Aunque el foro empresarial —en que se dio el primer ensayo de debate— entre los candidatos a la gubernatura fue una demostración de civilidad de los tres políticos que aspiran a gobernar Tabasco a partir del primer minuto de 2013, hay signos ya que muestran que los ánimos comienzan a caldearse.
Fernando Hernández Gómez / fdohernandezg@hotmail.com
El candidato perredista a gobernador, Arturo Núñez Jiménez tiró la primera piedra justo en el debate organizado por el Consejo Coordinador Empresarial de Tabasco (CCET), cuando criticó que las propuestas de su principal adversario —el priista Jesús Alí de la Torre— parecen “una lista de supermercado”.
Aunque sin devolver la cachetada, el abanderado del PRI respondió un día después: “Lo he sentido desesperadón… (pero) no voy a engancharme con nada que me permita desviar la atención de que la ciudadanía conozca mis propuestas y que sepa que verdaderamente somos la generación… la nueva generación que podemos sacar adelante a Tabasco”.
Los candidatos miden fuerzas, muestran el músculo. Núñez Jiménez llena plazas en enclaves del perredismo como Cunduacán. Alí de la Torre logra concentraciones cada vez más numerosas en municipios que fueron bastiones del partido del sol azteca como Comalcalco y Cárdenas.
Si toda la efervescencia se redujera a simples ataques verbales, a dimes y diretes, a denostar al adversario y a responder con ‘la misma vara’, no habría de qué preocuparse; cosas de esas suceden ‘hasta en las mejores familias’.
No obstante, ya hay signos para preocuparse, pues la prensa que sigue las campañas ya ventiló algunos incidentes que parecen aislados, pero pueden subir el tono de la confrontación entre candidatos y los partidos.
El PRI denunció la semana anterior ‘guerra sucia’ contra Luis Felipe Graham Zapata; expuso que desde un ‘call center’ se maniobran llamadas telefónicas para desacreditar al candidato priista a presidir el ayuntamiento de Centro.
La dirigencia del tricolor advirtió que denunciará esa ‘campaña de lodo’ ante la Fepade y expuso también que se utiliza a policías del ayuntamiento perredista de Paraíso para el retiro de propaganda de sus candidatos.
Esto se da cuando aparece en la escena tabasqueña un personaje que no es ni el mejor rostro de moralidad ni de lo amoroso que proclama ser el candidato presidencial perredista Andrés Manuel López Obrador: la secretaria general del CEN del PRD, Dolores Padierna, quien habría estado el fin de semana en eventos de la candidata a diputada federal Claudia Bojórquez.
Empero, la esposa de René Bejarano habría venido a algo más que a decirle a los electores tabasqueños que sufraguen por los candidatos del partido del sol azteca, y es que en el tricolor la señalan como la orquestadora de la ‘guerra sucia’ en contra de Enrique Peña Nieto.
Lo que nos llama la atención es algo que el candidato perredista a la gubernatura sacó a flote en declaraciones que hizo a medios periodísticos de la capital del país, y que aquí no ha aludido en sus discursos: un presunto clima de enrarecimiento que, sin decirlo por su nombre, atribuyó al actual partido en el poder en el estado.
Acusó Núñez un presunto sabotaje a un evento que tendría en el arranque de su campaña, pues la víspera del 14 de mayo fueron retirados los toldos para un mitin en Villahermosa, lo que habría obligado a su equipo a cambiar de sede del acto de proselitismo.
“Si pretenden robarse la elección van a dejar un Tabasco bien calientito y aquí ya tenemos calorcito para que nos agreguen pasión política”, advirtió el candidato del PRD, en declaraciones que le atribuyó el diario capitalino 24 Horas, en su edición del 15 de mayo.
Quizá advirtiendo que las rivalidades van subiendo de tono, el abanderado panista Gerardo Priego Tapia le demandó al gobierno estatal evaluar junto con los partidos las estrategias de seguridad tanto para proteger a los candidatos a diferentes puestos de elección popular, como a la población en general, antes y durante la jornada electoral.
Todo esto se dio en una semana salpicada de ejecuciones y secuestros atribuidos al crimen organizado, y por supuesto, del atentado al domicilio particular del ex procurador Gustavo Rosario Torres.
Es importante que las autoridades judiciales actúen con prontitud en su esclarecimiento para evitar suspicacias. Y que los contendientes le bajen al tono a su golpeteo, y se cuide que nadie venga a enrarecer más el ambiente. Ya bastante calientito está el horno como para meterle de esos bollos.
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