Dejan para después la definición de candidaturas, aunque el tabasqueño considera “buenos” para la postulación de “las izquierdas” a Arturo Núñez Jiménez, Adán Augusto López Hernández y Óscar Cantón Zetina
Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador empezaron a sentar las bases de la guerra electoral 2012 en Tabasco. La visita de ambos fue un tentempié con esperanza para los aspirantes a la elección de gobernador del PRI y PRD. No hubo más. Ni un gesto, ademan o señal que definiera el futuro partidista
Con dos días de diferencia, los precandidatos presidenciales realizaron lo que coloquialmente se conoce como “visita de doctor”, pues ambos no duraron mucho tiempo en Villahermosa.
El ex gobernador del Estado de México llegó el martes 22 al filo de las 16:00 horas para atestiguar la evaluación a sus cinco años de gobierno que hizo el titular del Ejecutivo, Andrés Granier Melo, en el Centro de Convenciones de Tabasco 2000. Y cuatro horas después, vía aérea, ya retornaba a la capital del país sólo dejando una estela de dudas sobre la sucesión local del próximo año.
Procedente de Campeche, el tabasqueño arribó a la capital la tarde-noche del jueves 24. Tras reunirse con los coordinadores en la entidad del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), ofreció una inusual conferencia de prensa callejera, fuera de la ex sede estatal del PRD localizada en la colonia Adolfo López Mateos.
A diferencia de Peña Nieto que apenas balbuceó alguna respuesta a los reporteros que lo alcanzaron a abordar en su vertiginosa retirada del Centro de Convenciones, el candidato presidencial de 2006 respondió a todo con expresiones de afecto al prójimo. Hizo gala de congruencia con su propuesta de crear la república del amor.
Con una irreconocible cordialidad, tocó el caso local pero para dejarlo igual como lo encontró: dijo que después de la abdicación de la senadora Rosalinda López Hernández, los tres que persisten en la pugna por el abanderamiento del PRD al gobierno estatal “son buenos”. Esto es que el senador Arturo Núñez Jiménez, Adán Augusto López Hernández y Óscar Cantón Zetina tienen que seguir picando piedra.
Luego de pronunciarse a favor de la alianza local del PRD con el PT y el Movimiento Ciudadano (Convergencia), presentó a Octavio Romero Oropeza, Javier May Rodríguez y al diputado federal Rodolfo Lara Lagunas como los coordinadores estatales del Morena. Y ya.
A pesar del poco tiempo que estuvieron en la ciudad, Peña Nieto y López Obrador intensificaron la efervescencia política en que viven sus correligionarios ahora que ya son virtuales candidatos de las alianzas partidistas que encabezarán el PRI y PRD el año venidero.
Tras la declinación del senador Manlio Fabio Beltrones Rivera, el ex gobernador del Estado de México quedó como único aspirante presidencial priista. Así es que para cumplir con la ley electoral vigente, registraría su precandidatura este domingo 27 en la sede nacional del Revolucionario Institucional
Por su parte, López Obrador que desde el 17 de noviembre en que se dio a conocer el resultado de la encuesta nacional con la que ganó a Marcelo Ebrard la candidatura de “las izquierdas” mexicanas, se espera registre su segunda postulación presidencial consecutiva en el transcurso de los próximos días ante la dirigencia nacional del PRD.
Así las cosas, el escenario y los protagonistas del indistintamente llamado efecto “Peje” o efecto “Peña” —una vocal y una consonante marcan la diferencia—están ya definidos para satisfacción de sus seguidores en Tabasco. Un clavo ardiente del que se agarran las cúpulas del PRD y PRI.
El Copete
Con todas las medidas de seguridad posibles, las autoridades acordonaron la zona de Tabasco 2000 para evitar trastornos en la visita de Enrique Peña Nieto. Aún así hubo inconformidades como la ahogada por la policía preventiva a representantes del Sindicato Independiente de Trabajadores de la Educación de Tabasco (SITET).
Y también de militantes del PRI que no pudieron ingresar a la sede del evento por dos cosas: o no estaban invitados o llegaron cuando los organizadores cerraron los accesos para evitar cualquier incidente en un aforo evidentemente abarrotado.
