lunes, 14 de mayo de 2012

Rompimiento en la cúpula


El rumor corre con demasiada fuerza para ignorarlo. En Los Pinos hay molestia con la candidata panista. O mejor dicho, hay un rompimiento real entre Felipe Calderón Hinojosa y Josefina Vázquez Mota. 

José Ureña / primercirculo@hotmail.com


No es algo nuevo, pero últimamente han sucedido hechos, dichos y omisiones para sustentar estas versiones de los altos funcionarios y de los mandos partidistas del PAN.
—Los problemas comenzaron a poco del inesperado triunfo de Vázquez ante el delfín presidencial Ernesto Cordero y el incómodo Santiago Creel, lo cual sucedió el domingo 5 de febrero.
Un periodista publicó la pasada semana eventuales acercamientos de Vázquez con Andrés López desde varios días antes de la elección azul.
La historia es breve:
Josefina no creía en la voluntad democrática del presidente, vio los dados cargados para Ernesto y buscó desesperadamente al perredista Andrés para anunciarle la avalancha en su contra.
Al principio el tabasqueño ignoró los llamados, pero ante tan numerosos y crecientes ruegos de la panista, el perredista se comunicó finalmente el sábado 4 de marzo.
—No van a respetar mi triunfo —se quejó Vázquez tras desgranar las muestras del apoyo del presidente, del gobierno y de la burocracia para Cordero.
—Tranquila —le recomendó López, con el clásico: —luego hablamos.

TRAICION
Si la comunicación era incómoda, más grave fue la actitud de Josefina Vázquez:
—Si no me respetan, me sumo a tu proyecto —ofreció a Andrés López.
Ella lo tuteaba. Él, marrullero, le hablaba de usted.
La grabación, aseguran al columnista fuentes presidenciales acreditadas, la tiene el presidente Felipe Calderón.
Después de aquella deslealtad vinieron otras. Por ejemplo, a Calderón le molestó mucho el enigmático término Diferente con el cual se promueve la candidata a la Presidencia de la República.
—¿De quién eres diferente, de mí? –le habría reclamado Calderón.
Ella no escuchó y ahora busca cómo arreglar ese Diferente, por ejemplo Diferente al PRI.
Tampoco gustó el desplazamiento de los refuerzos (¿?) enviados desde Los Pinos para reorientar la política, lo cual incluye al primer cuñado Juan Ignacio Zavala y el publicista de cabecera de Calderón, el español Antonio Solá.
Como no hay respeto por las ideas del partido ni los enviados de Presidencia, se optó por regresar a Gustavo Madero al Senado y mandar a Francisco Ramírez a España.
El primero ha bajado su aparición en la campaña josefinista, el segundo ya no participa ni participará.

ARREGLO
El enojo mayor surgió durante el debate.
Josefina Vázquez no defendió la política de Felipe Calderón, jamás mencionó sus logros —los publicitados y los reales si los hay— y tampoco embistió a sus adversarios.
Se hundió ante las respuestas del priista Enrique Peña y al perredista Andrés López no le sacó la información entregada sobre sus despilfarros, cuentas oscuras y obras exageradamente costosas como el Segundo Piso.
Como no destacó la estabilidad económica, luego debieron salir el propio presidente y el secretario Bruno Ferrari a atacar al PRI, a contestar a Peña y enlistar avances.
Esta será la tónica de Calderón y su gabinete a partir de ahora. ¿Para fortalecer a Josefina? No, para una especie de autodefensa en víspera del final de sexenio.
Esto lo veremos.
Lo que no vemos ni veremos son las pláticas para arreglar la transición con Peña. Este operativo garantizaría un relevo de seda y un futuro sin molestias.
En aras de la salvación personal, que Josefina el PAN se hundan.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario