Curi y los aspirantes. Los cabildeos han iniciado con quienes buscan las presidencias municipales y diputaciones locales, con el propósito de hacerles ver que no les da la tela.
Antonio Caraveo Maldonado / a_caraveo2001@hotmail.com
Antonio Caraveo Maldonado / a_caraveo2001@hotmail.com
Antonio González Curi, ex gobernador de Campeche, se encuentra en una jungla nunca vista, pese a su experiencia. No trata con sus paisanos campechanos ni las costas de Tabasco son como ese remanso de mar que pega frente a Palacio de Gobierno de su estado.
Más que una impresión, los priistas perciben que ha perdido el control. Desde que se complicó la decisión por la gubernatura, pasando por las candidaturas a diputaciones federales, donde los aspirantes de los distritos I y V reclamaban con Notario Público, desde las primeras horas del sábado, que la Comisión de Procesos Internos del Comité Ejecutivo Nacional no les había notificado.
Se quejaban de la dilación de esa Comisión, no obstante que la resolución para Carlos Manuel Rovirosa Ramírez había llegado en tiempo y forma.
Minerva Santos, aspirante del V, y Jorge González Marín y Eruviel Alonso Lorenzo del I, determinaron ir hasta el Tribunal Federal Electoral.
Días antes, González Curi, buscando planchar las candidatura a diputados federales en cinco de seis distritos (uno es del PVEM), pedía a Minerva Santos se bajara del caballo a cambio de la candidatura a la diputación local de Paraíso, cuando esa candidatura ya está comprometida desde el primer círculo.
La respuesta de la cenecista fue negativa, por el compromiso realizado con sus correligionarios de no ir por la candidatura a la curul local por su municipio.
Con González Marín, nada más la sugerencia de que no entrara al proceso.
Así como lo anterior se complica, en aras de construir candidaturas de unidad para las alcaldías y el Congreso local, también se resiente, pues se nota la falta de mano izquierda.
Buscando desechar a los aspirantes que sí están en la pelea, suelta: “No te dan los números para ser candidato”, pero sin mostrar elementos para ello.
EL RIESGO
El martes 28, último día del mes que corre, darán a conocer la convocatoria para elegir a los candidatos a las alcaldías y al Congreso local. Es el último tramo para marchar hacia el 1 de julio.
De mientras, la dirigencia tricolor mandó el fin de semana pasado una nueva demoscopia para conocer en qué nivel se encuentran los aspirantes a la batalla local.
El jaloneo al interior del PRI es normal, siempre ha sido así, pero con cierto control. Y aquí hay visos de que puede salirse de cauce y poner en riesgo no sólo las municipales sino la victoria por la gubernatura.
Tan sólo baste voltear a ver cómo están las cosas en Huimanguillo, Comalcalco y Macuspana, donde se concentran el grueso de los votos después de Centro —dejando fuera a Cárdenas, pues ahí se logró desinflar la vejiga, entre otros municipios—, para ver que las cosas están más que complicadas.
Se va a necesitar una cirugía mayor. El paciente, dijera el doctor, está en terapia.
DE BAJADA
a) El PRI dio un vuelco en el IV Distrito electoral en manos del PRD, cuando daba la impresión que quería perderlo de nueva cuenta sin poner resistencia, cuando había nombrado a Rúrico Domínguez Mayo como su abanderado, pero ahora investido por el PVEM en esa alianza que tienen. Nada más que vino la sorpresa cuando los petroleros, luego que no pudieron instalar a José Pilar Córdova en la candidatura al Senado, vieron ese hueco y operaron para José de Jesús Zamudio Aguilera, líder de la sección 44 del STPRM, entrara al relevo con la garantía de que los fondos están garantizados a fin de darle la batalla a Gerardo Gaudiano Rovirosa del PRD.
b) Es cierto, al virtual candidato del tricolor al mando estatal, Jesús Alí, lo tienen copado, pues mientras no llegue el 1 de marzo los ratones hacen de las suyas.
c) Evaristo Hernández, luego de encontrar el respaldo en la CNOP para su registro hacia la Convención para elegir al abanderado a gobernador, sigue en su ruta. Esa apertura le quitó presión a sus cánticos de que hay imposición y con su participación cae su propia impugnación. De no salir airoso durante la Convención, no le quedarán más que dos rutas: le alza la mano a su competidor Jesús Alí o toma otro camino, aún cuando ha dicho que su pelea la dará dentro del PRI.
