Hace 15 años llegó como ‘próspero empresario’ al partido del sol azteca y hoy lo maneja como si fuera una franquicia
Roberto Barboza Sosa / rbarbozasosa@hotmail.com
Cuando ingresó fue presentado como el “próspero empresario”, se alió a quienes tenían el poder, se independizó, los desplazó, tomó el control y 15 años después prácticamente se apropió del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en Tabasco.
A diferencia de Andrés Manuel López Obrador, de fundadores y líderes sociales que con esfuerzo, a base de caminar día y noche por todo el estado crearon y engrandecieron a ese partido, hoy como si manejara una franquicia, sin sudar y en la comodidad del clima, Juan Manuel Fócil Pérez decide casi todo en el PRD.
El otrora comerciante de artículos de limpieza y virtual diputado federal plurinominal —está inscrito en la cuarta posición de la lista de candidatos a ese cargo por la Tercera Circunscripción del IFE— en poco tiempo logró fácilmente lo que ni el propio López Obrador: poner dirigentes y candidatos a diestra y siniestra.
Incluso, López Obrador podrá contar con millares de simpatizantes en su tierra, pero quien decide y manda legalmente en el PRD de Tabasco, es el perredista residente del exclusivo fraccionamiento Campestre de Tabasco 2000: Juan Manuel Fócil.
Laureano Naranjo Cobián, fundador del PRD, recuerda que fue a través de su persona que el “próspero empresario” inició su ingreso a las filas perredistas.
Fue a pedirle que le ayudara a ingresar al PRD y sí lo apoyó. Paradójicamente, hoy su hermana Nidia Naranjo Cobián exige la expulsión del ex dirigente estatal perredista, por ser un “mercenario” de la política.
POR LA PUERTA GRANDE
Laureano Naranjo relata que Juan Manuel llegó hasta la mesa que desde hace años ocupa para tomar café en el restaurante del hotel Miraflores, refugio de perredistas desde hace muchos años.
—¿Tú eres el licenciado Laureano? ¿Me puedo sentar? Soy Juan Manuel Fócil; quiero ver la posibilidad de entrar y afiliarme al PRD. Tengo una empresa de limpieza —dijo al presentarse.
Fócil Pérez ya sabía a quién se dirigía, pues jugaba tenis con su amigo y gerente del hotel, William González, quien conocía a Laureano.
“—Qué bueno que vienes conmigo. Debes entrar en grande, —le dije. Lo trate como una persona honrada”, narra Naranjo Cobián al señalar que en ese entonces el PRD necesitaba adeptos de la sociedad civil con perfil de empresarios de clase media y alta.
Y fue en un mitin celebrado en la Plaza de la Revolución, de Tabasco 2000, encabezado por López Obrador, que el maestro de ceremonias —Laureano Naranjo— lo presentó públicamente.
“Licenciado Andrés Manuel y respetable público, se incorpora aquí a la lucha democrática el joven empresario Juan Manuel Fócil Pérez”, quien ya estaba en el templete por recomendación del propio Laureano.
EL CONSEJO… ‘SOY YO’
Sus conocimientos de administración de empresas por el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey los ha aplicado para ejercer el mando sobre el partido del sol azteca. Igual, sabe de la utilidad de las herramientas científicas de las encuestas para la toma de decisiones.
A diferencia de la mayoría de perredistas, que pretenden con base en sombrerazos ser dirigentes, diputados o alcaldes, Fócil Pérez calladamente logra sus objetivos, siempre bajo la rectoría de los estatutos de esa organización política, administrando a su favor los votos de la mayoría de consejeros.
En lugar de “caminar” y esforzarse para construir una estructura para el respaldo de sus aspiraciones políticas, Fócil Pérez trabaja desde los cafés, restaurantes y bares, así como con el uso del teléfono celular, para realizar los “amarres” para acumular poder y decidir el destino partidista.
Sin tantos aspavientos, también forma parte del Comité Ejecutivo Nacional del PRD como secretario de Desarrollo Sustentable y Ecología, aunque no tenga ni idea del tema o se haya caracterizado por defender o promover el medio ambiente.
