jueves, 3 de noviembre de 2011

Adán Augusto y aquello que nunca termina


“Hay quien sostiene, más de uno, que Adán Augusto lo que procura siempre es el ruido mediático, que sólo hace denuncias que nunca terminan desahogándose, pero que sí alcanzan los reflectores de la opinión pública, aunque al final no se concrete o se sustente ninguna de sus acusaciones; van tres ejemplos: los depósitos de dinero del gobierno en las Islas Caimán operadas desde Nueva York a través de corredores financieros de la firma Merryl Linch; la adquisición irregular de terrenos para la construcción de casas por parte del gobierno del estado a través de Invitab; las acusaciones contra transacciones irregulares entre la Secretaría de Salud de Tabasco y el gobierno federal. De todas éstas, nunca se llegó a una resolución final y, por tanto, quedaron en eso, en el terreno de las especulaciones; tampoco nunca aquí se cerraron los ciclos…”.
El diputado federal con licencia escucha atento el planteamiento que le hace la revista Clip. Se toma unos segundos como para ordenar su respuesta. Y expresa:
“Te respondo así: nosotros hicimos las denuncias, en el caso de los terrenos, porque la gente se nos acercó y nos brindó toda la información documentada, pruebas contundentes de las irregularidades, lo que nos obligó a emprender una investigación sobre eso en los registros públicos de Tabasco y de Campeche; tuvimos acceso también a la información bancaria para precisar la ruta que siguió ese dinero”.
Prosigue: “Supimos de los movimientos realizados y de todas las transacciones, además de que entrevistamos a quienes vendieron esos terrenos, quienes se sintieron burlados, timados y cuya declaración coincidía con lo que había en las escrituras públicas.
“Lo hicimos públicamente y presentamos las denuncias correspondientes, a sabiendas de que esta clase gobernante, que ya se va, que han vivido en la práctica del absolutismo político, pues es difícil que progrese una averiguación previa; llegaron al absurdo que la Procuraduría no pidió siquiera información a la Comisión Nacional Bancaria, cuando cualquier averiguación de este tipo se debe de profundizar en la investigación y seguir la ruta del dinero; es más, no citaron a quienes estaban acusando, a ninguno de los involucrados”.
Y pasa al otro tema:
“En el caso de los depósitos de presuntos recursos públicos en bancos de las Islas Caimán, ahí tenemos una declaración de un corredor financiero de Merryl Linch, aunque es algo que difícilmente nosotros pudiéramos comprobar, pero presentamos la denuncia correspondiente.
“Bueno, un ejemplo del alto grado de impunidad fue la denuncia contra el entonces diputado José David Ascencio Arellano quien fue detenido en flagrancia, con arma de fuego, después de hacer disparos y todo lo demás, pues resulta que lo dejaron en libertad, le devolvieron su pistola de uso exclusivo del Ejército y hasta le pidieron disculpas”.
“Y en el caso de salud —agrega—, pues ahí están todos los testimonios y las copias fieles de la documentación, pero hasta ahora no se ha procedido”.

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