En su primera encrucijada, camina en busca de la Senaduría por la segunda fórmula
Roberto Barboza Sosa. / rbarbozasosa@hotmail.com
“No, no estoy nerviosa”, responde Candita Victoria Gil Jiménez, candidata a senadora de la segunda fórmula de la coalición Compromiso por México, quien realiza por primera vez una campaña proselitista electoral, en un ambiente político desfavorable.
“Mi mayor apuesta es que los ciudadanos decidan y que respetemos la decisión de las mayorías”, contesta respecto al fardo que representa ir inscrita en esa posición desventajosa.
Es la única candidata a un cargo de elección popular que se encuentra en una encrucijada singular: tener todo un entramado político-electoral-legal en contra.
La candidata de la coalición PRI-PVEM al Senado por la segunda fórmula, Candita Gil, necesariamente tiene que realizar triple esfuerzo si quiere triunfar en esta elección.
De perder sería la segunda persona en forma consecutiva que como ex rector de la UJAT se queda a un paso de llegar al Senado.
En la elección de 2006, por el ‘Efecto Peje’, el ex rector Jorge Abdó Francis, quien iba en segunda fórmula se quedó con su aspiración al perder el PRI la elección federal en Tabasco. Sólo Francisco Herrera León llegó a la Cámara Alta como primera minoría.
PESADO LASTRE A CUESTAS
Gil Jiménez, no sólo tiene el peso de remar a contracorriente por ser su primera campaña político-electoral y de carecer de un trabajo partidista previo; también realiza campaña contra la adversidad legal de competir en la segunda fórmula, donde para llegar carga como lastre la animadversión que genera su compañero de la primera fórmula, Humberto Mayans Canabal, según afirman analistas electorales.
Mayans Canabal podría llegar al Senado sin necesidad de realizar proselitismo, pues aunque pierda pasará como senador de primera minoría si la coalición PRI-PVEM queda en segundo lugar de la votación.
Candita Gil, sobrina del candidato de la coalición PRD-PT-MC, Arturo Núñez Jiménez, además contiende directamente contra la fórmula conformada por el cuñado y el hermano de su primera fórmula: Adán Augusto López Hernández y Fernando Mayans Canabal, candidatos a senadores por la coalición Movimiento Progresista de México.
El artículo 56 constitucional establece que necesariamente los partidos políticos deberán registrar una lista con dos fórmulas de candidatos.
“NADIE ME ENGAÑÓ… YO SABÍA”
Para quien fue la primera y única mujer en ser rectora de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT), su situación política no le quita el sueño. “Nadie me engañó, yo sabía”.
Sostiene que las carreras políticas o carreras profesionales son intransferibles. Cada quien trae su propia identidad y su propia luz.
“Yo —dice quien fuera ocho años rectora–- tengo una historia de trabajo, tengo una historia de compromisos, tengo una historia de resultados”.
“Y lo más importante es que respeto, confío y creo en las ciudadanas y ciudadanos. Son los que realmente van a determinar qué es lo que quieren para el futuro de Tabasco”, sostiene.
Sobre su compañero Humberto Mayans y sus adversarios Adán Augusto López y Fernando Mayans, señala que “allí hay una familia que se dedican a la política todos, y bueno les tocó encontrarse en ésta y en otras etapas de su vida a cada uno de ellos”.
“Yo —confía— no tengo temores. Yo sí creo en la institucionalidad del partido; yo sí creo en toda la estructura electoral que tiene cada uno de los partidos”.
“Yo —repite y se encomienda a un destino manifiesto— no tengo obsesiones. Las cosas que me va a tocar hacer en la vida, las buenas o las mejores, me tocan porque hay un destino y porque hay una decisión superior, que es quien toma esas decisiones y toma control en la vida”.
COSECHARÁ LO QUE SEMBRÓ EN UJAT
La también ex contralora del gobierno del estado dice que este momento de participar en la candidatura al senado de la República le está dando mucho aprendizaje.
“Lo he tomado como un proceso de aprender mucho; es para mí ciertamente un terreno nuevo”, expresa.
“Cuando dejo de ser rectora de la UJAT, desde ahí parto, ¿no? Pareciera que los tiempos me lo hubieran ajustado, porque justo fue que entregando la rectoría cuando nace la invitación a la senaduría”, recuerda.
“Y entonces nadie me viene a engañar. Desde que me invitó mi partido, el PRI, me dijo que iba en segunda fórmula y sabía que de alguna forma había que trabajar mucho”, expone.
Dice que ha ido a buscar a los amigos, a las familias de sus amigos, a los amigos de sus amigos. “Yo sé que así se puede ganar y voy a ganar”, augura Candita Gil, confiada en obtener votos como resultado del trabajo que realizó al frente de la UJAT.
“Hay mucha gente, mucha más de la que yo podía haber imaginado que me quiere, que admira a la maestra Candita y que quiere ayudar a la maestra Candita”, dice.
Relata que “son muchas generaciones formando a jóvenes profesionistas. Los jóvenes estudiantes son mis mejores testigos que trabajé intensamente en los últimos ocho años para todos ellos, para una comunidad”.
UJAT: DE LAS MEJORES… Y LA MÁS BARATA
Se ufana de que hoy la UJAT es “una de las mejores universidades de México; es patrimonio de los tabasqueños. Eso también lo saben los tabasqueños”, resalta.
“Cuando yo llegue a la universidad, a la UJAT la comparaban como las casas de estudios de Oaxaca, con tantos problemas”, recuerda.
“Aquí —agrega— el patrimonio es que me dieron la oportunidad y la confianza; por eso, a lo mejor vivía yo así como estresada porque tenía que responder a la confianza que me había dado toda una comunidad de los tabasqueños de administrarle todo ese patrimonio cultural y académico”.
“Se volvió una gran responsabilidad de cumplir y estar a la altura de la responsabilidad que se me había conferido”, subraya.
Reconoce que en la vida a uno le pueden salir las cosas mal, pero en la vida nadie con toda intención quiere fallar. “Uno lo hace con el deseo de que salga bien y puede no salirle bien”, indica.
“Pero también viene un aprendizaje; bueno, hoy tienen los tabasqueños una de las mejores universidades de México y la universidad más barata. Le decía a un joven, a lo mejor alguien se puede quejar de media universidad pero pagan 100 pesos. No hay una universidad en este país con ese costo”, concluye.
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