lunes, 28 de mayo de 2012

La palabra empeñada es acto de fe, no practica de embaucadores


Porque la palabra del hombre es más poderosa que su firma, y los que damos la cara no tenemos necesidad de suscribirla ante notario público.

Carlos Francisco Lastra González (*)


La palabra empeñada, que por un tiempo fue considerada como un acto de buena fe ante la honorabilidad y pacto entre los hombres, se fue prostituyendo con el tiempo al ser utilizada por políticos como una mera retórica y demagogia a lo largo de más de 80 años del PRI, en Tabasco y México, para engañar y mantener en la sumisión a los pueblos.
Hoy este acto de buena fe se ha prostituido ante las campañas electorales por los actores políticos en los que no cree la ciudadanía. Pero como viejos maestros en el arte de engañar ahora utilizan un nuevo concepto como algo novedoso de este siglo como las famosas firmas de acuerdos y compromisos ante notarios públicos.
Sólo que se le olvida a Peña Nieto y a Chucho Alí que, en Tabasco, ni con todas las firmas ante notario público o ante el Papa Benedicto XVI, le van a creer porque la palabra empeñada es un acto de buena fe.
¿Y ellos han actuado de buena fe? ¿Han cumplido a sus compromisos? ¿Tú le crees?
Lo cierto es que la honestidad, la palabra empeñada y el respeto por el tiempo y la dignidad ajena se han vuelto conceptos arcaicos y menospreciables por ellos mismo, por esa clase política que empobrece al pueblo para después darles en tiempos electorales en el medio rural la lamina, el cemento, el block, o la despensa.
Y en el medio urbano, un espejismos de prosperidad y de bonanza con las macroplazas, tiendas de auto servicios, cines-teatros, pero con una clase social media y media alta sin dinero y sin la opción de hacer negocios.
Andrés Manuel López Obrador y Arturo Núñez Jiménez en Tabasco, conscientes del juego perverso de estos personajes para engañar a los ciudadanos, optan como en los tiempos de los abuelos hablar de frente a la gente; con la seguridad, con la firmeza que los caracteriza: que los compromisos son palabras de caballeros no prácticas de embaucadores.  

*  Secretario de Movimientos Sociales y Democracia Sindical del Comité Ejecutivo Estatal del PRD. 

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