“¿Están dadas las condiciones para ir con un candidato de unidad en el PRI en 2012?”, pregunta Clip / Reporte Semanal a Florizel Medina, en la víspera de un segundo encuentro con la dirigencia nacional de su partido con quienes aspiran a la gubernatura.
“Yo creo que construir una candidatura de unidad es un proceso de trabajo diario, en donde no basta la disposición de una o dos personas, sino tienen que estar de acuerdo la dirigencia estatal, el Comité Ejecutivo Nacional, los aspirantes a la candidatura, y grupos políticos del partido”, expone.
“Es también —agrega Pechel— un trabajo de enorme consenso al interior del Consejo Político. Y entre todos, podemos construir una candidatura de unidad. Pero si alguien no está de acuerdo tendremos, entonces, que ir a una competencia, ya sea al interior del Consejo, en una asamblea general abierta o el método de la consulta a la base, que sigue siendo el método más democrático, pero también el que más nos ha dividido y confrontado”.
“EL MÉTODO QUE CONVENGA AL PARTIDO”
Medina Pereznieto señala que el método para elegir candidato debe ser el que más convenga al partido, “no el que más le convenga a determinado aspirante”.
Puntualiza que nadie más que el partido tiene que ser “el gran conductor y el garante de tomar la decisión correcta”. Y subraya: pero el PRI debe hacer ese trabajo de consenso para que podamos construir un método en el que mayoritariamente los consejeros estén de acuerdo.
—¿Cuál es a su juicio y en base a su experiencia el método más apropiado para el momento que se vive? —le inquirimos.
“Yo siempre me he inclinado y más ahora, por el método de elección al interior del Consejo Político, que tiene riesgos, porque sí los tiene, pero todos absolutamente, tienen riesgos. Éste tiene un enorme riesgo, pero si logramos construir un verdadero compromiso con el partido y con el futuro del estado, estaremos en condiciones de identificar cuál puede ser la mejor persona que pueda abanderar el proyecto del partido en las elecciones del 2012”, expone.
¿QUÉ VAMOS A HACER CON TABASCO?
“Pienso que si bien los nombres son importantes, es mucho más importante el proyecto, la propia sociedad, el pueblo de Tabasco, su gente”, destaca.
Asegura que la ciudadanía hoy no está tan interesada en los nombres, ni en los apellidos; su preocupación real o sus preocupaciones son: ¿Qué vamos a hacer con Tabasco en la próxima década, en el próximo sexenio? ¿Qué vamos a hacer para evitar más inundaciones? ¿Cómo vamos a reactivar la economía? ¿Cómo devolverle su productividad al campo?
Y afirma: el PRI tiene que resolver todas esas interrogantes con un proyecto definido, claro, que establezca hacia dónde debemos de ir. Será entonces cuando vamos a tener condiciones para escoger a la mejor persona que abandere la candidatura del partido.
“Yo creo que construir una candidatura de unidad es un proceso de trabajo diario, en donde no basta la disposición de una o dos personas, sino tienen que estar de acuerdo la dirigencia estatal, el Comité Ejecutivo Nacional, los aspirantes a la candidatura, y grupos políticos del partido”, expone.
“Es también —agrega Pechel— un trabajo de enorme consenso al interior del Consejo Político. Y entre todos, podemos construir una candidatura de unidad. Pero si alguien no está de acuerdo tendremos, entonces, que ir a una competencia, ya sea al interior del Consejo, en una asamblea general abierta o el método de la consulta a la base, que sigue siendo el método más democrático, pero también el que más nos ha dividido y confrontado”.
“EL MÉTODO QUE CONVENGA AL PARTIDO”
Medina Pereznieto señala que el método para elegir candidato debe ser el que más convenga al partido, “no el que más le convenga a determinado aspirante”.
Puntualiza que nadie más que el partido tiene que ser “el gran conductor y el garante de tomar la decisión correcta”. Y subraya: pero el PRI debe hacer ese trabajo de consenso para que podamos construir un método en el que mayoritariamente los consejeros estén de acuerdo.
—¿Cuál es a su juicio y en base a su experiencia el método más apropiado para el momento que se vive? —le inquirimos.
“Yo siempre me he inclinado y más ahora, por el método de elección al interior del Consejo Político, que tiene riesgos, porque sí los tiene, pero todos absolutamente, tienen riesgos. Éste tiene un enorme riesgo, pero si logramos construir un verdadero compromiso con el partido y con el futuro del estado, estaremos en condiciones de identificar cuál puede ser la mejor persona que pueda abanderar el proyecto del partido en las elecciones del 2012”, expone.
¿QUÉ VAMOS A HACER CON TABASCO?
“Pienso que si bien los nombres son importantes, es mucho más importante el proyecto, la propia sociedad, el pueblo de Tabasco, su gente”, destaca.
Asegura que la ciudadanía hoy no está tan interesada en los nombres, ni en los apellidos; su preocupación real o sus preocupaciones son: ¿Qué vamos a hacer con Tabasco en la próxima década, en el próximo sexenio? ¿Qué vamos a hacer para evitar más inundaciones? ¿Cómo vamos a reactivar la economía? ¿Cómo devolverle su productividad al campo?
Y afirma: el PRI tiene que resolver todas esas interrogantes con un proyecto definido, claro, que establezca hacia dónde debemos de ir. Será entonces cuando vamos a tener condiciones para escoger a la mejor persona que abandere la candidatura del partido.
LE CAMBIAN DE CANAL O FRECUENCIA
Advierte que si se sigue insistiendo en los nombres, “vamos a encontrarnos, sin duda, con una participación apática de la gente, porque estos temas, el de la política, los políticos y los partidos, son temas en los que la gente no cree, porque se siente defraudada, desanimada; no hay confianza”.
Comenta que “la mayoría de las veces que los políticos estamos en entrevistas de radio o televisión, casi estoy seguro de que la gran mayoría prefiere cambiar de sintonía o frecuencia porque sus escenarios, no son en este momento determinar con nombre y apellido quién debe ser el candidato, sino creo que están más preocupados en saber qué es lo que va a pasar en Tabasco en los próximos seis años”.
Sostiene: “yo tengo un proyecto, una visión personal de lo que debemos hacer en Tabasco, lo que los futuros gobiernos deben hacer en el estado; sin embargo, la recomendación que nos ha hecho la dirigencia del partido es no hablar de proyectos, porque hay resolutivos del Trife en donde se consigna que sólo está permitido hablar de proyectos en los períodos oficiales de precampañas y de campañas”.
Empero, acota: “yo insisto en que los políticos tenemos que hablar de política y los temas que interesan a los tabasqueños. Si no, cómo vamos a animarlos después a que tomen una decisión en relación a las eventuales candidaturas de los partidos, y esto es lo mismo para el PRI que para el PRD o PAN”.
Advierte que si se sigue insistiendo en los nombres, “vamos a encontrarnos, sin duda, con una participación apática de la gente, porque estos temas, el de la política, los políticos y los partidos, son temas en los que la gente no cree, porque se siente defraudada, desanimada; no hay confianza”.
Comenta que “la mayoría de las veces que los políticos estamos en entrevistas de radio o televisión, casi estoy seguro de que la gran mayoría prefiere cambiar de sintonía o frecuencia porque sus escenarios, no son en este momento determinar con nombre y apellido quién debe ser el candidato, sino creo que están más preocupados en saber qué es lo que va a pasar en Tabasco en los próximos seis años”.
Sostiene: “yo tengo un proyecto, una visión personal de lo que debemos hacer en Tabasco, lo que los futuros gobiernos deben hacer en el estado; sin embargo, la recomendación que nos ha hecho la dirigencia del partido es no hablar de proyectos, porque hay resolutivos del Trife en donde se consigna que sólo está permitido hablar de proyectos en los períodos oficiales de precampañas y de campañas”.
Empero, acota: “yo insisto en que los políticos tenemos que hablar de política y los temas que interesan a los tabasqueños. Si no, cómo vamos a animarlos después a que tomen una decisión en relación a las eventuales candidaturas de los partidos, y esto es lo mismo para el PRI que para el PRD o PAN”.
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