Desde que se confirmó la visita del mexiquense para el acto del martes 22, cúpula y base militante priista se dispusieron a presenciar el evento en el cual se reuniría la docena de aspirantes a la sucesión del gobernador Granier Melo. Y por eso muchos quedaron fuera.
La expectación creció cuando Peña Nieto apareció entre el abigarrado auditorio por el lado derecho del Centro de Convenciones luego de realizar un ajuste de tiempo con su anfitrión en el Salón de la Flores del mismo inmueble. A pesar de la espera, el ingreso del invitado especial tomó por sorpresa a todos.
Mientras Granier Melo tomaba el polígono central por el pasillo del lado izquierdo hasta llegar al estrado, el precandidato presidencial apenas y devolvía el saludo a sus correligionarios por lo precipitado con lo que intentaba ganar la primera fila del auditorio.
Ese paso ligero impidió saber si saludó o no a Humberto Mayans Canabal cuando se lo encontró a la orilla de la quinta fila. Desde el corral de prensa tan sólo se pudo ver un copete flotando en el aire que se detuvo a estrechar la mano de las diputadas federales Beatriz Paredes Rangel y Gina Trujillo Zentella. Cuando empezó el evento, la primera ocupó un lugar a su derecha, en tanto que la tabasqueña se ubicó en ese mismo costado pero de la tercera fila.
Detrás de Peña Nieto, siempre estuvo Benito Neme Sastré.
Aunque el senador Francisco Herrera León estaba a la izquierda de la primera fila no pudo saludar a su correligionario porque cuando éste intentó hacerlo, el grito de ¡Químico! ¡Químico! frenó su paso y, de súbito, volvió a ocupar su lugar donde también lo esperaba el secretario de Gobierno, Rafael González Lastra.
Durante la hora con 48 minutos que duró la exposición del mandatario, el precandidato presidencial intercambió opinión con Paredes Rangel sobre los videos con los cuales se apoyó la evaluación de cinco años del gobierno estatal.
Al término del evento, alrededor de las 20:00 horas, Peña Nieto abandonó el salón por la puerta trasera dejando en ascuas a quienes pensaron que empezaría a dibujar el perfil del candidato del PRI a la elección de gobernador del año próximo.
El caballito
Ahora con una camiseta diferente, Oscar Cantón Zetina repite como aspirante a la candidatura a la elección de gobernador. Pero no es el único que persiste en ese objetivo y, como aquél, con un partido diferente al PRI: también el senador Arturo Núñez Jiménez intenta representar en las urnas al PRD.
De los tres pretendientes a la postulación de “las izquierdas” tabasqueñas —como en el caso federal, así se identifica a la inminente alianza local electoral PRD, PT y Movimiento Ciudadano—, el único que participa por vez primera en esa puja es el diputado federal con licencia Adán Augusto López Hernández. Sin embargo, también tiene algo en común con sus ahora correligionarios: proviene del PRI.
Hace seis años, Cantón Zetina se desgarraba las vestiduras por la postulación priista. En el primer semestre de 2006, fue popular el spot en el cual aparecía como jinete de un caballito que arrancaba como colero pero que después ganaba la carrera por la candidatura del Revolucionario Institucional. El resultado fue otro: Andrés Granier Melo apareció en la boleta electoral y a la postre gobernador a partir del 31 de diciembre de ese año
Más atrás el tiempo, el 2 de abril de 2000, el ex diputado federal Núñez Jiménez compitió por la candidatura priista ante su alumno Manuel Andrade Díaz. Perdió la consulta a la base y empezó a distanciarse del PRI hasta encontrar o negociar con López Obrador el lugar que hoy lo tiene como senador del PRD.
Tras la visita del precandidato presidencial de “las izquierdas” mexicanas, el jueves 24, tanto Núñez Jiménez como Cantón Zetina salieron a refrendar que “van hasta lo último” por la postulación a la elección de gobernador del 2012.
