o menos 10 por ciento de los habitantes del país, y posiblemente de entre 5 y 6 por ciento del total de quienes emitirán su voto en las elecciones presidenciales del próximo 1º de julio.
“El peso demográfico de los evangélicos en México es contrastante. Es notable en estados como Chiapas (24.5 por ciento), Tabasco (22.2), Campeche (18.2), Quintana Roo (16.2) y Yucatán (11.6). Su presencia en lo que Carlos Monsiváis llamó El Cinturón del Rosario, las entidades del Bajío y occidente, es débil, más o menos 10 veces menos que en Chiapas.
“La búsqueda abierta y constante del pueblo evangélico por los candidatos a la Presidencia de la República se inició en las elecciones de 2000. Quien más apuntó a ese colectivo fue Vicente Fox. Con promesas y ofrecimientos se hizo de cabilderos entre algunos líderes evangélicos del país. A alguno de ellos incluso comunicaba que estaría al frente de la Dirección de Asuntos Religiosos o, por lo menos, en el Congreso, como senador o diputado. Si ese anzuelo fue lanzado por Fox, al otro día de ganar las elecciones lo dejó abandonado en el fondo de las aguas.
“Seis años después, en las agitadas elecciones de 2006, el sector evangélico —tal vez sea mejor escribir neoevangélico y/o posevangélico— que tuvo más activismo electoral fue el que quiso ver en Felipe Calderón una especie de ungido para encabezar el gobierno de la nación. Incurrieron en francos excesos, incluso al propagar la idea de que Calderón estaba dejando el catolicismo romano y leía asiduamente la Biblia.
La punta de lanza de tal aseveración fue la agrupación Casa sobre la Roca, que se presenta como asociación civil cuando en realidad es una asociación religiosa. Al hacerse el calderonismo de la Presidencia de la República, en cuestionadísimas elecciones, el grupo evangélico/posevangélico que lo apoyó tuvo una accidentada escisión y los antes unidos en la causa se transformaron en acérrimos enemigos.
“En los procesos electorales de 2000 y 2006 hubo liderazgos evangélicos nacionales y regionales que favorecieron decididamente a candidatos que no fueran del Partido Acción Nacional (PAN). Los más organizados, en lo que podemos llamar la izquierda evangélica, fueron grupos que se caracterizan por tener mayor información de los asuntos públicos y una posición en favor de la democratización de las estructuras del poder. Estos núcleos hicieron campaña en favor de Cuauhtémoc Cárdenas en 2000, y de Andrés Manuel López Obrador en 2006.
“Con más recursos a su disposición, en los espacios identitarios vinculados al neoevangelicalismo es donde las movilizaciones en favor de la candidata del PAN, Josefina Vázquez Mota, han trascendido a los medios informativos. Sus partidarios la presentan como la opción más cercana a los intereses de quienes buscan la transformación espiritual de México. Argumentan que hay coincidencias de valores éticos con la propuesta panista. No se dan cuenta, por ingenuidad, desconocimiento de los postulados históricos y teológicos del protestantismo, o bien por simple pragmatismo en la obtención de posiciones político/partidistas, que se están plegando a una agenda bien diseñada desde el conservadurismo católico que busca minar las bases del Estado laico.
“A diferencia de otros países, donde el protestantismo ha logrado construir entidades representativas amplias que tienen cierto nivel de interlocución con los gobiernos, partidos políticos y organizaciones de la sociedad civil, en México no hay un organismo que pueda tener en su seno a la mayoría de las denominaciones evangélicas y que exprese la visión, necesariamente plural, del conglomerado diverso que son las iglesias de esta confesión.
“En la presente coyuntura electoral es la población evangélica más joven, y con estudios universitarios, la que evidencia creatividad en las redes sociales para argumentar en favor de uno de los candidatos, Andrés Manuel López Obrador. Hace llamados a ejercer el postulado protestante del libre examen, a no dejarse cautivar por posibles compromisos contraídos por algunos liderazgos con los candidatos de las otras opciones partidistas, y desenmascarar discursos religiosos que encubren intereses bien identificados. No falta la posición crítica hacia el candidato de su preferencia, pero consideran que en los tiempos de crisis que vive el país la propuesta lopezobradorista es la mejor para que haya paz y justicia en México.
“Concluimos como iniciamos: la naturaleza diversa del universo evangélico mexicano dificulta en extremo un voto corporativista. En su interior se expresan preferencias por los tres candidatos y la candidata a la Presidencia de la nación. Por más que algunos liderazgos fugaces salgan a declarar que los protestantes se volcarán en masa para favorecer cierta candidatura, lo cierto es que tal expresión es más un deseo personal que reflejo de la realidad. Lo responsable es defender una opción, exponer argumentos, buscar persuadir a los otros y otras, pero no chantajear con palabrería dizque espiritual que busca amedrentar. Tampoco se vale hacer uso faccioso de las predicaciones manipuladoras, llenas de citas bíblicas totalmente descontextualizadas”.
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