* Aguijonean debate Priego y Núñez
* Si no amarran puede haber réplicas
* Núñez apura unidad ante divisiones
Los debates. La propuesta del candidato del PAN al gubernatura, Gerardo Priego, de pedir un debate con los abanderados del PRI y PRD, es parte de su estrategia electoral.
Antonio Caraveo Maldonado / a_caraveo2001@hotmail.com
Antonio Caraveo Maldonado / a_caraveo2001@hotmail.com
De entrada, el de la coalición Movimiento Progresista, Arturo Núñez Jiménez, mencionó que va gustoso. Habrá que esperar la respuesta del priista Jesús Alí, luego de que sea ungido oficialmente mañana jueves.
A Priego y a Núñez les urge un debate, partiendo de que Alí puntea en los estudios de opinión, según han divulgado algunas encuestas.
De acuerdo a los que saben, quien pide el debate es el que va abajo. Y es cierto, Priego Tapia es el que tiene más desventaja. Por ello su estrategia de impulsar este ejercicio.
En los procesos electorales, es cierto, el PRI siempre ha salido en la delantera. Y se ha rehusado a llevarlos, con excepción de 2000, cuando Manuel Andrade, siendo el abanderado tricolor, se dio un entre con Raúl Ojeda, del PRD.
De arreglar un debate, en caso que lo autorice el IEPCT de Alfonso Castillo, se estaría empujando a Alí a confrontar ideas con sus adversarios.
Un terreno que manejan muy bien Arturo Núñez y Gerardo Priego. Este último ya repasó en el auditorio “Flores Magón” de la Universidad Nacional Autónoma de México al ex gobernador de Oaxaca José Murat y al ex jefe del gobierno del Distrito Federal, Alejandro Encinas, hace cinco años, cuando debatieron.
Jesús Alí, si bien no se le ha visto en el ring, trae lo suyo y algo le aprendió a su ex jefe Arturo Núñez.
Independientemente de esos datos, en caso de que por estrategia electoral el PRI no dejara participar al ex alcalde de Centro y sólo fueran Priego y Núñez, no se sabe cuánto le restaría este desaire al priista.
Ese apunte da para no olvidar el caso de Andrés Manuel López en 2006, al dejar de ir al primer debate entre Roberto Madrazo y Felipe Calderón. Al final tuvo un costo político para el Peje.
Si prospera la iniciativa de que haya debate, los priistas tendrán que repensar de ir o no ir, pues Gerardo Priego y Arturo Núñez van a seguir porfiando para que se dé esa confrontación de ideas y con ello obligar al del tricolor a que acepte.
PEJE Y LAS TRIBUS
Andrés Manuel López logró revertir el lance de las Tribus en la nominación de los candidatos a senadores, al maniobrar que fuera por encuesta que se eligieran a los abanderados.
Con ello logró subsanar en parte los acuerdos que había establecido con sus aliados del PT y Movimiento Ciudadano, en entrega de las candidaturas abolladas.
Tras esa peripecia en lo que respecta a Tabasco, la decisión de ir por encuesta sacó del carril a Juan Manuel Fócil, porque era ir al precipicio. No la vería. Así que se sumó en lo inmediato con su aliado Oscar Cantón.
En esa ruta, cuando alguien le cuestionó al Peje si ganaba Auldárico Hernández Jerónimo el sondeo de opinión, respondió: “pues con él vamos a caminar”.
DE BAJADA
a) De que hubo preocupación en el PRI con la renuncia de Fernando Valenzuela Pernas la hubo. No descartan en 16 de Septiembre que haya réplicas en otros municipios por las candidaturas a las presidencias municipales y al Congreso local.. No es un tema menor y si no quieren una avalancha que ponga en riesgo la victoria del PRI a la gubernatura, la mayoría de las alcaldías y curules locales, tendrán que tejer más fino.
b) Y si no, vean la actividad del diputado federal con licencia Adán Augusto López Hernández, quien se sumerge en aguas tricolores, tratando atraer adeptos a la casa negriamarilla. Y no es el único, también hace lo propio en ese sentido Arturo Núñez.
c) El abanderado del sol azteca y sus aliados ya intuyeron que la división interna en su partido está a flor de piel. Por ello se apuró a señalar que no valdría que por divisiones internas e interés personales se deje la oportunidad de la alternancia.
d) A tiempo salió Alfonso Castillo a pedir un voto de confianza para el IEPCT. Bien por ello, pero el desgaste está ahí. Mientras se siga sosteniendo al vocal Ejecutivo, Armando Xavier Maldonado, esos llamados de darle credibilidad al órgano electoral serán como gritos en el desierto.
