martes, 15 de noviembre de 2011

Ningún aspirante tiene mayoría aquí no hay un “Peña”


El PRI tiene que delimitar el número de aspirantes a la gubernatura. Debe hacerlo con la gente, porque “una decisión cupular nos descalificaría”, advierte

El PRI necesita dar más juego a sus cuadros que buscan la candidatura al gobierno estatal para posicionarse mejor en el ánimo de la militancia y de la sociedad, pues ninguno tiene mayoría; en Tabasco no hay un aspirante —de los 10 que fueron considerados por el Comité Ejecutivo Nacional— que tenga un posicionamiento como el que ha logrado hasta hoy Enrique Peña Nieto en la sucesión presidencial, señala Florizel Medina Pereznieto.
El ex alcalde de Centro y ex diputado local que busca la nominación del tricolor puntualiza que el calendario electoral del propio tricolor contempla la segunda quincena de febrero para la realización de las precampañas en Tabasco y, por tanto, “no podemos imponerle tiempos ni candidato a la gente”.
Medina Pereznieto compara el juego sucesorio priista en Tabasco con lo que ocurre en la carrera por la candidatura presidencial del tricolor.
Comenta que Roy Campos, director de Consulta Mitofsky, al comparar el posicionamiento de los aspirantes presidenciales a octubre con los meses anteriores, decía que en el PRI todo parecería más claro: del 100 por ciento de quienes manifestaron su intención de votar por el PRI, 87 por ciento respondió que lo harían por Peña Nieto; el nueve por ciento por Manlio Fabio Beltrones, y el resto eran indecisos.
Al señalar que una encuesta es una ‘fotografía del momento’, añade que ello no quiere decir que para el próximo año ese vaya a seguir siendo el resultado en la carrera por la nominación presidencial priista, “pero sí hay una distancia muy clara; en cambio, el caso de Tabasco, en las encuestas que yo he visto publicadas, el mejor posicionado trae 20 ó 22 puntos; si trae 20 quiere decir que ese porcentaje está dispuesto a votar por él, pero el restante 80 por ciento lo rechaza, o el que tiene 22 están de acuerdo con él, pero el 78 en desacuerdo”, acota.
—¿Esto qué quiere decir? —se cuestiona el ex dirigente del tricolor y ex secretario de Gobierno y de Contraloría. Y se responde: “Esto nos dice que se necesita un poco más de tiempo”.
“Los aspirantes, todos —remarca—, debemos de tener una tendencia de crecimiento para poder llegar a una definición mucho más completa, más sólida sobre la persona que debe de abanderar la candidatura”.

TABASCO, LABORATORIO DE ENCUESTAS
Y abunda: “si a eso le agregamos lo que Roy Campos manifiesta sobre el comportamiento de las encuestas en Tabasco y lo que personalmente me ha dicho otra experta en encuestas, como María de las Heras, que ‘Tabasco es un laboratorio de las encuestas’, pues la verdad la gente te dice una cosa y luego en el resultado nos aparece que su intención era otra”.
Entonces —apunta— “hay que hacer las cosas con un trabajo muy profesional, retomando experiencias de otros procesos; incluso, tomar en cuenta lo que ha ocurrido en estados como Oaxaca, Puebla y Sinaloa, donde el candidato del PRI arrancó con un posicionamiento importante y terminamos perdiendo la elección, hasta por más de siete u ocho puntos”.
Todo esto, indica, debe motivar para que los priistas hagan las cosas bien. “No podemos imponerle tiempos a la gente. Tenemos que trabajar de manera coordinada en algo que realmente anime a la sociedad y yo creo que lo que debe de animar, más que los nombres y los apellidos, es el proyecto para Tabasco”, expresa.

“NI APAREZCO BIEN… TAMPOCO MAL”

—¿Cómo se encuentra en las encuestas? —se le inquiere a quien no ha sido mencionado en los últimos sondeos cuyos resultados se han hecho públicos.
“Yo no he mandado hacer ninguna encuesta… El CEN del PRI tampoco ha ordenado, ni tiene encuesta alguna de Tabasco que haya sido ordenada por el partido”, responde el aspirante a gobernador.
Dice que conoce las encuestas que se han presentado y comenta que algunas seguramente fueron ordenadas por oficinas del gobierno del estado o de un ayuntamiento, o bien pagadas por empresas que tienen simpatías por algún aspirante.
Opina que estas encuestas son válidas y deben servirle a quien las manda a hacer para identificar qué está pensando la sociedad en torno a su persona y los temas que le gustaría que un candidato abordara.
Indica que estos estudios que se han difundido traen un vicio de origen, “porque quien los manda a hacer tiene un lugar privilegiado sobre todos los demás, y tengo la fortuna de que no estoy en ninguna de esas encuestas, y digo ‘fortuna’, porque ni aparezco bien, ni aparezco mal”.
Sin embargo, subraya, “a mí me interesa estar en las encuestas que van a definir o que van a ayudar a tomar un decisión el día de mañana, y esas son las que va a realizar el CEN”.

