El ex gobernador Manuel Andrade advierte que hay una novedad en el padrón electoral, que lo representan los neo-electores, que no nada más es un fenómeno local, sino también nacional, pues junto a los que sufragaron por primera vez en 2006, superan al 40 por ciento de población en edad de votar y por diversas circunstancias son antigobiernistas.
Precisa que hay un 18 por ciento de neo-electores en el padrón electoral y casi un 23 por ciento que son electores por segunda vez, con más madurez, que ya votaron en la elección pasada y que representan un rango de población que se ha enfrentado a problemas “muy pero muy graves”: desempleo, necesidad de migrar por falta de oportunidades, inseguridad, la disminución de la clase media.
“Estamos hablando que es un contingente electoral que va a participar en este proceso y que, además, está agraviado, con quien sea el gobierno, en el caso federal con el PAN y en el caso local con el PRI”.
Andrade Díaz cuestiona la decisión de cambiar la fecha de las elecciones estatales, al homologarse con las federales y, para hacer más difícil las cosas, se hace una redistritación que todavía no se acaba de entender.
“Varios de los que aspiran a las candidaturas, me dicen que en este momento no saben ni dónde están haciendo campaña”, comenta con sonora risa el ex dirigente estatal priista.
Y todavía añade: “me insisten: ‘estamos haciendo campaña a lo pendejo’, abarcando todas las zonas que se puedan, porque no saben cómo va a quedar el distrito”.
Por ello, indica que los partidos políticos tendrán que hacer ajustes y buscar la cuadratura al nuevo escenario electoral.
“Todo esto coloca a Tabasco en un muy probable foco rojo en la elección, porque electoralmente va a competir con cinco o seis estados así, pero éstos ya tienen años así, no van a llamar la atención porque además no tienen protagonistas a nivel nacional que llamen la atención”, resalta.
—Por puro sentido común, ¿fue precipitado homologar elecciones?
“Yo no lo hubiera hecho. Porque es un proceso y es un cambio cultural intenso y más en un estado donde vivimos con tanta pasión la política”, afirma.
Precisa que hay un 18 por ciento de neo-electores en el padrón electoral y casi un 23 por ciento que son electores por segunda vez, con más madurez, que ya votaron en la elección pasada y que representan un rango de población que se ha enfrentado a problemas “muy pero muy graves”: desempleo, necesidad de migrar por falta de oportunidades, inseguridad, la disminución de la clase media.
“Estamos hablando que es un contingente electoral que va a participar en este proceso y que, además, está agraviado, con quien sea el gobierno, en el caso federal con el PAN y en el caso local con el PRI”.
Andrade Díaz cuestiona la decisión de cambiar la fecha de las elecciones estatales, al homologarse con las federales y, para hacer más difícil las cosas, se hace una redistritación que todavía no se acaba de entender.
“Varios de los que aspiran a las candidaturas, me dicen que en este momento no saben ni dónde están haciendo campaña”, comenta con sonora risa el ex dirigente estatal priista.
Y todavía añade: “me insisten: ‘estamos haciendo campaña a lo pendejo’, abarcando todas las zonas que se puedan, porque no saben cómo va a quedar el distrito”.
Por ello, indica que los partidos políticos tendrán que hacer ajustes y buscar la cuadratura al nuevo escenario electoral.
“Todo esto coloca a Tabasco en un muy probable foco rojo en la elección, porque electoralmente va a competir con cinco o seis estados así, pero éstos ya tienen años así, no van a llamar la atención porque además no tienen protagonistas a nivel nacional que llamen la atención”, resalta.
—Por puro sentido común, ¿fue precipitado homologar elecciones?
“Yo no lo hubiera hecho. Porque es un proceso y es un cambio cultural intenso y más en un estado donde vivimos con tanta pasión la política”, afirma.
‘EFECTO’ CONTRAPRODUCENTE
“A mí dentro de los argumentos que me dicen de los que estuvieron de alguna u otra manera involucrados en la homologación, es que entre otras cosas lo hicieron por el ‘efecto López Obrador’, mmm; ya ahora, viendo las cosas, creo que el objetivo salió contraproducente”, apunta.
“¿Por qué? Independientemente que la intención Peña Nieto-Beltrones aquí en Tabasco es alta, comparada con otros estados, porque la población es muy priista y, creo, Peña anda en un 55 por ciento en intención electoral y Andrés Manuel anda por el 19 ó 20, lo cierto es que al final va a imperar el paisanaje”.
Estima que “cuando Andrés Manuel se venga a montar al discurso del paisanaje, no habrá quién lo detenga y el PRI tendrá que contrarrestar eso”.
—Aquí el PAN no pinta, pero ¿cómo la ves tú?
“Aquí el PAN solo tendrá una participación meramente testimonial; incluso, yo me he enterado por gente del PAN nacional que aquí se conforman con 60 mil votos y con eso te digo todo”, asevera, y recuerda que los triunfos en Emiliano Zapata y Balancán fueron más bien por errores del PRI y del PRD.
“A mí dentro de los argumentos que me dicen de los que estuvieron de alguna u otra manera involucrados en la homologación, es que entre otras cosas lo hicieron por el ‘efecto López Obrador’, mmm; ya ahora, viendo las cosas, creo que el objetivo salió contraproducente”, apunta.
“¿Por qué? Independientemente que la intención Peña Nieto-Beltrones aquí en Tabasco es alta, comparada con otros estados, porque la población es muy priista y, creo, Peña anda en un 55 por ciento en intención electoral y Andrés Manuel anda por el 19 ó 20, lo cierto es que al final va a imperar el paisanaje”.
Estima que “cuando Andrés Manuel se venga a montar al discurso del paisanaje, no habrá quién lo detenga y el PRI tendrá que contrarrestar eso”.
—Aquí el PAN no pinta, pero ¿cómo la ves tú?
“Aquí el PAN solo tendrá una participación meramente testimonial; incluso, yo me he enterado por gente del PAN nacional que aquí se conforman con 60 mil votos y con eso te digo todo”, asevera, y recuerda que los triunfos en Emiliano Zapata y Balancán fueron más bien por errores del PRI y del PRD.
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