¿Jalará el paisanaje?
Fernando Hernández Gómez / fdohernandezg@hotmail.com
El PAN se canceló, con dos malos gobiernos, la posibilidad de retener el Palacio Nacional con la primera mujer, Josefina Vázquez Mota, que pudo ser y no logró convertirse en opción competitiva.
La disyuntiva en las urnas para la mayoría de los mexicanos, y desde luego para los tabasqueños, está entre votar por su paisano López Obrador o por quien se autoproclamó ‘hijo adoptivo’ de este tierra, el mexiquense Peña Nieto.
El ‘efecto paisanaje’ se dejó sentir con toda intensidad en Tabasco hace seis años, a favor de uno de los dos paisanos que contendieron por la Presidencia de la República. El candidato del PRD logró 530 mil votos contra 350 mil del priista.
Si alguien sabe de este fenómeno es Roberto Madrazo. Considera que, pese a lo afirmado por correligionarios suyos, el ‘paisanaje’ del aspirante presidencial de la coalición PRD-PT-MC, influirá en las votaciones del domingo tanto en Tabasco como en el sureste.
El ex gobernador explica que cuando en la boleta electoral existe un tabasqueño o alguien de la región, existe una “expresión natural de simpatía” por él. Por ello, señala Roberto Madrazo que el reto del PRI en este momento es evitar que ese fenómeno repercuta en las elecciones federal y estatal; es decir, que el ‘efecto paisanaje’ no le pegue tanto a Peña Nieto.
Sin embargo, si el resultado de la votación en la entidad no le favorece al mexiquense, el tricolor busca que tampoco arrastre a la derrota al resto de los candidatos a cargos federales y locales.
Madrazo Pintado ha retornado a la actividad política-electoral. En el estado se le ha visto apoyando a los candidatos del PRI, sobre todo al abanderado al gobierno estatal Jesús Alí de la Torre —en menor medida hacen lo mismo los ex gobernadores Manuel Andrade Díaz, éste enviado por el CEN del PRI a la península de Yucatán, y Enrique Priego Oropeza—, y se sabe que es el principal asesor de la campaña de su hijo Federico Madrazo Rojas, en el sexto distrito local.
Su labor ha buscado diluir precisamente el efecto de ese paisanaje que en 2006 lo golpeó a él inmisericordemente y que éste 2012 podría de nuevo favorecer a López Obrador en Tabasco y el sureste, aunque no se sabe si le alcance para ganar la Presidencia de México.
Por si las dudas, su hijo Federico Madrazo asegura que la contienda por la diputación local del sexto distrito local de esta capital, está blindada contra el ‘efecto paisanaje’. ¿Ocurrirá lo mismo en todos los municipios y distritos?
Para el CEN del PRI, el estado es un foco rojo para su candidato presidencial. Lo reconoció aquí el dirigente nacional de la CNOP, Emilio Gamboa Patrón, quien señaló que al igual que el DF, Tabasco está competido en la contienda por la Presidencia; empero, afirmó, “no hay ninguna posibilidad de que el PRI pierda la elección”.
Sustentó su aseveración en que en seis de siete encuestas ordenadas directamente por la dirigencia nacional de su partido, Peña Nieto va adelante con las preferencias electorales del 42 al 47 por ciento, “y todas no dan ni 30 por ciento a Josefina Vázquez Mota y a Andrés Manuel López Obrador, que están compitiendo por el segundo lugar”.
En Tabasco, además de dos visiones, se enfrentan dos generaciones: la de los políticos que van de salida, con el perredista Arturo Núñez Jiménez al frente, que llevan como principal bandera la alternancia, y la de los jóvenes que, con Jesús Alí de la Torre, le ofrecen un nuevo tiempo al estado a pesar de que busca la continuidad del partido gobernante, el PRI.
DESAVENENCIAS
En todo proceso electoral reñido son infaltables las pugnas verbales entre los candidatos, pues hay quienes ven que pegándole al que va arriba en las preferencias o es el rival a vencer, sube sus bonos o, al menos, le resta puntos al principal competidor.
Si bien en esta contienda por la gubernatura el blanco de esos ataques fue inicialmente Jesús Alí, los días previos a la elección, los tres candidatos se han dado con todo.
Alí de la Torre ha exhibido que Núñez Jiménez representa al ‘viejo PRI’, del que ahora reniega con su señalamiento de que habrá de poner fin a 83 años de hegemonía priista, de los cuales él vivió 23 como parte de ese sistema.
El candidato perredista le replicó a su contendiente priista, manifestando que él ha formado jóvenes, pero éste —en alusión a Alí— “me salió puque”. La ocurrencia fue buena, aunque habría que acotar que el abanderado del tricolor consiguió en su primer intento lo que aquel no pudo lograr —la nominación para gobernador del PRI— en por lo menos 12 años.
Terció en el pleito el panista Gerardo Priego Tapia. No logrará ni el tercer lugar, pero vaya que le ha puesto sabor a la contienda. Él le dispara a todo lo que se mueve y descalifica a sus dos adversarios, señalando que los dos proceden del PRI. De Jesús Alí dice que es “el candidato del PRI con toda esa inducción al voto, con todo ese exceso de gasto de campaña”, y de Arturo Núñez señala que es el ‘candidato priista dentro del PRD’.
Si hubo quienes pensaban que Priego Tapia serviría de comparsa del candidato del PRD en el proceso electoral, éste se encargó de desmentirlo. A Núñez Jiménez no le gustó que el panista contratara los servicios del consultor español Antonio Solá, el autor de aquella campaña que fue tan famosa hace seis años: ‘López Obrador es un peligro para México’.
“Pues seguramente este mercenario de la propaganda lo va a hacer crecer los 60 puntos que necesita Gerardo para ganar. Qué bueno que traiga a quien descalificó a Andrés Manuel para que los tabasqueños lo conozcan... Nada más eso faltaba”, manifestó el perredista. ¿De qué lado pensó que estaba el candidato panista?
Lo que se espera es que esas desavenencias propias de una contienda electoral no vayan a ser factor de rivalidades que trasciendan los tiempos del proceso de elección del próximo gobernador y se vayan a llevar entre las patas a los tabasqueños.
No hay comentarios:
Publicar un comentario