A Priego y a Núñez les urge un debate, partiendo de que Alí puntea en los estudios de opinión, según han divulgado algunas encuestas.
De acuerdo a los que saben, quien pide el debate es el que va abajo. Y es cierto, Priego Tapia es el que tiene más desventaja. Por ello su estrategia de impulsar este ejercicio.
En los procesos electorales, es cierto, el PRI siempre ha salido en la delantera. Y se ha rehusado a llevarlos, con excepción de 2000, cuando Manuel Andrade, siendo el abanderado tricolor, se dio un entre con Raúl Ojeda, del PRD.
De arreglar un debate, en caso que lo autorice el IEPCT de Alfonso Castillo, se estaría empujando a Alí a confrontar ideas con sus adversarios.
Un terreno que manejan muy bien Arturo Núñez y Gerardo Priego. Este último ya repasó en el auditorio “Flores Magón” de la Universidad Nacional Autónoma de México al ex gobernador de Oaxaca José Murat y al ex jefe del gobierno del Distrito Federal, Alejandro Encinas, hace cinco años, cuando debatieron.
Jesús Alí, si bien no se le ha visto en el ring, trae lo suyo y algo le aprendió a su ex jefe Arturo Núñez.
Independientemente de esos datos, en caso de que por estrategia electoral el PRI no dejara participar al ex alcalde de Centro y sólo fueran Priego y Núñez, no se sabe cuánto le restaría este desaire al priista.
Ese apunte da para no olvidar el caso de Andrés Manuel López en 2006, al dejar de ir al primer debate entre Roberto Madrazo y Felipe Calderón. Al final tuvo un costo político para el Peje.
Si prospera la iniciativa de que haya debate, los priistas tendrán que repensar de ir o no ir, pues Gerardo Priego y Arturo Núñez van a seguir porfiando para que se dé esa confrontación de ideas y con ello obligar al del tricolor a que acepte.
PEJE Y LAS TRIBUS
Andrés Manuel López logró revertir el lance de las Tribus en la nominación de los candidatos a senadores, al maniobrar que fuera por encuesta que se eligieran a los abanderados.
Con ello logró subsanar en parte los acuerdos que había establecido con sus aliados del PT y Movimiento Ciudadano, en entrega de las candidaturas abolladas.
Tras esa peripecia en lo que respecta a Tabasco, la decisión de ir por encuesta sacó del carril a Juan Manuel Fócil, porque era ir al precipicio. No la vería. Así que se sumó en lo inmediato con su aliado Oscar Cantón.
En esa ruta, cuando alguien le cuestionó al Peje si ganaba Auldárico Hernández Jerónimo el sondeo de opinión, respondió: “pues con él vamos a caminar”.
DE BAJADA
a) De que hubo preocupación en el PRI con la renuncia de Fernando Valenzuela Pernas la hubo. No descartan en 16 de Septiembre que haya réplicas en otros municipios por las candidaturas a las presidencias municipales y al Congreso local.. No es un tema menor y si no quieren una avalancha que ponga en riesgo la victoria del PRI a la gubernatura, la mayoría de las alcaldías y curules locales, tendrán que tejer más fino.
b) Y si no, vean la actividad del diputado federal con licencia Adán Augusto López Hernández, quien se sumerge en aguas tricolores, tratando atraer adeptos a la casa negriamarilla. Y no es el único, también hace lo propio en ese sentido Arturo Núñez.
c) El abanderado del sol azteca y sus aliados ya intuyeron que la división interna en su partido está a flor de piel. Por ello se apuró a señalar que no valdría que por divisiones internas e interés personales se deje la oportunidad de la alternancia.
d) A tiempo salió Alfonso Castillo a pedir un voto de confianza para el IEPCT. Bien por ello, pero el desgaste está ahí. Mientras se siga sosteniendo al vocal Ejecutivo, Armando Xavier Maldonado, esos llamados de darle credibilidad al órgano electoral serán como gritos en el desierto.
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