Más que una impresión, los priistas perciben que ha perdido el control. Desde que se complicó la decisión por la gubernatura, pasando por las candidaturas a diputaciones federales, donde los aspirantes de los distritos I y V reclamaban con Notario Público, desde las primeras horas del sábado, que la Comisión de Procesos Internos del Comité Ejecutivo Nacional no les había notificado.
Se quejaban de la dilación de esa Comisión, no obstante que la resolución para Carlos Manuel Rovirosa Ramírez había llegado en tiempo y forma.
Minerva Santos, aspirante del V, y Jorge González Marín y Eruviel Alonso Lorenzo del I, determinaron ir hasta el Tribunal Federal Electoral.
Días antes, González Curi, buscando planchar las candidatura a diputados federales en cinco de seis distritos (uno es del PVEM), pedía a Minerva Santos se bajara del caballo a cambio de la candidatura a la diputación local de Paraíso, cuando esa candidatura ya está comprometida desde el primer círculo.
La respuesta de la cenecista fue negativa, por el compromiso realizado con sus correligionarios de no ir por la candidatura a la curul local por su municipio.
Con González Marín, nada más la sugerencia de que no entrara al proceso.
Así como lo anterior se complica, en aras de construir candidaturas de unidad para las alcaldías y el Congreso local, también se resiente, pues se nota la falta de mano izquierda.
Buscando desechar a los aspirantes que sí están en la pelea, suelta: “No te dan los números para ser candidato”, pero sin mostrar elementos para ello.
EL RIESGO
El martes 28, último día del mes que corre, darán a conocer la convocatoria para elegir a los candidatos a las alcaldías y al Congreso local. Es el último tramo para marchar hacia el 1 de julio.
De mientras, la dirigencia tricolor mandó el fin de semana pasado una nueva demoscopia para conocer en qué nivel se encuentran los aspirantes a la batalla local.
El jaloneo al interior del PRI es normal, siempre ha sido así, pero con cierto control. Y aquí hay visos de que puede salirse de cauce y poner en riesgo no sólo las municipales sino la victoria por la gubernatura.
Tan sólo baste voltear a ver cómo están las cosas en Huimanguillo, Comalcalco y Macuspana, donde se concentran el grueso de los votos después de Centro —dejando fuera a Cárdenas, pues ahí se logró desinflar la vejiga, entre otros municipios—, para ver que las cosas están más que complicadas.
Se va a necesitar una cirugía mayor. El paciente, dijera el doctor, está en terapia.
DE BAJADA
a) El PRI dio un vuelco en el IV Distrito electoral en manos del PRD, cuando daba la impresión que quería perderlo de nueva cuenta sin poner resistencia, cuando había nombrado a Rúrico Domínguez Mayo como su abanderado, pero ahora investido por el PVEM en esa alianza que tienen. Nada más que vino la sorpresa cuando los petroleros, luego que no pudieron instalar a José Pilar Córdova en la candidatura al Senado, vieron ese hueco y operaron para José de Jesús Zamudio Aguilera, líder de la sección 44 del STPRM, entrara al relevo con la garantía de que los fondos están garantizados a fin de darle la batalla a Gerardo Gaudiano Rovirosa del PRD.
b) Es cierto, al virtual candidato del tricolor al mando estatal, Jesús Alí, lo tienen copado, pues mientras no llegue el 1 de marzo los ratones hacen de las suyas.
c) Evaristo Hernández, luego de encontrar el respaldo en la CNOP para su registro hacia la Convención para elegir al abanderado a gobernador, sigue en su ruta. Esa apertura le quitó presión a sus cánticos de que hay imposición y con su participación cae su propia impugnación. De no salir airoso durante la Convención, no le quedarán más que dos rutas: le alza la mano a su competidor Jesús Alí o toma otro camino, aún cuando ha dicho que su pelea la dará dentro del PRI.
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