Tabasco está de puntas en espera del final-final, de la decisión priista. Su militancia mira desorientada hacia todos lados; no saben ni para dónde disparar, pues cuando ya se repartían los puestos y las plazas institucionales del estado y diputaciones, con un golpe de timón variaron de Luis Felipe Graham a Jesus AIí.
Rosa Elvia Bracamontes / rosaelviab@hotmail.com
Aún está pendiente la Convención de Delegados, según estatutos, pero al emitir de modo público lo decidido en el CEN del PRI, la balanza inclinará a favor del ungido por el poder político y es muy probable que los delegados sólo convaliden.
Lógica la indignación de los aspirantes caídos en una lucha desigual, pues con ello se coartan derechos partidistas, en un contexto similar al que revocó la designación del CDE del PRI en Tabasco; empero, reponer el procedimiento llevaría al mismo resultado. La decisión está tomada y con ello se garantiza la continuidad del priismo a nivel local.
Del virtual abanderado del tricolor se dice que garantiza recursos y todo el trabajo estructural que habrá de dirigirse a esta cargada donde no se permitirá el acceso del perredismo; no, siendo Tabasco un estado estratégico por su posición geográfica y riquezas energéticas.
Incluso la homologación incide de modo positivo para descartar la posibilidad de alternancia alguna, ante la posición inmejorable que ostenta el candidato único del PRI nacional. Todo depende de una decisión correcta, pues colocar un alfil sin respaldo de peso abre puertas y ventanas a la Izquierda local.
Los priistas antes que nada son gremio y saben que deben unirse en torno a la decisión. Es el partido mejor estructurado y con mayores posibilidades de irles dando posiciones, si no ahora, más adelante. No hay para donde hacerse, a menos que se opte por dejar de vivir del erario.
Deja enormes lecciones este pasaje, donde cobra especial atención el modo en que la ciudadanía se dividió y agredió, lo que advierte la enorme expectativa que existe para subsumirse a mejores empresas institucionales o salir de la iniciativa privada. No hay santos en esta tierra, sólo humanos que caemos en las pasiones más rupestres.
Y justo esto ya predomina en la intimidad perredista, donde los que aún aspiran a senadurías, diputaciones y regidurías ya se dan hasta con la maceta, descalificándose y agrediéndose; las costumbres hechas leyes no cambian, pues sus personajes son los mismos.
Pero la democracia es así y la libertad de expresión permite a la sociedad una mejor perspectiva sobre lo que hay para elegir, ya que quienes no partidizan se han nutrido muy bien de las historias construidas y esto será pauta en los juicios de valor para la toma de decisiones tabasqueñas.
Amén que la incertidumbre se acentúa con la salida del PANAL de la coalición que se tenía pensada a nivel nacional con el priismo que, seguro, repercutirá en forma importante en los resultados comiciales, apremiando pues la cohesión del PRI si quiere mantener el poder en la entidad.
Así y todo, por lo pronto, ya tenemos en la mesa —si no sucede otra cosita— la posible contienda Alí contra Núñez. Juventud, experiencia y preparación académica contra un hombre mayor con demás cualidades enunciadas. Tal vez la agilidad de las piernas sea determinante en esta contienda. Tal vez no. Al tiempo.
Lógica la indignación de los aspirantes caídos en una lucha desigual, pues con ello se coartan derechos partidistas, en un contexto similar al que revocó la designación del CDE del PRI en Tabasco; empero, reponer el procedimiento llevaría al mismo resultado. La decisión está tomada y con ello se garantiza la continuidad del priismo a nivel local.
Del virtual abanderado del tricolor se dice que garantiza recursos y todo el trabajo estructural que habrá de dirigirse a esta cargada donde no se permitirá el acceso del perredismo; no, siendo Tabasco un estado estratégico por su posición geográfica y riquezas energéticas.
Incluso la homologación incide de modo positivo para descartar la posibilidad de alternancia alguna, ante la posición inmejorable que ostenta el candidato único del PRI nacional. Todo depende de una decisión correcta, pues colocar un alfil sin respaldo de peso abre puertas y ventanas a la Izquierda local.
Los priistas antes que nada son gremio y saben que deben unirse en torno a la decisión. Es el partido mejor estructurado y con mayores posibilidades de irles dando posiciones, si no ahora, más adelante. No hay para donde hacerse, a menos que se opte por dejar de vivir del erario.
Deja enormes lecciones este pasaje, donde cobra especial atención el modo en que la ciudadanía se dividió y agredió, lo que advierte la enorme expectativa que existe para subsumirse a mejores empresas institucionales o salir de la iniciativa privada. No hay santos en esta tierra, sólo humanos que caemos en las pasiones más rupestres.
Y justo esto ya predomina en la intimidad perredista, donde los que aún aspiran a senadurías, diputaciones y regidurías ya se dan hasta con la maceta, descalificándose y agrediéndose; las costumbres hechas leyes no cambian, pues sus personajes son los mismos.
Pero la democracia es así y la libertad de expresión permite a la sociedad una mejor perspectiva sobre lo que hay para elegir, ya que quienes no partidizan se han nutrido muy bien de las historias construidas y esto será pauta en los juicios de valor para la toma de decisiones tabasqueñas.
Amén que la incertidumbre se acentúa con la salida del PANAL de la coalición que se tenía pensada a nivel nacional con el priismo que, seguro, repercutirá en forma importante en los resultados comiciales, apremiando pues la cohesión del PRI si quiere mantener el poder en la entidad.
Así y todo, por lo pronto, ya tenemos en la mesa —si no sucede otra cosita— la posible contienda Alí contra Núñez. Juventud, experiencia y preparación académica contra un hombre mayor con demás cualidades enunciadas. Tal vez la agilidad de las piernas sea determinante en esta contienda. Tal vez no. Al tiempo.
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