lunes, 23 de abril de 2012

DOSSIER


*Olmecamanía y sus efectos

*Médicos: ocho quincenas sin cobrar 


Cada vez que se alcanza y mantiene una cierta racha de juegos ganados por el equipo de beisbol local Olmecas de Tabasco, se desata un auténtico pandemónium. Cientos de aficionados de la pelota caliente y otros simples contagiados por la euforia de los tabasqueños, y algunos más por mero oportunismo, acuden de manera masiva a presenciar los partidos cuando a la novena de los cabezones le toca ser local.  

Javier Marín Hernández / clip.marin@gmail.com



Tal condición es sinónimo de estadio lleno y con eso muchas dificultades para poder acceder a un ticket.
En la charla del café, en los restaurantes, mercados, en el parque, en el trabajo y por supuesto en las sedes gubernamentales y partidistas, el tema es la afortunada temporada que están viviendo los Olmecas, por lo que revive en la población el anhelo de obtener el gallardete de la Liga Mexicana de Beisbol.
La realidad es que entre los tabasqueños hay una constante necesidad que podríamos considerar histórica de obtener triunfos, victorias, esto ante los constantes problemas que aquí se viven casi de manera cotidiana: inundaciones continuas, inseguridad, desempleo, crisis y muchos otros problemas a los que cierto personaje de la vida pública de Tabasco equipara con las siete plagas de Egipto.
Manuel Andrade, Enrique Priego, Jaime Mier, Luis Felipe Graham, Jaime Lastra Bastar, son algunos de los políticos que acuden con cierta regularidad al parque de béisbol, por lo que la presencia de otros actores políticos despierta siempre suspicacias.
El candidato al gobierno estatal por el PAN, Gerardo Priego Tapia, y el de las izquierdas, Arturo Núñez Jiménez, acudieron la semana pasada al estadio para ver el juego de los Olmecas, el que por cierto perdió.
Un día antes, el candidato priista Jesús Alí de la Torre hizo lo mismo, pero con mejor suerte puesto que fue testigo de un encuentro cerrado entre ambas escuadras, pero que al final se resolvió a favor de los Olmecas.
Constataron con ello la euforia de la afición choca, que es simplemente contagiosa.
Ninguno de los aspirantes tuvo el rechazo de la “barra brava” que siempre otorga rechiflas cuando algo o alguien les resultan incómodos, como ha ocurrido en el pasado reciente. Cuando se trata de apoyar lo hacen decididamente, pero de igual manera cuando algo no les parece.
Los Olmecas no han ganado un gallardete de la Liga Mexicana desde el año 1993, cuando bajo la conducción de Juan Navarrete lo obtuvieron por última vez.
En ese equipo ganador hubo mucho talento y una entrega plena de la afición que a pesar de las rachas negativas que también enfrentó el equipo siempre se mantuvo apoyando hasta el final.
De los más emocionados en aquella victoria fueron Diego Rosique Palavicini, Ángel del Campo Melo (ambos fallecidos), Humberto Tapia entre otros pocos directivos del Club, el comentarista nacional David Faittelson hasta parecía tabasqueño, cuando junto a estos personajes, empapados de champagne, festejaban el triunfo Olmeca.
La comunión entre el equipo-directivos-afición de 1993 fue una auténtica hazaña donde todo resultó fundamental para el campeonato nacional obtenido por Olmecas, hasta la naciente estación (su primer año de transmisiones) Radio Villa jugó un papel importante en la difusión de los partidos por todo el territorio tabasqueño para quienes no tuvieron la oportunidad de presenciar los partidos en el estadio, pero que siguieron paso a paso con dos comentaristas estelares; Charly Levi y Tony Aguilar.
Ese fue el único año en que esa estación transmitió los partidos de Olmecas y se coronaron campeones. Después de eso los directivos cambiaron las reglas y desde esa época han pasado 19 años, sin la mayor trascendencia para el equipo.
¿Será este el año de la reivindicación?

Médicos… ¿sin sueldos?
Más de 400 médicos de los hospitales del sector salud: del Rovirosa, Juan Graham, de la Mujer, del Niño, todos ellos especialistas, cardiólogos, anestesiólogos, pediatras, oncólogos y demás, ajustan ocho semanas sin devengar sus sueldos quincenales por presuntas anomalías que han comprometido hasta la nómina de los trabajadores del sector.
La omisión en el pago de sus honorarios inició en la primera quincena del mes de enero.
Los directores de los nosocomios públicos que dependen de la Secretaría de Salud que encabeza desde finales del año pasado el diputado con licencia del PRI, Carlos M. de la Cruz Alcudia, justifican el retraso, de acuerdo a lo que dicen los médicos inconformes por presuntas anomalías en el ejercicio del gasto público del programa federal del seguro popular, rubro al que fueron cambiados el año pasado para efecto de sus pagos.
El tema pronto será debatido en el Senado y en la Cámara de Diputados, y es que el adeudo no sólo perjudica a los médicos especialistas, sino además a sus familias y a la propia economía del estado. ¿Hasta cuándo?  

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