La última esperanza
En las alturas del gobierno ya estudian escenarios desfavorables a su causa. La suya y la del PAN. Pareciera rendición de plaza. De frente a la realidad y de espaldas a su candidata Josefina Vázquez, quien sin embargo mantiene su discurso y sus spots ruidosos, monitorean a los adversarios y analizan qué actitud tomar.
José Ureña / primercirculo@hotmail.com
Las tendencias marcarán la ruta. Se lo digo de fuente directa: ya no ven esperanza en retener el poder nacional.
La semana antepasada hubo un encuentro, desolador encuentro, del presidente Felipe Calderón con el dirigente Gustavo Madero.
Ya ni siquiera hubo reclamos.
Rumiaron las encuestas y terminaron desolados, pese al optimismo fingido del chihuahuense para intentar salir de la residencia oficial con alguna promesa de apoyo, con alguna pista de luz —no Estela, ese paradigma de despilfarro y corrupción quedará para la historia— o la recomendación haz esto o aquello o búscale por aquí o por allá o corrijan tal o cual cosa.
Nada. Ya ni Roberto Gil, el coordinador vazquista, recibió la palmada o el apapacho en un encuentro casual con su antiguo jefe.
El desánimo es total.
ABANDONO
Cuenta el círculo central de la campaña de Josefina Vázquez una historia:
El jueves 17 de mayo la candidata llegó a su llamado cuarto de guerra para el balance de la semana previa y la estrategia de la siguiente.
Encontró al grupo incompleto.
Dos miembros de plano desestimaron la convocatoria: Juan Ignacio Zavala y Maximiliano Cortázar.
Ni modo de ignorar su origen: el primero es hermano de Margarita Zavala y por ende cuñado de Calderón, y el segundo fue vocero de Los Pinos hasta su enfrentamiento con la primera dama y alguna conducta privada no grata a la moral de ella.
Ese jueves se suspendieron las reuniones del grupo de combate hasta nuevo aviso.
La circunstancia es grave, naturalmente, porque es dejar el proyecto casi a la casualidad, a decisiones tomadas por la señora Vázquez en encuentros solitarios de los encargados de difusión, logística, prospectiva, etcétera.
Pero más lo es porque siguió al encuentro de Gustavo Madero con quien lo llevó a la presidencia del PAN y le encomendó armar la postulación de Ernesto Cordero.
Fracasó en ese empeño y, por el pulso interno y las encuestas públicas, también fallará en dar un tercer período presidencial a Acción Nacional.
CONGRESO
En la desilusión estaban cuando apareció la última esperanza.
Vieron con satisfacción el movimiento juvenil, surgido en la Universidad Iberoamericana, contra Enrique Peña y lo celebraron, Josefina Vázquez con un saludo público y el exhorto a continuarlo y Felipe Calderón con una celebración desde el extranjero: —En otros lados hay manifestaciones contra el gobierno, en México es contra un candidato… ahí se las dejo.
El respaldo fue práctico también: hasta los familiares de doña Josefina desfilaron en la marcha contra Peña.
Les salió el tiro por la culata: a los días comenzaron las protestas contra la candidata panista y la semana pasada incorporaron a Calderón a sus odios por los 60 mil muertos del sexenio y un ajuste de cuentas: juicio político.
Aquí está la nota:
El gobierno ha decidido retirar su respaldo al movimiento #YoSoy132 porque no se centró en Peña y ordenó a sus áreas de inteligencia pasar simplemente a la vigilancia. ¿Con qué fin? Evitar desbordamiento.
Perdida de antemano la Presidencia y con la sociedad efervescente, a ese objetivo se suman dos más: Esperar la derrota de Peña e ir por las mayores posiciones posibles en el Congreso.
Por eso la persecución de priistas.
Es la última esperanza.
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