lunes, 7 de mayo de 2012

Tapijulapa, de la magia al terror


Viejas rencillas entre habitantes de dos localidades tacotalpenses por control de sitios ecoturísticos podrían agravarse a raíz del infanticidio 

Roberto Barboza Sosa / rbarbozasosa@hotmail.com


TAPIJULAPA, TAB.- Algunos pobladores de la colonia Isabel mantienen cierto rencor contra sus vecinos de la colonia Villa Luz, por tener bajo su control, vigilancia y usufructo la Reserva Ecológica y sitio eco-turístico del mismo nombre.
Los colonos de Isabel acusan que algunos de sus vecinos se emborrachan en ese sitio turístico y han “tenido muchos problemas con los visitantes”.
En ese circuito turístico de Villa Luz, también se localiza la Casa-Museo Tomás Garrido Canabal, la Cueva de la Sardina Ciega y los balnearios de aguas sulfurosas.
El coraje podría crecer entre esas dos comunidades, ahora a raíz del homicidio de los cuatro niños de Villa Luz, atribuido a un grupo de cinco personas originarias de la colonia Isabel.
Y fue, según la Procuraduría General de Justicia del estado (PGJ), precisamente una rencilla registrada entre vecinos de ambos poblados de Tacotalpa, que llevó al asesinato de los cuatro niños, como una venganza contra el padre de tres de los menores victimados, por denunciar a colonos de Isabel, de cazar un puerco de monte y de que tampoco les dejara trabajar en la Reserva Ecológica Villa Luz.
Ambas colonias están separadas por un sendero de 4.5 kilómetros, el cual caminaban diariamente los menores victimados, en su ruta a la escuela primaria de Tapijulapa.
Habitantes de Villa Luz, que se ven en la necesidad de acudir a Tapijulapa para ahorrarse el pasaje del transporte por carretera, toman ese atajo de 4.5 kilómetros, entre potreros y tramos de tupida vegetación, y obligadamente cruzan la colonia Isabel para poder llegar al denominado Pueblo Mágico.
Ahora, con el encarcelamiento de cinco personas de esta última colonia, cuyos familiares y vecinos consideran inocentes de la acusación de homicidio de los cuatro niños, ambas partes se verán con mayor recelo y podrían surgir más problemas entre los habitantes de esas dos comunidades, admiten los propios vecinos.

ECOTURISMO, AMENAZADO}
La mañana del 24 de abril, los hermanitos Blanca Elena, Gustavo Adolfo y Jesús Alberto Gutiérrez Álvarez, de 10, 8 y 7 años, así como su vecino Samuel Vázquez Gómez, de 7 años, salieron de sus domicilios para ir a la escuela, a donde nunca llegaron, desaparecieron, y fue hasta el viernes 27 de abril cuando fueron localizados semienterrados en dos fosas localizada en un rancho, a tres kilómetros de esta comunidad.
Los niños habían muerto por asfixia a causa de cinta canela que les cubría el rostro, determinó la necropsia.
Este crimen cimbró a todo el circuito ecoturístico donde se ubican el Pueblo Mágico de Tapijulapa, Villa Luz, Cueva de la Sardina, la Casa-Museo de Tomás Garrido, el desarrollo privado Kolem’Ja y Oxolotán, en el municipio Tacotalpa.

DUDAS SIN ACLARARSE
Tan incomprensible como fue la muerte de los cuatro niños, también la investigación del caso queda sin despejar varias dudas.
Hasta ahora, la Procuraduría aún no aclaraba la forma en que los cuatro niños fueron atrapados por sus víctimas en ese camino de 4.5 kilómetros. Aún desconoce el paradero de los útiles escolares que ese día llevaban los menores.
Igual, se encuentra entredicho el operativo efectuado para arrestar a los presuntos infanticidas, a quienes les arrancaron las confesiones a base de tortura física, denunciaron sus familiares.
Relatan parientes de los detenidos, que el jueves 3 de mayo, vivieron una madrugada de terror, pues militares y policías derribaron puertas y ventanas, sacaron de las camas y hamacas a las familias que dormían. Además de causar destrozos, se llevaron diversas pertenencias.

INDEBIDA ACTUACIÓN
Juristas consideran indebida la actuación de las autoridades, pues era necesario obtener órdenes de cateo y de aprehensión, para evitar ese tipo de arbitrariedades.
Francisco López Méndez, doctor en Derecho, considera ilegal detener a un presunto infractor ingresando a su domicilio en esa forma, sin una orden de cateo, puesto que no existía flagrancia. Igual, señala, debieron solicitar al juez la orden de aprehensión.
Fue, el Día de la Santa Cruz, fecha de festejo de los albañiles, cuando la PGJ detuvo a las cinco personas —trabajadores de la construcción— como probables responsables del homicidio de cuatro niños de la colonia Villa Luz, Tacotalpa.