Adán Augusto López Hernández, el tercer aspirante de la oposición partidista, optó por el silencio tras recibir el apoyo de su hermana Rosalinda para disputar a Cantón Zetina y Núñez Jiménez la postulación que por tres veces (2000-2001-2006) representó César Raúl Ojeda Zubieta.
Para variar, también formado en el PRI.
Con dos días de diferencia, los precandidatos presidenciales realizaron lo que coloquialmente se conoce como “visita de doctor”, pues ambos no duraron mucho tiempo en Villahermosa.
El ex gobernador del Estado de México llegó el martes 22 al filo de las 16:00 horas para atestiguar la evaluación a sus cinco años de gobierno que hizo el titular del Ejecutivo, Andrés Granier Melo, en el Centro de Convenciones de Tabasco 2000. Y cuatro horas después, vía aérea, ya retornaba a la capital del país sólo dejando una estela de dudas sobre la sucesión local del próximo año.
Procedente de Campeche, el tabasqueño arribó a la capital la tarde-noche del jueves 24. Tras reunirse con los coordinadores en la entidad del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), ofreció una inusual conferencia de prensa callejera, fuera de la ex sede estatal del PRD localizada en la colonia Adolfo López Mateos.
A diferencia de Peña Nieto que apenas balbuceó alguna respuesta a los reporteros que lo alcanzaron a abordar en su vertiginosa retirada del Centro de Convenciones, el candidato presidencial de 2006 respondió a todo con expresiones de afecto al prójimo. Hizo gala de congruencia con su propuesta de crear la república del amor.
Con una irreconocible cordialidad, tocó el caso local pero para dejarlo igual como lo encontró: dijo que después de la abdicación de la senadora Rosalinda López Hernández, los tres que persisten en la pugna por el abanderamiento del PRD al gobierno estatal “son buenos”. Esto es que el senador Arturo Núñez Jiménez, Adán Augusto López Hernández y Óscar Cantón Zetina tienen que seguir picando piedra.
Luego de pronunciarse a favor de la alianza local del PRD con el PT y el Movimiento Ciudadano (Convergencia), presentó a Octavio Romero Oropeza, Javier May Rodríguez y al diputado federal Rodolfo Lara Lagunas como los coordinadores estatales del Morena. Y ya.
A pesar del poco tiempo que estuvieron en la ciudad, Peña Nieto y López Obrador intensificaron la efervescencia política en que viven sus correligionarios ahora que ya son virtuales candidatos de las alianzas partidistas que encabezarán el PRI y PRD el año venidero.
Tras la declinación del senador Manlio Fabio Beltrones Rivera, el ex gobernador del Estado de México quedó como único aspirante presidencial priista. Así es que para cumplir con la ley electoral vigente, registraría su precandidatura este domingo 27 en la sede nacional del Revolucionario Institucional
Por su parte, López Obrador que desde el 17 de noviembre en que se dio a conocer el resultado de la encuesta nacional con la que ganó a Marcelo Ebrard la candidatura de “las izquierdas” mexicanas, se espera registre su segunda postulación presidencial consecutiva en el transcurso de los próximos días ante la dirigencia nacional del PRD.
Así las cosas, el escenario y los protagonistas del indistintamente llamado efecto “Peje” o efecto “Peña” —una vocal y una consonante marcan la diferencia—están ya definidos para satisfacción de sus seguidores en Tabasco. Un clavo ardiente del que se agarran las cúpulas del PRD y PRI.
El Copete
Con todas las medidas de seguridad posibles, las autoridades acordonaron la zona de Tabasco 2000 para evitar trastornos en la visita de Enrique Peña Nieto. Aún así hubo inconformidades como la ahogada por la policía preventiva a representantes del Sindicato Independiente de Trabajadores de la Educación de Tabasco (SITET).
Y también de militantes del PRI que no pudieron ingresar a la sede del evento por dos cosas: o no estaban invitados o llegaron cuando los organizadores cerraron los accesos para evitar cualquier incidente en un aforo evidentemente abarrotado.
Desde que se confirmó la visita del mexiquense para el acto del martes 22, cúpula y base militante priista se dispusieron a presenciar el evento en el cual se reuniría la docena de aspirantes a la sucesión del gobernador Granier Melo. Y por eso muchos quedaron fuera.
