Con elecciones a la vuelta de la esquina, la población juvenil será pieza fundamental en la toma de decisiones para el país y Tabasco
Luis Enrique Martínez / luisenriquemarh@hotmail.com
Tanto en Tabasco como en México las reglas han cambiado, pues con las elecciones presidenciales y para gobernador a la vuelta de la esquina, crece de manera inusitada el interés y la participación de la ciudadanía en la toma de decisiones, en especial de los jóvenes, a quienes muchos consideraban apáticos a la política, y hoy son pieza fundamental en el activismo electoral y podrían definir, con su voto, el destino del país y del estado.
Dos sucesos han marcado la vida política en fechas recientes: el movimiento encabezado por el poeta Javier Sicilia, que congrega a miles de víctimas de la guerra al narcotráfico, y el movimiento estudiantil conocido como ‘#Yo Soy 132’, que está realizando acciones públicas en todo el país, en reclamo de justicia electoral.
Como en la península ibérica, existe una versión mexicana del movimiento ‘Indignados de España’ que protesta contra la corrupción y la violencia; se llama: ‘#Yo Soy 132’ y comenzó como un grupo opositor a Enrique Peña Nieto, candidato a la Presidencia por el PRI, a quien en una visita a la Universidad Iberoamericana —de los jesuitas— se le exigieron responsabilidades por sucesos ocurridos en 2006 en San Salvador de Atenco, cuando era gobernador.
A partir de allí, el panorama político cambió, pues el grito ‘yo-soy-132’ comenzó a escucharse en muchas calles y centros educativos universitarios de todo el país. Es un grito que nació luego de que dirigentes del PRI denostaran el activismo de jóvenes de la Ibero durante la visita de su candidato presidencial, a principios de mayo.
Los jóvenes, acusados de no ser estudiantes y de actuar como operadores políticos del candidato de la llamada izquierda, Andrés Manuel López Obrador, reaccionaron dando a conocer un video donde 131 de ellos reivindicaron su independencia y su origen universitario, y revelándose contra la subestimación de que estaban siendo presas.
“Somos estudiantes de la Ibero, no acarreados, no porros y nadie nos entrenó para nada”, fue el mensaje que más se leyó en las redes sociales, principalmente en twitter y muy pronto empezaron a salir otros mexicanos sumándose al movimiento con el lema ‘#Yo Soy 132’; es decir, uno más del grupo de este movimiento que convocó a una asamblea pública en la UNAM, donde se reunieron representantes de 54 universidades públicas y privadas de todo el país y tomaron posiciones muy concretas.
Luego de esa asamblea, en un manifiesto difundido a través de las redes sociales los estudiantes se pronuncian contra un sistema político y económico que no representa las necesidades de los mexicanos, y demandaron la democratización de los medios de comunicación, así como expresaron su desconfianza en el IFE.
Por eso, ‘#Yo Soy 132’ hace del derecho a la información y a la libertad de expresión sus principales demandas. Esta exigencia ha llevado a realizar movilizaciones frente a las grandes cadenas de televisión, como Televisa y TV Azteca.
Otro momento de reclamo social tuvo lugar durante el encuentro de los candidatos a la Presidencia de México con el ‘Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad’, que encabeza el poeta Javier Sicilia. Familiares de las víctimas de la guerra al narcotráfico fueron muy claros, como se lo dijo Margarita López Pérez a la candidata del PAN, Josefina Vázquez Mota:
“Pero no me lo diga con un discurso político, dígamelo como madre. Contésteme como madre no sólo a mí, sino a todas estas mujeres que están alrededor de mi, que tienen hijos desaparecidos, que tienen hermanos desaparecidos e hijas desaparecidas como yo…”.
O como se lo reclamó Trinidad Ramírez, de los Comuneros de Atenco, Estado de México, al candidato del PRI, Enrique Peña Nieto: “Eres responsable de que una banda de violadores siga actuando al amparo de la policía que tú creaste. ¿Estas son tus credenciales para intentar llegar a la Presidencia?”.
En conversación para Radio Bilingüe, el poeta Javier Sicilia se refirió al panorama electoral y a lo que considera las ‘elecciones de la ignominia’, en un país donde la guerra al narcotráfico ha provocado la muerte de más de 60 mil personas y alrededor de 20 mil desaparecidos:
“Demuéstrenle a este país por qué quieren representarlo cuando lo tienen hundido; porque no es un asunto sólo de Calderón, es un asunto de todos. Que me digan qué gobierno, perredista, panista o priista es mejor uno que otro… son iguales de delincuentes. Iguales de patrimonialistas, iguales de salvajes”.