ERA CHALÁN DE MAESTRO ALBAÑIL
El fiscal tabasqueño Gregorio Romero Tequextle informa que la madrugada del sábado 5, al cumplirse el término legal de las 48 horas, los dos adultos y tres menores serían consignados por el delito de homicidio calificado.
Según las declaraciones ministeriales de los inculpados, fue el mayor de ellos, Agustín Pérez Hernández de 27 años, el autor intelectual y material del múltiple homicidio, así como de enterrarlos en dos fosas que él mismo excavó. Esta persona trabajaba como chalán del maestro albañil, Óscar Martínez, cuyo hijo Manuel también está detenido.
Esta persona, quien dijo ser campesino y albañil, fue quien cubrió con cinta canela el rostro de cada uno de los niños, luego los contrajo contra su cuerpo hasta asfixiarlos y los colocó en las fosas que excavó con su machete.

EL CAMINO DEL TERROR
De acuerdo a la declaración del detenido Asunción Paz Cruz, quien hace dos meses cumplió 18 años, su vecino Agustín Pérez, junto con otros dos menores había capturado a los cuatro niños en el camino del terror de 4.5 kilómetros.
No se dio a conocer cómo lograron secuestrar, someter a los cuatro niños y evitar que alguno de ellos escapara y gritara. Los pequeños estudiantes siempre caminaban juntos de las 7:00 horas, que salían de sus casas, a las 8:00 en que entraban a la escuela de Tapijulapa.
Pero con ellos eran cerca de 26 niños de Villa Luz los que diariamente transitaban por esa ruta para ir a la escuela.
Paz Cruz narró que luego Agustín fue a la colonia Isabel, Tapijulapa, a buscarlo a él y otro amigo, donde les pidió que le acompañaran y los llevó hasta donde tenía a los cuatro menores, cerca de las cascadas.
Dijo que el adulto, bajo amenazas de que podría matar a sus familiares, obligó a sus cuatro cómplices a que condujeran a los niños hasta el lugar —a casi un kilómetro— donde los asfixió y enterró.

¿UN CRIMEN A SANGRE FRÍA?
La PGJ tampoco menciona si Agustín Pérez Hernández se encontraba intoxicado de algún estupefaciente o bebida etílica al momento de asesinar uno por uno a los cuatro niños, o si lo hizo a sangre fría plenamente en sus cinco sentidos.
El procurador general de Justicia señala que el joven de 18 años y dos menores coinciden en sus declaraciones ministeriales sobre cómo ocurrieron los hechos y aceptan la participación de los cinco en el asesinato de los infantes, mientras que el otro menor niega su participación.
Romero Tequextle refiere que, a su vez, el adulto “niega en parte los hechos”, pero admite que entre el padre de los tres infantes y Asunción Paz Cruz surgió un altercado debido a que los cinco mataron un puerco de monte y los denunció con el guarda-bosques.
Apuntó que cuando se le tomó declaración a Gustavo Gutiérrez Gómez, con anterioridad a las aprehensiones, éste sí reveló el problema que se había suscitado a consecuencia de la muerte del puerco de monte.

DEVOLVIERON DINERO
Para aderezar este controversial caso, la mañana del viernes 4, y sin la anuencia del esposo, la madre de los tres menores asesinados en Tapijulapa devolvió los 80 mil pesos que el gobierno de Tabasco le había proporcionado de apoyo para los gastos de las exequias y rezos. Adujo: “mis hijos no lo van a disfrutar”.
Doña Teresa Álvarez Pérez tomó la decisión a raíz de las dudas existentes sobre la culpabilidad de los cinco detenidos que la Procuraduría General de Justicia señaló como los presuntos homicidas de sus hijos.
La mamá de las tres víctimas pidió a las autoridades de que si los detenidos no son los responsables que los liberen, pues “no es justo que paguen por lo que otros hicieron”.
Mientras su esposo se encontraba en la agencia del Ministerio Público para Adolescentes, asesorada por personas con intereses políticos, doña Teresa Álvarez Pérez acudió a la residencia oficial Quinta Grijalva, para devolver el dinero que le habían entregado a su esposo, recursos que le recibió el director de Gobierno del estado, Leonardo García Hernández.  

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