Pero todo lo ha logrado al agrupar a su alrededor a la mayor parte de los integrantes del Consejo Estatal del PRD, máximo órgano de decisión de esa organización política.
En la pasada elección de consejeros logró obtener un gran número mediante su planilla. Su grupo cuenta con cerca de 42 votos del total de 139 integrantes del Consejo Estatal, “la autoridad superior del partido”, señalan los estatutos.
Los Rosalindos tienen 27 votos; el grupo de Pablo Rodríguez, cuenta con ocho; el equipo de Javier May, otros 30 consejeros, y hay otros 20 consejeros independientes que están sueltos.
UN CARGO… ¡VITALICIO!
Con su mayoría, Fócil pacta, conviene, negocia y acuerda a quién apoyar en las decisiones que se toman en el Partido de la Revolución Democrática. “Claro, antes ya tiene bien estudiado los escenarios y puede inclinar la balanza a favor de sus intereses políticos internos”, admite un dirigente perredista.
Si los estatutos perredistas no son reformados, Juan Manuel Fócil será integrante del Consejo Estatal de por vida, pues según establece el artículo 66, tiene ese derecho por haber sido ex dirigente estatal del partido.
En el periodo 2005-2007, Fócil Pérez llegó a ser dirigente estatal con el apoyo del grupo de José Ramiro López Obrador, Javier May, Octavio Romero, Raúl Ojeda —otrora poderosos del PRD, hoy sin mando—, a quienes ha dejado en el camino, los rebasó completamente, no los necesita y ya no tiene nada que ver con ellos.
Sus adversarios reconocen que hábilmente está dedicado, de lleno, a observar donde emergen liderazgos para cooptarlos y si logran crecer tenerlos de su lado. “Es organizado, metódico y traza sus objetivos. De tiempo completo estudia el comportamiento del PRD”.
LO ÚNICO QUE NO PUDO
Sólo no pudo imponer candidato a gobernador, pues la persona por la que apostó, Óscar Cantón Zetina, perdió ante Arturo Núñez Jiménez.
Igual, perdió su propia apuesta de ser candidato a senador, postulación que pretendía obtener mediante acuerdo cupular. Pero la decisión fue que se decidiría a través de una encuesta de preferencias electorales, así que optó por retirarse al saber que no lo lograría por ese método.
Fócil intentó a toda costa que la candidatura a senador recayera en Óscar Cantón, que a esas alturas estaba denigrado por sus propios familiares, y aunque aquél salió públicamente a realizar una campaña en defensa de éste y a denostar a otros candidatos del PRD, volvió a perder esa jugada.
Los respaldos que otorga el ex dirigente estatal del PRD no son gratis, pues sus detractores afirman que a Cantón Zetina le sacó millones de pesos, y que igual ha ocurrido con otros actores políticos a los que les promete impulsar a cargos de elección popular.
CON LA CUCHARA GRANDE
Y para esta elección también demostró su fortaleza al obtener con su grupo las candidaturas para siete alcaldías: Centla, Cunduacán, Paraíso, Jalapa, Huimanguillo, Nacajuca y Centro. También tiene aseguradas dos diputaciones plurinominales locales, pues su gente encabeza en primer lugar por la segunda circunscripción y en segundo lugar de la primera circunscripción.
Su brazo derecho y principal operador político, es Candelario Pérez Alvarado, —‘La Abeja Amarilla’, le denominan los perredistas que lo comparan con el priista Joel Cárdenas Arronis, ‘La Abeja Africana’—, candidato y seguro diputado plurinominal, quien es el que ocupa el segundo lugar de la primera circunscripción, sólo debajo de Rosalinda López Hernández.
La mayoría de las carteras del Comité Ejecutivo Estatal perredista las ocupan focilistas, encabezados por Roberto Romero del Valle, a quien se le ha visto celebrando, acompañado del, ahora sí, “próspero empresario”, en el bar Bacarat, propiedad de la familia Fócil Pérez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario