El aspirante a la gubernatura considera indispensable “tabasqueñizar” la economía
“Tabasco requiere una cirugía mayor, desde el punto de vista político, administrativo, social. No tenemos la fórmula mágica, porque este no es un asunto de fórmulas mágicas; tenemos, eso sí, los talentos humanos, los recursos técnicos, tecnológicos a nuestro alcance, para que Tabasco camine por el desarrollo”, sostiene Adán Augusto López Hernández.
Convencido de que puede, el aspirante a la nominación del PRD para el gobierno de Tabasco suelta una pregunta con respuesta implícita:
“¿A poco crees tú que el asunto de la inseguridad que padecemos los tabasqueños y que ha crecido enormidades en estos últimos 12 años, a poco crees que es un reto que no podamos vencer?”.
Y agrega: “Tabasco sí enfrenta una situación difícil. Tenemos que partir de allí. Efectivamente no es una tarea fácil; por eso hablo de una nueva generación que tiene que aplicarse, que le dé modernidad a la administración pública, que no conciba al Estado como un ente monolítico, al que nos acostumbraron con Echeverría, López Portillo. Nosotros no estamos anclados en el pasado”.
Luego enfatiza: “Si nosotros creyéramos que las cosas no pueden hacerse, entonces simplemente no le entramos, pero sí se puede aunque de manera distinta: aprovechar la riqueza del campo, del subsuelo, para que haya una verdadera riqueza, con generación de empleos y que Tabasco vuelva a ser orgullo como lo fue hace 50 años”.
Recuerda que hay un libro que habla de la historia del plátano Roatán, escrito hace 90 años, en que ya se hablaba de la necesidad de crear la famosa vía férrea Estación Chontalpa-Dos Bocas, “y hasta el día de hoy nada, incluso este gobierno anunció que la arrancarían y nada”.
En ese libro —dice— se destaca la necesidad de adecuar los puertos de Frontera y se hablaba de hacer algo en Paraíso, “pero a esa distancia, los productos para exportar, si es que los tenemos, se realizan desde Coatzacoalcos si bien nos va, porque no aprovechamos la riqueza de las tierras, las ventajas logísticas de la frontera con Centroamérica, por ejemplo, pero eso no se hace”.
“Que se siembren en la vega del Usumacinta grandes plantaciones de plátano, de maíz, de sorgo y que sea éste sí el verdadero granero de México, pero no, no se ha hecho; en lugar de andar regalando bicicletas habría que incentivar al productor, con un precio mínimo de garantías”, apunta.
Afirma que “el campo es un nicho de oportunidad. No es posible que dada las condiciones que ofrece, Tabasco tenga un presupuesto de 600 millones de pesos para este rubro y que 450 millones se vayan en burocracia o en gastos administrativos”.
Además del rescate al campo, adelanta que en su propuesta de gobierno contempla dar seguridad administrativa, que se transparente el uso y gasto de los recursos públicos, y ofrecer una verdadera seguridad a todos, incluidos los empresarios que han dejado de creer. “Debemos también tabasqueñizar a nuestra economía”, concluye.
Convencido de que puede, el aspirante a la nominación del PRD para el gobierno de Tabasco suelta una pregunta con respuesta implícita:
“¿A poco crees tú que el asunto de la inseguridad que padecemos los tabasqueños y que ha crecido enormidades en estos últimos 12 años, a poco crees que es un reto que no podamos vencer?”.
Y agrega: “Tabasco sí enfrenta una situación difícil. Tenemos que partir de allí. Efectivamente no es una tarea fácil; por eso hablo de una nueva generación que tiene que aplicarse, que le dé modernidad a la administración pública, que no conciba al Estado como un ente monolítico, al que nos acostumbraron con Echeverría, López Portillo. Nosotros no estamos anclados en el pasado”.
Luego enfatiza: “Si nosotros creyéramos que las cosas no pueden hacerse, entonces simplemente no le entramos, pero sí se puede aunque de manera distinta: aprovechar la riqueza del campo, del subsuelo, para que haya una verdadera riqueza, con generación de empleos y que Tabasco vuelva a ser orgullo como lo fue hace 50 años”.
Recuerda que hay un libro que habla de la historia del plátano Roatán, escrito hace 90 años, en que ya se hablaba de la necesidad de crear la famosa vía férrea Estación Chontalpa-Dos Bocas, “y hasta el día de hoy nada, incluso este gobierno anunció que la arrancarían y nada”.
En ese libro —dice— se destaca la necesidad de adecuar los puertos de Frontera y se hablaba de hacer algo en Paraíso, “pero a esa distancia, los productos para exportar, si es que los tenemos, se realizan desde Coatzacoalcos si bien nos va, porque no aprovechamos la riqueza de las tierras, las ventajas logísticas de la frontera con Centroamérica, por ejemplo, pero eso no se hace”.
“Que se siembren en la vega del Usumacinta grandes plantaciones de plátano, de maíz, de sorgo y que sea éste sí el verdadero granero de México, pero no, no se ha hecho; en lugar de andar regalando bicicletas habría que incentivar al productor, con un precio mínimo de garantías”, apunta.
Afirma que “el campo es un nicho de oportunidad. No es posible que dada las condiciones que ofrece, Tabasco tenga un presupuesto de 600 millones de pesos para este rubro y que 450 millones se vayan en burocracia o en gastos administrativos”.
Además del rescate al campo, adelanta que en su propuesta de gobierno contempla dar seguridad administrativa, que se transparente el uso y gasto de los recursos públicos, y ofrecer una verdadera seguridad a todos, incluidos los empresarios que han dejado de creer. “Debemos también tabasqueñizar a nuestra economía”, concluye.
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