La información podría darse en cuatro frases: Hay tres comandantes en jefe. Por el PAN, Felipe Calderón. Por el PRD, Manuel Camacho. Y por el PRI, Luis Videgaray.
José Ureña / primercirculo@hotmail.com
José Ureña / primercirculo@hotmail.com
Aparezcan en público o tras bambalinas, de su mando dependerá la suerte de los tres candidatos presidenciales:
1.- Por primera vez dan ganas de poner en primer lugar a Josefina Vázquez Mota en Acción Nacional, sin dar por eliminados a Santiago Creel y Ernesto Cordero.
Sobre todo el último, totalmente en manos de la estructura del gobierno de Calderón y de la burocracia partidista, cada vez más domesticada, cada día más forzada.
2.- Andrés López, quien empieza a ceder controles para dedicarse a su especialidad, los actos públicos.
3.- Y Enrique Peña Nieto, quien intenta reponerse del los traspiés de diciembre para fortalecerse en las tendencias.
Son interesantes algunos datos al canto.
A principios de febrero platiqué con Rodolfo El Negro Elizondo.
—Diciembre será el mes del posicionamiento de Ernesto Cordero, dicen en Los Pinos.
—Pues no sé cómo. Yo veo exactamente lo contrario, que diciembre será el mes para asegurar la candidatura de Josefina —me contestó.
Los datos respald
an al Negro Elizondo: las encuestas de fin de año la muestran sólida, creciente, ya escapada de Cordero y Santiago Creel.
—Esto apenas comienza. Falta la verdadera campaña —me dijo un miembro del equipo de campaña de Cordero.
Los ánimos presidenciales no están para confiar en la capacidad de sus estrategas, a juzgar por los últimos datos disponibles.
VAZQUEZ MOTA
Dato de alta significación es la postulación de Isabel Miranda de Wallace para el Distrito Federal.
Una versión recogida en la cúpula gobernante habla de una cuarta candidatura.
Sería impulsada desde el gobierno para arrastrar votos de las dos alianzas, la priista y la perredista, a fin de facilitar el crecimiento panista.
Ese cuarto candidato, supuestamente ciudadano y sin reconocimiento oficial, fue buscado con lupa y se analizaron varios perfiles.
El más atractivo es Javier Sicilia, el poeta morelense capaz de realizar movilizaciones nacionales y sensibilizar a la población sobre la fragilidad de nuestras instituciones ante la delincuencia.
Sin embargo, el literato no es fácil de cooptar.
Quedaban dos perfiles:
La señora Miranda de Wallace y Alejandro Martí.
Ambos se han vuelto dúctiles al gobierno: van a cuanta convocatoria se les hace, han matizado su discurso, se han alejado de Sicilia y están en comunicación constante con los altos funcionarios.
Tan constante y tan dúctiles como para estar a disposición del PAN.
Así llegó la presidenta de la agrupación Alto al Secuestro a la candidatura para el Gobierno del Distrito Federal.
ALEJANDRO MARTÍ
¿Por qué la señora Isabel Miranda de Wallace? El razonamiento fue el siguiente:
Si a la postre Josefina Vázquez Mota gana al gubernamental Ernesto Cordero en la contienda interna para presidente de la república, entonces Miranda de Wallace quitaría voto femenino.
Por eso se le acomodó en la capital del país.
Pero queda Alejandro Martí para convencerlo.
El no arrastraría votos en perjuicio de Vázquez Mota, sino de los dos hombres, el priista Enrique Peña Nieto y el perredista Andrés López.
Con suerte y hasta se lleva los sufragios del movimiento del no voto, equivalente en 2009 a casi ocho por ciento de la participación efectiva.
¿Ahora entiende por qué la cuarta candidatura?
¿Y por qué Isabel Miranda de Wallace ya es candidata en la metrópoli?
1.- Por primera vez dan ganas de poner en primer lugar a Josefina Vázquez Mota en Acción Nacional, sin dar por eliminados a Santiago Creel y Ernesto Cordero.
Sobre todo el último, totalmente en manos de la estructura del gobierno de Calderón y de la burocracia partidista, cada vez más domesticada, cada día más forzada.
2.- Andrés López, quien empieza a ceder controles para dedicarse a su especialidad, los actos públicos.
3.- Y Enrique Peña Nieto, quien intenta reponerse del los traspiés de diciembre para fortalecerse en las tendencias.
Son interesantes algunos datos al canto.
A principios de febrero platiqué con Rodolfo El Negro Elizondo.
—Diciembre será el mes del posicionamiento de Ernesto Cordero, dicen en Los Pinos.
—Pues no sé cómo. Yo veo exactamente lo contrario, que diciembre será el mes para asegurar la candidatura de Josefina —me contestó.
Los datos respald
an al Negro Elizondo: las encuestas de fin de año la muestran sólida, creciente, ya escapada de Cordero y Santiago Creel.—Esto apenas comienza. Falta la verdadera campaña —me dijo un miembro del equipo de campaña de Cordero.
Los ánimos presidenciales no están para confiar en la capacidad de sus estrategas, a juzgar por los últimos datos disponibles.
VAZQUEZ MOTA
Dato de alta significación es la postulación de Isabel Miranda de Wallace para el Distrito Federal.
Una versión recogida en la cúpula gobernante habla de una cuarta candidatura.
Sería impulsada desde el gobierno para arrastrar votos de las dos alianzas, la priista y la perredista, a fin de facilitar el crecimiento panista.
Ese cuarto candidato, supuestamente ciudadano y sin reconocimiento oficial, fue buscado con lupa y se analizaron varios perfiles.
El más atractivo es Javier Sicilia, el poeta morelense capaz de realizar movilizaciones nacionales y sensibilizar a la población sobre la fragilidad de nuestras instituciones ante la delincuencia.
Sin embargo, el literato no es fácil de cooptar.
Quedaban dos perfiles:
La señora Miranda de Wallace y Alejandro Martí.
Ambos se han vuelto dúctiles al gobierno: van a cuanta convocatoria se les hace, han matizado su discurso, se han alejado de Sicilia y están en comunicación constante con los altos funcionarios.
Tan constante y tan dúctiles como para estar a disposición del PAN.
Así llegó la presidenta de la agrupación Alto al Secuestro a la candidatura para el Gobierno del Distrito Federal.
ALEJANDRO MARTÍ
¿Por qué la señora Isabel Miranda de Wallace? El razonamiento fue el siguiente:
Si a la postre Josefina Vázquez Mota gana al gubernamental Ernesto Cordero en la contienda interna para presidente de la república, entonces Miranda de Wallace quitaría voto femenino.
Por eso se le acomodó en la capital del país.
Pero queda Alejandro Martí para convencerlo.
El no arrastraría votos en perjuicio de Vázquez Mota, sino de los dos hombres, el priista Enrique Peña Nieto y el perredista Andrés López.
Con suerte y hasta se lleva los sufragios del movimiento del no voto, equivalente en 2009 a casi ocho por ciento de la participación efectiva.
¿Ahora entiende por qué la cuarta candidatura?
¿Y por qué Isabel Miranda de Wallace ya es candidata en la metrópoli?
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