La expectación creció cuando Peña Nieto apareció entre el abigarrado auditorio por el lado derecho del Centro de Convenciones luego de realizar un ajuste de tiempo con su anfitrión en el Salón de la Flores del mismo inmueble. A pesar de la espera, el ingreso del invitado especial tomó por sorpresa a todos.
Mientras Granier Melo tomaba el polígono central por el pasillo del lado izquierdo hasta llegar al estrado, el precandidato presidencial apenas y devolvía el saludo a sus correligionarios por lo precipitado con lo que intentaba ganar la primera fila del auditorio.
Ese paso ligero impidió saber si saludó o no a Humberto Mayans Canabal cuando se lo encontró a la orilla de la quinta fila. Desde el corral de prensa tan sólo se pudo ver un copete flotando en el aire que se detuvo a estrechar la mano de las diputadas federales Beatriz Paredes Rangel y Gina Trujillo Zentella. Cuando empezó el evento, la primera ocupó un lugar a su derecha, en tanto que la tabasqueña se ubicó en ese mismo costado pero de la tercera fila.
Detrás de Peña Nieto, siempre estuvo Benito Neme Sastré.
Aunque el senador Francisco Herrera León estaba a la izquierda de la primera fila no pudo saludar a su correligionario porque cuando éste intentó hacerlo, el grito de ¡Químico! ¡Químico! frenó su paso y, de súbito, volvió a ocupar su lugar donde también lo esperaba el secretario de Gobierno, Rafael González Lastra.
Durante la hora con 48 minutos que duró la exposición del mandatario, el precandidato presidencial intercambió opinión con Paredes Rangel sobre los videos con los cuales se apoyó la evaluación de cinco años del gobierno estatal.
Al término del evento, alrededor de las 20:00 horas, Peña Nieto abandonó el salón por la puerta trasera dejando en ascuas a quienes pensaron que empezaría a dibujar el perfil del candidato del PRI a la elección de gobernador del año próximo.
El caballito
Ahora con una camiseta diferente, Oscar Cantón Zetina repite como aspirante a la candidatura a la elección de gobernador. Pero no es el único que persiste en ese objetivo y, como aquél, con un partido diferente al PRI: también el senador Arturo Núñez Jiménez intenta representar en las urnas al PRD.
De los tres pretendientes a la postulación de “las izquierdas” tabasqueñas —como en el caso federal, así se identifica a la inminente alianza local electoral PRD, PT y Movimiento Ciudadano—, el único que participa por vez primera en esa puja es el diputado federal con licencia Adán Augusto López Hernández. Sin embargo, también tiene algo en común con sus ahora correligionarios: proviene del PRI.
Hace seis años, Cantón Zetina se desgarraba las vestiduras por la postulación priista. En el primer semestre de 2006, fue popular el spot en el cual aparecía como jinete de un caballito que arrancaba como colero pero que después ganaba la carrera por la candidatura del Revolucionario Institucional. El resultado fue otro: Andrés Granier Melo apareció en la boleta electoral y a la postre gobernador a partir del 31 de diciembre de ese año
Más atrás el tiempo, el 2 de abril de 2000, el ex diputado federal Núñez Jiménez compitió por la candidatura priista ante su alumno Manuel Andrade Díaz. Perdió la consulta a la base y empezó a distanciarse del PRI hasta encontrar o negociar con López Obrador el lugar que hoy lo tiene como senador del PRD.
Tras la visita del precandidato presidencial de “las izquierdas” mexicanas, el jueves 24, tanto Núñez Jiménez como Cantón Zetina salieron a refrendar que “van hasta lo último” por la postulación a la elección de gobernador del 2012.
Adán Augusto López Hernández, el tercer aspirante de la oposición partidista, optó por el silencio tras recibir el apoyo de su hermana Rosalinda para disputar a Cantón Zetina y Núñez Jiménez la postulación que por tres veces (2000-2001-2006) representó César Raúl Ojeda Zubieta.
Para variar, también formado en el PRI.
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