Si desde antes de que arrancaran las campañas presidenciales muchos panistas que ocupaban cargos en la administración pública federal ya se habían resignado a empacar sus chivas para dar paso en sus oficinas a los priistas que llegarían al poder con Enrique Peña el 1 de diciembre, en los últimos días ha crecido la percepción de que la candidatura de Josefina Vázquez va en picada, por yerros propios y de su equipo.
Fernando Hernández Gómez / fdohernandezg@hotmail.com
Hace todavía unas semanas, poco después de que Vázquez Mota se apropió en una contienda interna de la nominación presidencial de Acción Nacional, superando al favorito de Los Pinos, Ernesto Cordero, y a Santiago Creel, se afirmaba que la diferencia abismal que traía desde hace meses el priista Peña Nieto sobre los demás aspirantes se había reducido a un dígito a partir de que ella fue ungida como candidata.
Apenas arrancó campaña, la mujer con falda pero muchos pantalones empezó a incurrir en una serie de desaciertos que la prensa se ha encargado en documentar y en redes sociales se han magnificado.
Cuando era precandidata, el 17 de enero de este año, Josefina Vázquez incurrió en un lapsus durante una entrevista radiofónica en que no supo responder a preguntas de los periodistas Ana Paula Ordorica y Pablo Hiriart. Le habían preguntado de su ánimo después de un debate con Cordero y Creel, y ella habló de la participación de los empresarios en la toma de decisiones.
“Llevaba 48 horas sin dormir”, justificó entonces su equipo de campaña, a lo que ella llamó después “una breve pestañeada”, atribuida a que tuvo que cuidar a una hija enferma.
Pero nada comparado con lo que dijo en un discurso en Puebla, el 1 de abril, cuando aludió a la lucha que emprenderá contra el crimen organizado si gana la Presidencia de la República. “Fortaleceré al lavado de dinero”, dijo. Y nunca enmendó la plana.
Comenzaron a circular versiones que en la cúpula panista y en Los Pinos ya se sopesaba la posibilidad de sustituir a la candidata presidencial; se especuló incluso que podrían enfermarla.
La gota que derramó el vaso ocurrió una semana después. Al darse a conocer su agenda de trabajo, su área de prensa incurrió en un error: escribió Tlazcala en lugar de Tlaxcala. El 8 de abril, la candidata cesó a su encargada de comunicación social, Karla Garduño.
Difícil esclarecer si la pifia fue un error de ortografía o un error de dedo, puesto que en el teclado la ‘z’ y la ‘x’ aparecen juntas. Pero Garduño pagó los platos rotos. Y su cese sirvió de excusa para hacer una reestructuración del equipo de campaña de la candidata presidencial panista, percibiéndose el dedo de Los Pinos en los nombramientos.
Se integraron a su equipo ex colaboradores del Presidente Felipe Calderón, comenzando por quien fue su principal rival en la precampaña, Ernesto Cordero. El líder nacional Gustavo Madero; Juan Ignacio Zavala, hermano de la Primera Dama, Margarita Zavala; Luisa María Calderón, Cocoa, hermana del jefe de la nación, y Max Cortázar, ex coordinador de Comunicación Social de la Presidencia de la República y ex vocero de Cordero, tomaron parte también en este relanzamiento de campaña.
A Josefina Vázquez no le quedó más que decir que revisó “puntualmente la estrategia; los perfiles de mis colaboradores, tareas y desempeño de cada uno”, y asegurar que se fortalecerá su estrategia “con expertos externos que han tenido éxito en otras campañas”.
El nuevo equipo, al que también se integraron Germán Martínez, Juan Ignacio Zavala, Juan Manuel Oliva y Miguel Székely, estará encargado de dar seguimiento a las actividades de la candidata para intervenir en caso de eventualidades.
Dijo que en todas las campañas hay aciertos y desaciertos, y que en la suya los resultados han sido positivos; “pero también hay aspectos que corregir y lo haremos”. Y asumió la decisión de los cambios. “A mí nadie me impone nada ni a nadie; estoy en completa libertad y con absoluta autonomía”, aseguró cuando ya los enviados de Los Pinos habían asumido el control.
Enmendado el error de dedo y todo lo que arrastraba, parece desvanecerse la posibilidad de sustituir candidata en el PAN. La misma Vázquez Mota aseguró que no declinará en sus aspiraciones presidenciales. “No he contemplado ningún escenario distinto al de seguir adelante”, declaró.
Y como colofón, el fin de semana último se canceló un evento de la candidata del blanquiazul en la capital neoleonesa, por falta de asistencia, que los tuiteros aprovecharon como pretexto para crear el hashtag en twitter: #MeRajoComoJosefina, en el que han llovido tuits como éste: “Chepina canceló su evento en Mty, ¿será que piensa que llenar estadios no es lo suyo?”.
PRIMER DEBATE DE TRES
Hace diez años se dio en Tabasco el primer debate público entre candidatos a la gubernatura. El priista Manuel Andrade Díaz y el panista Lucio Galileo Lastra Marín sostuvieron una confrontación de ideas y propuestas ante cámaras de televisión, previa a la elección extraordinaria de 2001. El perredista César Raúl Ojeda Zubieta, quien se consideraba puntero en las preferencias, declinó a participar.
Una década después, resurge la posibilidad de que los candidatos de los tres principales partidos en Tabasco debatan en público una vez que inicien las campañas electorales, el 14 de mayo. Lo mejor de todo es la disponibilidad que hasta ahora han manifestado el priista Jesús Alí de la Torre, el perredista Arturo Núñez Jiménez y el panista Gerardo Priego Tapia, para sostener este encuentro en el que puedan confrontar ideas y propuestas; incluso, ser ellos mismos los que definan fecha, formato y temática.
Tabasco puede ganar mucho si se hace posible esta omisión en la legislación electoral.
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