DETERMINAR QUIÉN AGRUPA, EL RETO
—Se ha dicho que Tabasco es el Waterloo de las encuestadoras, por sus pronósticos erráticos. ¿Cómo confiar en una encuesta como método preliminar para proyectar a un candidato, a partir de un diagnóstico irreal?
Por el gesto —se lleva la mano derecha al mentón— se intuye que la pregunta le sorprende. Lo corrobora desde su primera expresión cuando responde:
“Mmm… porque las encuestas hay que saber leerlas, no basta con que un aspirante esté en primer lugar para que sea el que abandere la candidatura. Las encuestas deben tener las preguntas claves y una lectura franca para que podamos determinar no únicamente quiénes van en los primeros lugares de las preferencias, sino quiénes agrupan, para poder ganar el día mañana una candidatura.
“A veces —reflexiona— puede ser que quien va en primer lugar no agrupa al resto de los aspirantes. Si el resto de los aspirantes no lo acompaña, entonces será muy difícil ganar la elección, y a veces quien estuviera en segundo, tercer, cuarto lugar… y cuando la competencia es muy reñida, puede ser que alguno de ellos, aun cuando tenga la menor puntuación, pues resulta que es el que agrupa al resto de los aspirantes”.
Sin decir que este aspirante que puede reagrupar a los demás no es otro que él, prosigue: “el que agrupa es la persona que puede garantizar un mejor resultado”.

¿ENCUESTAR A LOS ANEGADOS?
Florizel Medina considera, además, una imprudencia hacer encuestas en este momento, “cuando la mitad del estado se encuentra con problemas de inundaciones y otro tipo de problemáticas”.
Considera que “cualquier encuesta que se levante ahorita va a tener un resultado sesgado de la realidad, porque la gente no se va a poder expresar con libertad, así que tendrá que ser probablemente hasta el próximo mes o principios de enero cuando las encuestas empiecen a tener un valor más cercano a la decisión que el partido vaya a tomar en torno a sus candidaturas”.

SIN REGLAS CLARAS, EL PRI PUEDE DIVIDIRSE
—¿Cuándo sería pertinente elegir al candidato a gobernador? ¿Antes que se elija al candidato presidencial?
Menciona que el dirigente nacional priista Humberto Moreira dejó muy en claro aquí, el 3 de agosto, la ruta para elegir al candidato a Presidente de la República, “y una vez definido el método y el candidato se trabajaría en todo los proyectos para competir en la elección del 1 de julio; de tal manera que tenemos un poco más de tiempo”.
Apunta que el PRI debe trabajar des
de ahora en construir un proceso interno que tenga reglas claras para todos; “que todos estemos de acuerdo y que eso nos permita un resultado que procure mantenernos unidos, y que no sea un resultado que termine dividiéndonos porque no tuvimos capacidad de establecer reglas claras y compromisos con el futuro del partido y de Tabasco”.

EL PROCESO LOCAL SE VE DISTANTE
Desde su óptica, en julio de 2012 —con elecciones federales y estatales empalmadas— no habrá un alto índice de abstencionismo.
“Tabasco —destaca— siempre se ha caracterizado por una votación copiosa en elecciones federales. Siempre hemos estado en los primeros lugares de participación ciudadana. Creo que lo mismo va a ocurrir ahora; nada más que la gente aún lo percibe distante. Me refiero al proceso local y creo que tiene muy definido con quiénes van a ir en el proceso nacional”.
Por ello, recomienda trabajar más de cerca con la gente. “El partido tiene que hacer múltiples trabajos al interior de sus comunidades, de sus regiones, identificar sus liderazgos. Los comités municipales tienen que hacer un enorme trabajo de comunicación con su gente y se nos viene un mes difícil: diciembre, en que la gente menos quiere hablar o escuchar de política”, indica.

UNA DECISIÓN CUPULAR NOS DESCALIFICARÍA
—¿Cómo hacerle con demasiados aspirantes? ¿Cómo hacerle para delimitar este número y no ahondar las diferencias que a veces terminan siendo irreconciliables?
Ahora mueve ambas manos. Arquea las cejas. Y dice:
“Hay que hacerlo, pero hay que hacerlo con la gente, de lo contrario sería una decisión cupular y, entonces, eso terminaría por descalificar ese proceso de unidad que queremos tener. Cuando a alguien tú le dices, que ya no va a participar como aspirante, lo primero que va a preguntar es: ¿Quién tomó la decisión?”.
“Y entonces —continúa— esa decisión la tendrá que absorber la dirigencia y si no hay un trabajo maduro, de gran comunicación con este grupo de aspirantes, pues su reacción natural será la de descalificar; van a decir que hay dados cargados, que alguien tomó una decisión sin haberlo consultado con la gente”.
Por eso —subraya—, esto tiene tiempos “y los tiempos no son en noviembre, ni en diciembre sino tendrán que ser en enero para que le demos oportunidad a la gente de reflexionar, de participar en todos estos procesos de encuestas y de participación ciudadana”.

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