La activa participación ciudadana anticipa que éstas serán unas elecciones muy disputadas, en donde los jóvenes tendrán un papel determinante. Se calcula que alrededor de 12 millones de ellos podrían ir a las urnas.
LOS VERDADEROS NINIS
Otra demostración del interés de los jóvenes por participar en política y en las decisiones públicas del estado, la constituye el movimiento encabezado en Tabasco por Itzcóatl Jiménez Vargas, quien el 3 de junio, junto con otros destacados jóvenes de todos los ámbitos del desarrollo, realizaron un foro en el que expusieron la necesidad de aplicar un cambio de rumbo en las políticas públicas del estado.
Señaló que los verdaderos ‘ninis’ son aquellos que no entienden lo que pasa ni reconocen que la juventud está lista para dar la batalla por el cambio que requiere el país y el estado para mejorar, pues “más allá del espacio específico donde cada uno de nosotros ha decidido ejercer su acción, hay algo que nos une y engarza nuestras voluntades: la posibilidad de un cambio para mejorar”.
La multicampeona de lucha greco-romana y participante en torneos nacionales e internacionales, Wendy Iomara Martínez, lamentó que Tabasco se encuentre en la posición 32 nacional en materia deportiva, por lo que consideró que la educación física y el deporte deben ser ejes rectores de las políticas públicas estatales.
En sí, propuso crear, rehabilitar y modernizar centros y ligas deportivas escolares y comunitarias, normar y apoyar la detección de talentos, crear un departamento de medicina deportiva y estructurar la Dirección del Deporte de Alto Rendimiento en el estado, toda vez que de nada sirve contar con buenos prospectos si éstos no podrán desarrollarse.
Pedro René Mazariego Aguilar señaló que en Tabasco es necesario cambiar algunas costumbres que conllevan a la desintegración social, como la afiliación partidista, “que es un factor de ruptura no sólo entre los jóvenes, sino entre la sociedad en general, pues cuando nos afiliamos a un partido, cualquiera que éste sea, tenemos la idea que ese instituto es la respuesta a los problemas personales como colectivos”.
Pero más allá de eso, enfatizó, aborrecemos el hecho de que algún amigo o conocido pertenezca o sea simpatizante de otra asociación política distinta a la nuestra; entonces, ese nivel de intolerancia creado por la descalificación y el reproche, invariablemente termina convirtiéndose en prejuicio por el simple hecho de que una persona esté en un partido diferente con el que nosotros simpatizamos.
“Es normal que se diga que si estás en un partido fuerte y poderoso entre el electorado, es porque buscan un hueso, o que si estás en otro que busca la igualdad entre pobres y ricos, eres un izquierdista antisocial, o si te afilias a un partido conservador, eres un ultraderechista y hasta fascista, lo cual desgraciadamente así es en Tabasco y eso no ayuda en nada a recomponer el tejido social”, señaló en su disertación sobre los derechos humanos como solución al divisionismo cultural.
EL DESPERTAR DE LOS JÓVENES
El hecho es que en comparación con otras elecciones, es evidente que los jóvenes han despertado y levantado a un México y un Tabasco aletargados, y le han dado un nuevo impulso a la añeja lucha por la democratización de las instituciones que se había quedado en ‘stand by’ luego de las elecciones del 2000 cuando la ciudadanía creyó que al llegar el PAN a la Presidencia nuestro país tendría un mejor destino.
Ejemplo de ello es la marcha que el 10 de junio efectuaron alrededor de 300 integrantes del movimiento ‘#YoSoy132’ para exigir que los medios de comunicación informen sin censura y no tergiversen la información, porque sólo a través de ésta pueden exigir y criticar las acciones políticas y socioeconómicas del gobierno, de los empresarios y de la sociedad misma a la que pertenecen.
En esa ocasión, estudiantes, maestros, campesinos, amas de casa y profesionistas, marcharon para alzar la voz y expresar que el sistema sociopolítico y económico de México no responde a las demandas y necesidades de todos los mexicanos, y al parecer este tipo de movimientos seguirá creciendo como bola de nieve en cada rincón del país. Es —suponen algunos— la revolución que cada cien años ha experimentado nuestro país desde 1810; solamente que en esta ocasión utiliza las manifestaciones en calles y redes sociales como armas.
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